CIUDAD DE MÉXICO.- La Cámara Nacional de la Industria de Transformación, representa 14 sectores industriales y tiene presencia en 76 regiones de México a través de sus delegaciones. En la frontera norte del país tenemos 14 delegaciones que concentran a empresas maquiladoras y de cadenas de proveeduría estratégicas con los Estados Unidos de Norteamérica.
La decisión del presidente Donald Trump de imponer aranceles a sus principales socios comerciales, México, Estados Unidos y China, impacta directamente en los consumidores estadounidenses y en las cadenas productivas en donde sus empresas tienen aliados comerciales en los tres países.
Estas cadenas productivas han logrado que el desempleo en México se encuentre en los niveles más bajos de su historia reciente, así como que el PIB per cápita en Estados Unidos sea el más alto de su historia, con consecuencias positivas para los consumidores y trabajadores en los tres países.
El objetivo de justificar estas decisiones por temas de seguridad nacional y de salud pública es una estrategia jurídica para imponer aranceles sin pasar por el Congreso de Estados Unidos y desviar la atención de la afectación que tendrán en productos consumidos por el pueblo de nuestro país vecino del norte.
El presidente Trump, ha reiterado que en su primer mandato no hubo impactos graves a su economía por la imposición de aranceles. En este momento la realidad es diferente. Un arancel general de 25% a todos los productos mexicanos impactará de manera negativa en los precios y la demanda interna, a su vez que dichos aranceles distorsionan la asignación eficiente de recursos, al impedir que se asignen en ventajas comparativas y se utilicen para corregir distorsiones de mercado.
Los problemas sociales que preocupan al gobierno de los Estados Unidos no se solucionarán desechando los logros que se han alcanzado con esfuerzo y trabajo en conjunto.
Si no se llega a acuerdos y se revierte la medida arancelaria rápidamente, se podrían perder hasta 1.8 millones de empleos en nuestro país, se incrementarán los precios inicialmente en Estados Unidos, con repercusión en los países vecinos, generando inflación, y se detendrá el poco crecimiento estimado para este año.
México es un país competitivo y aliado estratégico de sus socios comerciales. La reestructuración de cadenas de proveeduría sin depender de las empresas mexicanas y las filiales estadounidenses en territorio nacional sería un proceso largo y por demás costoso.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el Secretario de Economía Marcelo Ebrard, han anunciado públicamente el Plan B que contiene, según lo mencionado, medidas arancelarias y no arancelarias. Desde esta Cámara Industrial, ofrecemos nuestro apoyo para el diseño y perfeccionamiento de este plan desde la perspectiva de la pequeña y mediana empresa.
Urgimos a nuestro gobierno, a que coordine y tome las acciones y acuerdos necesarios al interior de nuestro país con los actores económicos y sociales, así como con los gobiernos de Canadá y los Estados Unidos para atender los problemas sociales de primera importancia que ha manifestado el gobierno de los Estados Unidos y en el proceso hacer que se derogue rápidamente el decreto que ha impuesto aranceles a los productos que importa ese país desde el nuestro.
Nuestro compromiso con México, el Gobierno Federal y nuestros afiliados es brindar información de la realidad de nuestra economía y con ello, se tomen mejores decisiones en beneficio del crecimiento económico, de las empresas y sus trabajadores para afrontar esta realidad que impacta no sólo a nivel político y económico, sino a nivel social por la integración de nuestra frontera norte con Estados Unidos.
Las delegaciones de la zona fronteriza vislumbran los siguientes impactos inmediatos:
Reducción de demanda de productos por su encarecimiento con el consumidor.
Pérdida de ingresos por menores ventas.
Exceso de demanda interna.
Desempleo en la franja fronteriza y el sector maquilador.
Reducción de la inversión y pérdida de competitividad.
A su vez a nivel macroeconómico se podría desencadenar un deterioro en la balanza comercial, presión en el tipo de cambio y un impacto directo en el Producto Interno Bruto.
Esperamos que el Plan B del gobierno incluya medidas de aplicación inmediata para:
Diversificación de mercados.
Ajuste en la cadena de valor para reducir el impacto de los aranceles.
Medidas arancelarias controladas con impacto controlado en el mercado mexicano.
No podemos caer en un juego de Suma Cero, representación que alude a una ventaja por un lado y una pérdida por el otro. Debemos tener una estrategia basada en una Ley de Proveeduría Nacional que impulse nuestras ventajas comparativas, una política industrial que responda a la realidad de México y una estrategia de contención y no de reacción.
Por último, y haciendo alusión al Plan México, reiteramos que la Cámara Nacional de la Industria de Transformación está comprometida a encontrar a la reconversión industrial, la reducción de dependencia de importaciones en productos e insumos con ventajas competitivas para su producción en México, a impulsar la diversificación de mercados diferentes a los Estados Unidos y a la relocalización de empresas que fortalezcan las relaciones comerciales con otras latitudes para consolidar un México Industrial.
AM.MX/fm