FRANCISCO RODRÍGUEZ
Sheinbaum no es Cleopatra ni Eva Braun
Otra hubiera sido la suerte de Cleopatra, la faraona egipcia, si no hubiera descubierto a tiempo, gracias a los médicos africanos, el tremendo mal que aquejaba al buenazo de Julio César: los ataques epilépticos que lo dejaban cada rato fuera de la jugada… y de su lecho.
O si Eva Braun no hubiera detectado a tiempo las dolencias psicosomáticas de Adolf Hitler y su necesidad fisiológica de recluirse en su bunker alpino para pintar y así relajar sus dolencias.
Esos conocimientos y artes les otorgaron a esas mujeres el control sobre hombres enfermos y dislocados, los mismos que quisieron escribir la historia de los últimos milenios.
Otro sería el destino de Claudia Sheinbaum si no siguiera dependiendo de la salud física y mental de un solo individuo, Andrés Manuel López Obrador, porque también en manos de él está la seguridad, la salud, la economía y la vida de millones de personas. Es demasiado lo que está en juego por atenerse a los caprichos pueriles de no mostrar los males, antes de causar cualquier desastre.
Aunque valdría diferenciar: Cleopatra y Eva Braun sólo giraban en torno a un hombre. La primera Presidente “con A”, en cambio, no sólo está sujeta al control remoto desde “La Chingada”, también se le imponen las locuras, los caprichos y los intereses de Donald Trump, del júnior Andy López, del también tabasqueño Adán López y de Ricardo Monreal –quien ha vuelto a mostrar su rostro rebelde–, entre otros muchos.
¡Todos se le imponen! Y a ella no queda otra que no sea la de resignarse. Apechugar, como se dice popularmente.
Ya ha quedado más que evidenciado que la señora Sheinbaum “heredó el bastón, pero no el mando” –como escribe Armando Fuentes Aguirre, también conocido como Catón– en la política ni siquiera en la Administración.
Ella sigue bailando al ritmo que le toca. Sí de por sí ella misma ha minimizado y hasta ridiculizado su papel con sus pésimas imitaciones de lo que decía y como lo decía su “destapador” en las cotidianas matinés… si hasta ahora ha exhibido carecer de ideas propias… si su propio tono de voz es monótono y cansino… si le hacen el vacío en sus eventos, a menos que gobernadores y alcaldes se los llenen con “acarreados”… y si, aunque se desgañite y por más esfuerzos que haga, no puede imponerse a los gritos y reclamos de la muchedumbre que le acercan con falsas promesas, chantajes y recursos económicos… … ya somos muchos quienes observamos que por más publicidad que hayan invertido en ella… … por más recursos públicos y los que son producto de la corrupción y hasta los aportados por los narcotraficantes… ella no “levanta”.. y, lo peor, es que se ha convertido en el hazmerreír de la política… no sólo de sus opositores y de la ciudadanía en general… incluso dentro del mismo Movimiento de López Obrador.
¡Pobre! ¡Da pena!
Juegan a las “vencidas” y derrotan a Claudia
Hace un par de días, Andy S. K. Brown –colaborador del Índice Político– publicaba en su espacio una excelente descripción gráfica de uno de los muchos padecimientos de la señor Presidente formal:
“El tabasqueño Adán López sigue retando a la señora Sheinbaum en una especie de vencidas para dilucidar quién de ambos posee la fuerza… ¡de AMLO!
“Hasta ahora, si esto fuera un encuentro de soccer, el pastor de la manada morenista en el Senado lleva las de ganar.
“Primero clavó el balón en la portería de Palacio Nacional cuando obligó a “sus” senadores y aliados a reelegir a la impresentable Rosario Piedra en la CNDH, pese a que doña Claudia tenía otra candidata.
“Otro gol de antología fue haber sumado a Miguel Yunes Jr. a la bancada guinda ¡sin solicitar el permiso de la señora árbitro!, lo que le provocó a ella un fuerte dolor de cabeza en Veracruz.
“Birlando la pelota por toda la cancha, fintando con los de camiseta verde que todos sabemos que no se mandan solos, este otro López –el del Senado– acaba de complacer a los morenistas Saúl Monreal, de Zacatecas, y Félix Salgado, de Guerrero, para que la legislación en contra de los nepotes que aspiren a suceder en sus encargos a sus familiares, entre en vigor hasta el 2030.
“No fueron los verdes quienes provocaron el grito ‘¡tirititito! y gooool’ del comentarista de la televisión.
Fue Adán quien volvió a ganarle la partida a Claudia.
Régimen destructor y debilidad presidencial
Individuos ambiciosos y desafortunadamente sanos, aunque afectados en la mente, como AMLO, Adán López y Ricardo Monreal se aprovechan de una mujer voluntariamente disminuida en sus reacciones normales ante cualquier eventualidad. Es manejada a la medida de sus antojos, sin límite del ridículo, sin horizonte en sus atrevimientos.
Obviamente, enfermos de poder, los adversarios de Sheinbaum dentro de Morena son peligrosos cuando a todo costo quieren ser ellos quienes toquen el pandero. Un pueblo de más de cien millones de pobres, necesitados y hasta hambrientos, no merece esos desplantes. La ambición toca los dinteles del sacrificio absurdo, raya en lo demencial.
Un régimen, el de la 4T, que ha llegado al extremo de destruir al Poder Judicial y a los órganos constitucionales autónomos con los que la sociedad limitaba un poco del omnímodo poder presidencial –de AMLO— y que ha desacreditado a sus únicas instituciones encargadas de la vigilancia, honradez e imparcialidad del desarrollo electoral, el INE y el Tribunal Federal Electoral, tanto como a la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales, pide a gritos ser declarado incompetente e incapacitado, para bien de todos.
Un régimen que sus primeros meses los ocupó en destruir la economía del país, amarrar el pacto de impunidad con los narcotraficantes, con los delincuentes petroleros, con la escoria de la nación, acelerando el dispendio administrativo y presupuestal para la comodidad de los favoritos, más el desorden absoluto en todos los renglones, nunca tuvo razón de ser.
Una Administración Federal emulada por sus vástagos políticos en los tres órdenes de gobierno, ejecutivo, legislativo y judicial y en los tres niveles geográficos, federal, estatal y municipal, orientada por la rapiña y la destrucción del concepto de lo mexicano, de la idea misma de país, nunca debió asentarse en la cúpula del poder.
Menos, todavía, cuando la actual encargada del Ejecutivo Federal muestra tal debilidad.
Sheinbaum, por supuesto, no es Cleopatra. Tampoco es Eva Brown.
Indicios
Un leve asomo de rebeldía ante sus captores morenistas mostró el miércoles la señora Sheinbaum. Sin ocultar su contrariedad, por la aprobación senatorial de la ley anti-nepotes –que no toca a las dependencias de la Presidencia de la República– atrasando tres años su entrada en vigor, en su mañanera del miércoles dijo creer “que lo importante es que quede en la Constitución y -bueno- para el 2027 esperemos que al menos el partido político del que yo provengo (Morena) no ponga a ningún familiar de uno u otro cargo. Creo que, además, eso está en los estatutos de Morena, espero que se respete para el 2027.” Ya entrada la noche de ese mismo día, la presidente formal del Movimiento de AMLO publicó un post respaldando a la Presidente al señalar que no postularía a familiares en los comicios venideros en Durango y Veracruz, y que llevaría al Congreso Nacional una propuesta de incorporación estatutaria para que esta medida sea aplicable para el proceso electoral de 2027. El dirigente real del Movimiento de su papi, Andy López, no dijo ¡ni muuú! * * * Por hoy es todo. Vaya para usted mi invariable reconocimiento por haber leído hasta aquí. Y como siempre reciba mis deseos de que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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