CIUDAD DE MÉXICO.- Alejandro Moreno Cárdenas, senador de la República y dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), expresó su rechazo categórico a la reforma del Poder Judicial que fue aprobada en el Senado de la República.
En una entrevista para Aristegui en Vivo, Moreno advirtió que México se encamina hacia una dictadura con la implementación de esta reforma, la cual, según su análisis, destruye el equilibrio de poderes en el país y pone en riesgo la estabilidad del sistema judicial.
El senador priista describió el proceso de aprobación de la reforma como uno cargado de presiones y amenazas hacia los legisladores de la oposición, lo que a su juicio derivó en una “locura” legislativa que nunca se había visto en los últimos 40 años de la política mexicana.
Durante la entrevista, Alejandro Moreno señaló que la reforma impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador fue aprobada con una mayoría construida mediante coerciones políticas.
El grupo parlamentario del PRI, según Moreno, resistió las amenazas y votó en bloque en contra de la iniciativa, a pesar de lo que describió como una fuerte persecución política orquestada desde el gobierno.
Es verdaderamente lamentable lo que ocurrió, pero nosotros asumimos nuestra responsabilidad y dimos el debate.
Moreno también se refirió a las dificultades enfrentadas durante la sesión del Senado, señalando que la sede fue cercada por granaderos, lo que dificultó el acceso de los legisladores y del personal del Poder Judicial que buscaba manifestarse contra la reforma.
Alejandro Moreno afirmó que el PRI fue el único grupo parlamentario que no perdió a ningún legislador durante la votación, manteniéndose firme en su postura de rechazo.
Atribuyó esta unidad a la convicción de que la reforma judicial es perjudicial para el país, al romper el equilibrio de poderes y fortalecer el control del gobierno sobre las instituciones judiciales.
“El PRI votó en contra porque creemos que esta reforma es una locura, destruye el sistema judicial y coloca en peligro el régimen democrático de México”, aseveró.
El senador señaló que, a pesar de las presiones, el grupo priista mantuvo su integridad y votó de acuerdo con sus principios, priorizando los intereses del país por encima de cualquier consideración partidista o personal.
El líder del PRI también criticó lo que considera una coincidencia sospechosa entre la votación de la reforma judicial y la reunión de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE), donde se discutían cambios en los documentos básicos del PRI que permitirían la reelección de Moreno como presidente del partido.
Según Moreno, el dictamen favorable que había sido preparado por el área técnica del INE fue modificado a último momento, y él recibió mensajes durante la sesión del Senado instándolo a negociar votos a favor de la reforma judicial a cambio de apoyo en la Comisión de Prerrogativas.
Primero está México, y antes muerto que votar a favor de esa reforma.
Alejandro Moreno subrayó que la reforma judicial, al otorgar mayor control al gobierno sobre el Poder Judicial, es comparable con lo que ha sucedido en países como Venezuela y Nicaragua, donde los regímenes autoritarios han debilitado a las instituciones democráticas y cooptado los sistemas judiciales para consolidar su poder.
El senador llamó a reflexionar sobre las lecciones que se pueden extraer de estos países, advirtiendo que la aprobación de la reforma en México podría significar el inicio de un proceso similar de erosión democrática.
Moreno insistió en que se debe detener esta tendencia antes de que sea demasiado tarde y llamó a la sociedad y a los actores políticos a cerrar filas en defensa del régimen democrático y del equilibrio de poderes en el país.
Moreno insistió en que el PRI no claudicará en su lucha por defender la democracia y el estado de derecho en México.
“Nos mantuvimos firmes y lo seguiremos haciendo, porque creemos en el México democrático, en el respeto a las instituciones y en la necesidad de un Poder Judicial independiente”, subrayó.
El senador lamentó que la reforma judicial haya sido aprobada bajo condiciones que, según él, no reflejan un verdadero diálogo democrático, sino un ejercicio de poder coercitivo por parte del gobierno.
“Lo que vimos ayer en el Senado no fue un proceso legislativo normal; fue una imposición”, afirmó.
AM.MX/fm