Henrique González Casanova del Valle (1924-2004), estudió en la Facultad de Derecho de la UNAM, en El Colegio de México y en la Escuela Nacional de Antropología. Fue profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde fundó en 1954 la Gaceta UNAM, y profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Embajador de México en Portugal y en Yugoeslavia.
González Casanova representó en el siglo XX, en México, la fusión de lo mejor del viejo y del nuevo periodismo; diseñó e impulsó en los nuevos programas de Ciencias Políticas, la preparación cultural y ética de los futuros periodistas. En su trabajo como periodista, muchos de sus textos estaban calzados con sus iníciales H.G.C. También utilizó el seudónimo Alfredo Vivar, como apunta María del Carmen Ruiz Castañeda en su obra monumental:“Diccionario de seudónimos, anagramas, iníciales y otros alias usados por escritores mexicanos y extranjeros que han publicado en México”. Como editor dirigió la Gaceta UNAM en 1954 y la revista Universidad de México. Fundó, junto con Fernando Benítez, el suplemento cultural de Unomásuno, donde publicó su columna “Sábado, domingo y feria”.
Colaboró en el suplemento “México en la Cultura” del diario de Novedades, “La Cultura en México” de la revista Siempre!, con su columna “Personas y Lugares”, en la que abordaba cuestiones relacionadas con el estado de la educación en México, fuera ésta elemental o superior, pues considerada apremiante acelerar el proceso educativo de los mexicanos, y argüía : “Ser independiente no consiste tan solo en haber logrado vencer las primeras sombras de la ignorancia, ser independiente supone la aptitud de pensar con independencia es preciso que el pueblo y sus gobernantes no tengan miedo a la inteligencia”.
González Casanova impulsó la creación de la licenciatura en periodismo (1951). En una conferencia expresó: “La Universidad, al establecer dicha carrera más que una profesión aspira a dar una base cultural, intelectual, para que esta profesión sea ejercida con aptitud y juicio, pero la escuela no puede sustituir el ejercicio profesional con las aulas. Es urgente establecer el derecho a la información como uno de los derechos del hombre, una necesidad que satisface el periodista, que debe prepararse para ejercer su función social de la mejor manera”.