Por José Cruz Delgado
El gobernador morenista de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, ya se le metió entre ceja y ceja construir un teleférico y un metrobús en la capital michoacana, aunque se dice que es un negocio personal, porque le ha aprendido muy bien a su amigo y ex jefe Eloy Vargas Arreola.
El mequetrefe que Michoacán tiene como gobernador dice que ambas obras dizque forman parte de la Agenda Estatal por la Movilidad Urbana Sustentable, con la cual se pretende transformar la calidad de vida de la población, garantizando el derecho a la ciudad y a la movilidad, en condiciones de seguridad.
El problema es que por capricho y para joder a la Comisión Reguladora del Transporte quiere imponer esas obras en Morelia. Ahora se entiende por qué de un momento a otro cambió su actitud con alcalde Alfonso Martínez, pues lo quiere convencer de que su proyecto es una “chingonería” y no se oponga.
Según dice que el proyecto del metrobús ya se encuentra en la Unidad de Inversiones en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el cual ha sido también revisado por Banobras con comentarios positivos. Pues sí, posiblemente, que aprueben el recurso quien sabe, ya ve usted que a Michoacán nadie lo quiere.
Le comento que tanto él como sus paleros como Juan Pablo Celis Silva, presidente de Morena y la titular de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres, Alejandra Anguiano González, así como la secretaria de Movilidad a producto de gallina nos quieren vender la idea de que son proyectos fregones aunque el pueblo esté en contra, pero a Ramírez Bedolla le vale madre el pueblo bueno y sabio.
Dicen las autoridades que en Michoacán, siete de cada 10 mujeres utilizan el transporte público, por lo que contar con un servicio digno y que garantice su seguridad se podrá lograr con el teleférico para las ciudades de Morelia y Uruapan, pero se equivoca, para que haya seguridad debe haber una estrategia, lamentablemente no la hay, eso sí, en la Secretaría de Seguridad Pública sigue impera do la presunta corrupción y curiosamente el gobernador se hace de la vista gorda.
Primero hay que cuidarlas de la delincuencia y después las ocurrencias.
El gobernador dice que el gobierno de Michoacán continúa con la socialización con diversas organizaciones sociales y colonias del municipio. Miente, no se ha reunido con el gremio transportista que dirige José Trinidad Martínez Pasalagua, al contrario, cuando protestaron los mandó reprimir.