jueves, febrero 6, 2025

María Sabina, la señora de los hongos

Adrián García Aguirre / Huautla, Oax.

*No solamente fue chamana, sino poetisa.
*Sus cantos rimados contribuyeron a su fama.
*Vivió noventa años y sus hongos fueron reconocidos.
*Homero Aridjis la recordó por sus ceremonias y ritos.

María Sabina Magdalena García, nació en Huautla de Jiménez, Oaxaca, 22 de julio de 1894 y murió ahí mismo el 23 de noviembre de 1984, luego de dedicar su vida a ejercer como curandera y chamana mazateca.
“La poesía en sus cantos llevó a María Sabina a ser considerada la mejor poeta en español de las últimas décadas, de acuerdo con el escritor mexicano Homero Aridjis.
Ya sea bajo la forma de conjuros, cantos, u oraciones, su poder para utilizar la palabra está siempre presente.
Sin leer, ni escribir o haber escrito en español su profunda poesía es hasta ahora la más profunda, auténtica y duradera del habla hispana.
Esto le consta al poeta Aridjis, quien declaró que la chamana María Sabina era la mejor poetisa en español de las últimas décadas, y baste que la recordó al reconocer sus ceremonias habladas durante la preparación de los hongos de la Sierra Mazateca, o arrullar con palabras a los niños santos como ella los llamaba.
Esto atrajo a figuras como Fernando Benítez, John Lennon, Janis Joplin, Bob Dylan, Jim Morrison, los Rolling Stones, Aldous Huxley y hasta Walt Disney, quienes le dieron fama internacional, que le llegó en su mayor parte gracias ellos.
Pero sobre todo al investigador Robert Gordon Wasson y a su esposa Valentina Pavlovna, considerados los padres del estudio de los hongos, quienes han escrito invaluables libros, estudiando entre otros los usos de la amanita muscaria.
A continuación, algunos de los poemas de María Sabina Magdalena García, la señora de los hongos de Huautla, en el corazón de la sierra mazateca:
– CURATE
“Cúrate mijita, con la luz del sol y los rayos de la luna.
Con el sonido del río y la cascada.
Con el vaivén del mar y el aleteo de las aves.
Cúrate mijita, con las hojas de la menta y la hierbabuena, con el neem y el eucalipto.
Endúlzate con lavanda, romero y manzanilla.
Abrázate con el grano de cacao y un toque de canela.
Ponle amor al té en lugar de azúcar y tómalo mirando las estrellas.
Cúrate mijita, con los besos que te da el viento y los abrazos de la lluvia.
Hazte fuerte con los pies descalzos en la tierra y con todo lo que de ella nace.
Vuélvete cada día más lista haciendo caso a tu intuición, mirando el mundo con el ojito de tu frente.
Salta, baila, canta, para que vivas más feliz.
Cúrate mijita, con amor bonito, y recuerda siempre…tú eres la medicina.”
MUJER ESPIRITU
Soy la mujer que sólo nací.
Soy la mujer que sola caí.
Soy la mujer que espera.
Soy la mujer que examina.
Soy la mujer que mira hacia adentro.
Soy la mujer que mira debajo del agua.
Soy la nadadora sagrada porque puedo nadar en lo grandioso.
Soy la mujer luna.
Soy la mujer que vuela.
Soy la mujer aerolito.
Soy la mujer constelación huarache.
Soy la mujer constelación bastón.
Soy la mujer estrella, Dios porque vengo recorriendo los lugares desde su origen.
Soy la mujer de la brisa.
Soy la mujer rocío fresco.
Soy la mujer del alba.
Soy la mujer del crepúsculo.
Soy la mujer que brota.
Soy la mujer arrancada.
Soy la mujer que llora.
Soy la mujer que chifla.
Soy la mujer que hace sonar.
Soy la mujer tamborista.
Soy la mujer trompetista.
Soy la mujer violinista.
Soy la mujer que alegra porque soy la payasa sagrada.
Soy la mujer piedra del sol.
Soy la mujer luz de día.
Soy la mujer que hace girar.
Soy la mujer del cielo.
Soy la mujer de bien.
Soy la mujer espíritu porque puedo entrar y puedo salir en el reino de la muerte.
Cuatro párrafos finales son suficientes para conocer y reflexionar sobre la profundidad del pensamiento de María Sabina, la señora de los hongos de Huautla de Jiménez, Oaxaca:
““Hay un mundo más allá del nuestro, un mundo que está lejos, también cercano e invisible. Ahí es donde vive Dios, donde vive el muerto y los santos. Un mundo donde todo ha pasado ya, y se sabe todo. Ese mundo habla. Tiene un idioma propio. Yo informo lo que dice.
“El hongo sagrado me toma de la mano y me lleva al mundo donde se sabe todo. Allí están los hongos sagrados, que hablan en cierto modo que puedo entender. Les pregunto y me contestan.
“Cuando vuelvo del viaje que he tomado con ellos, digo lo que me han dicho y lo que me han mostrado.”

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