Por José Cruz Delgado
*Indignación por otra del Cablebús.
*Vecinos exigen la suspensión inmediata de las obras.
*Inadmisible que el desarrollo económico esté por encima de la biodiversidad.
La construcción de una estación del teleférico a espaldas del obelisco a Lázaro Cárdenas, promovida por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, ha desatado una ola de indignación entre los vecinos de las colonias del Panteón y Gertrudis Bocanegra, quienes denuncian un grave caso de ecocidio. Según los habitantes, esta obra pone en inminente peligro de extinción a los zopilotes, una especie emblemática de la región cuyo hábitat natural se encuentra en la zona intervenida.
“Es una barbaridad lo que están haciendo. Estas aves son parte de nuestro ecosistema, pero parece que al gobernador solo le interesa llenarse los bolsillos sin importar las consecuencias ambientales”, declaró un vecino de la colonia Gertrudis Bocanegra.
El área afectada, que anteriormente era un refugio natural para estas aves, ha comenzado ser atrasado para dar paso a la construcción del proyecto turístico. Expertos ambientales advierten que los zopilotes cumplen un papel vital en el equilibrio ecológico, ya que actúan como carroñeros y ayudan a mantener limpia la zona. Sin embargo, el ruido, la destrucción de árboles y la alteración del ecosistema han ahuyentado a estas aves, muchas de las cuales no podrán adaptarse a un nuevo entorno.
“Es inadmisible que el desarrollo económico esté por encima de la biodiversidad. Esto no es progreso, es destrucción”, comentó un representante de un colectivo ecologista local.
Los vecinos exigen la suspensión inmediata de las obras y que se realicen medidas de mitigación ambiental. En tanto, las críticas hacia Ramírez Bedolla crecen, calificándolo de ambicioso y negligente por priorizar proyectos millonarios sin considerar los daños colaterales.
“Ya basta de tanto abuso. El gobernador está destruyendo nuestro patrimonio natural solo para engordar su billetera”, denunció otro residente, quien también hizo un llamado a las autoridades federales para intervenir.
La situación ha encendido las alarmas no solo entre los habitantes de Morelia, sino en todo el estado, donde ya se cuestiona la viabilidad y necesidad del teleférico frente a la creciente crisis ambiental. Mientras tanto, los zopilotes, símbolo de resiliencia y equilibrio ecológico, ven amenazada su existencia en un Michoacán que parece dar la espalda a su propia naturaleza.”