Por Pedro Camacho
La expresión “sin embargo” es una locución adverbial que sirve de puente entre dos enunciados; pero para que su uso sea correcto es necesario que esos dos enunciados tengan sentidos opuestos, aunque hay personas que la usan para enlazar frases del mismo sentido, lo cual es erróneo. Se puede decir, por ejemplo: “intentó detenerla; sin embargo, ella escapó”. Al decir “sin embargo” se está sosteniendo que “a pesar de lo anterior”. Por eso, el segundo enunciado debe ser opuesto al primero. Un ejemplo de mal uso de la expresión es este: “se fue caminando a su casa; sin embargo, llegó a pie”.