*Hay más decepciones amorosas que traiciones a la amistad, porque el amor prolifera, mientras los auténticos amigos se cuentan con los dedos de una mano. Los otros son los pitufos que buscan la sombra de un árbol frondoso y enorme que les permita sortear las inclemencias económicas, sociales, políticas. No es cierto que a los afectos se les visita en la cárcel, se acude a su lecho de enfermo en los domicilios y en los hospitales; la verdadera empatía tiende la mano sin esperar agradecimiento… vi a mi padre hacerlo muchas veces. Quien ayuda esperando retribución es alguien que desea convertirte en cliente político o acreedor
Para el clan Trespalacios Guerrero
con cónyuges incluidos
Gregorio Ortega Molina
La diferencia entre la tragedia griega y el drama de Shakespeare, también marca la distancia entre amor y amistad. Menelao fue a Troya a cobrar su traición a París, a quien le abrió su casa; con Elena se arregló de otra manera.
¿Qué determina que Julieta y Romeo decidan quitarse la vida? Nadie ha traicionado, sólo se enfrentan a la incomprensión, saben que no aceptarán la unión familiar entre montescos y capuletos. La eterna discordia únicamente superada por un intenso amor, de igual manera que José recibió a María. Lejos de pensar en el suicidio huyen a Egipto para salvar la vida del fruto de su unión.
Mientras las manifestaciones de amor se multiplican porque quienes se entregan no condicionan su pasión, en la amistad sucede lo contrario, porque cuando es sincera adquiere la dimensión de una responsabilidad humana y social. A las familias -padres, cónyuges, hijos, nietos- las amalgama la pasión por los suyos, incluso más allá de la razón (conversé con la madre de un asesino serial y le resultó imposible verlo como culpable).
La amistad escasea, porque casi nunca es sincera, intervienen intereses y compromisos, la búsqueda de favores, la manera de enriquecerse por encima de la ley. Los amigos se reconvienen, sin temor a lastimarse, porque cuando disponen el oído a escuchar las razones y consecuencias de los actos emprendidos en lo profesional, lo político, lo administrativo e incluso lo familiar, quien escucha tiene la certeza de que no hay dobles intenciones, pues el que le habla no es un lambiscón, un discípulo, un empleado dispuesto a cerrar los ojos ante la corrupción y el favoritismo.
Hay más decepciones amorosas que traiciones a la amistad, porque el amor prolifera, mientras los auténticos amigos se cuentan con los dedos de una mano. Los otros son los pitufos que buscan la sombra de un árbol frondoso y enorme que les permita sortear las inclemencias económicas, sociales, políticas. No es cierto que a los afectos se les visita en la cárcel, se acude a su lecho de enfermo en los domicilios y en los hospitales.
La verdadera amistad tiende la mano sin esperar agradecimiento… vi a mi padre hacerlo muchas veces. Quien ayuda esperando retribución es alguien que desea convertirte en cliente político o acreedor.
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