Roberto Vizcaíno
Confrontados, y entre recriminaciones del oficialismo de que los opositores son traidores a la patria frente a las acusaciones de PRI, PAN y MC de que las mayorías constitucionales de Morena, PT y Verde son inconstitucionales e ilegítimas, el Congreso se prepara para arrancar el segundo período de la actual Legislatura.
El inicio de los trabajos parlamentarios se dará con el envío de una nueva iniciativa de Reforma Político-Electoral por la presidenta Claudia Sheinbaum que adjunta dos temas a la presentada hace un año por entonces presidente Andrés Manuel López Obrador: la del rechazo y la penalización al nepotismo, y la de la anulación de la reelección de legisladores y alcaldes.
Todo lo demás, propuesto por AMLO el 5 de febrero anterior -desaparición del INE para que las elecciones vuelvan a ser organizadas y sancionadas por Gobernación; reducción del Tribunal Electoral; desaparición de la figura de legisladores pluris y reducción drástica de financiamiento a partidos, entre las más importantes y de fondo-, continuarán sin modificárseles una coma.
Con esta reforma reforzada culminaría el trámite en este período del paquete de 20 iniciativas del expresidente con que, durante el último año, se transformó de fondo al Sistema Político, Económico y Social postrevolucionario que operó desde el siglo pasado en México.
Así la reforma al Poder Judicial, la desaparición de órganos autónomos y la Político Electoral, que fueron aprobadas bajo la conducción de Adán Augusto López en el Senado y por Ricardo Monreal en San Lázaro, serán históricamente las que se recordarán como las del gran cambio del país.
A estas se podría ahora sumar la muy cuestionada y rechazada reforma del Infonavit que es señalada como una argucia para que el gobierno de Claudia Sheinbaum pueda disponer discrecionalmente de varios billones de pesos del fondo de vivienda de los trabajadores.
Período legislativo que correrá al parejo de lo que serán las primeras repercusiones de la política de repatriación de capitales, empresas e industrias norteamericanas anunciada por el presidente Donald Trump.
Y de la deportación de quizá cientos de miles de migrantes mexicanos quienes regresarán a México en busca de empleo y una reinserción social dentro de un contexto violento y dominado por los cárteles y el crimen organizado.
Junto con las primeras acciones del magnate desde la Casa Blanca en contra de los cárteles mexicanos denominados ya por su administración como enclaves terroristas al sur de su frontera, lo que le permitirá aplicar sanciones a empresas y fondos o cuentas bancarias que considere vinculadas a los grupos delictivos, además de acciones policiales o hasta militares en territorio mexicano.
Será un tiempo mexicano por demás complicado en lo interno y externo.
CARTELES JUSTIFICAN LA INTERVENCIÓN DE TRUMP EN MÉXICO
Y para entenderlo, una muestra.
En pleno despliegue militar en la frontera de EU con México ordenado por el presidente Trump para sellar el paso de migrantes y droga, agentes de la Patrulla Fronteriza que intentaron evitar que varios indocumentados cruzaran el Río Bravo, fueron atacados a balazos por grupos armados desde el lado mexicano.
El ataque, reportado por el teniente Chris Olivarez de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, CBP, de Estados Unidos, en una entrevista al portal ValleyCentral.com, fue repelido por los agentes estadounidenses quienes rápidamente fueron reforzados por soldados del Ejército norteamericano, así como por agentes de Migración, de la ATF y policías de Texas.
Ali Bardley, reportero del portal NewsNation, dijo tener información de que los atacantes son parte de un cártel de las drogas.
“Los informes indican que los presuntos miembros del cártel estaban intentando empujar a un grupo de indocumentados a través del río hacia Texas, pero ninguno de ellos lo logró”, dijo en redes sociales.
Del lado mexicano igual llegaron elementos del Ejército que rastrearon la zona -¿qué cree usted?, sí, acertó- sin localizar a los agresores.
Los hechos se dieron el lunes a las 2 de la tarde en la ribera del Bravo en el poblado de Fronton, en el condado de Starr, Texas, colindante con Los Guerra, Municipio de Miguel Alemán, en la llamada “frontera chica” de Tamaulipas.
Este ataque se da justo en medio de un incremento de la narcoviolencia en Tamaulipas, estado que vive desde hace al menos dos decenios en estado de guerra entre grupos criminales, y que durante los meses recientes ha vivido un notable aumento en balaceras y secuestros, que han derivado en un importante éxodo de población, principalmente de comunidades rurales.
En este ambiente el poblado de Los Guerra, con unos cientos de habitantes, es uno de los más afectados por su cercanía con EU.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU, el poblado de Fronton, Texas -cercano a Los Guerra-, igual con unos cuantos cientos de habitantes, es base de un cuartel oficial de operaciones de drones y globos detectores de calor para ubicar cruces ilegales por la frontera.
La respuesta inmediata y de fuego de alto calibre de las fuerzas estadounidenses, provocó la rápida huida de los atacantes, que todos ubican como sicarios de carteles de la droga, que utilizan a migrantes para el trasiego de droga hacia EU.
De lo que no hay duda ahora es que este ataque será aprovechado por Trump para justificar no solo la militarización y sellado de su frontera con México, sino de su decisión de detener y deportar a migrantes que son utilizados como correos para introducir droga a EU, y para combatir a los cárteles mexicanos de la droga.
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