Andy S. K. Brown
AMLO lo tenía todo y…
Sí, gobernó con los pies
Experredistas marxistas
Hace unas semanas un avezado observador político estadounidense comentaba el enorme poderío de López Obrador.
Tiene al Ejército y a la Marina.
Tiene a las Cámaras del Congreso de la Unión.
Tiene al INE y al Tribunal Electoral.
Tiene un pie metido en el Poder Judicial.
Tiene a Carlos Slim.
Y tiene a “El Mayo”.
Hace unos días corrigió el vecino del Norte:
¡Ya no tiene a “El Mayo”!
¡Ya lo tenemos nosotros!
El poder se le acaba.
* * *
“Ya van a descansar mis pies” es la confesión que ayer hiciera AMLO de lo que ha sido un gobierno literalmente manejado “con las patas”.
En reciente columna Carlos Loret lo sintetizó:
“… cuatro años de desabasto de medicinas y desaparecer el seguro popular dejó a 30 millones de mexicanos sin servicios de salud; este sexenio tuvo 30% más homicidios que el sexenio pasado; fue mal negocio hacer el AIFA, el Tren Maya tiró 7 millones de árboles, la Megafarmacia es un chiste caro y la refinería Dos Bocas costó el doble y aún no funciona; el hijo de AMLO vivía en una mansión en Houston, Pío López Obrador recibió dinero en efectivo en sobres amarillos y dijo que era para su hermano, y Amílcar Olán se volvió multimillonario de la noche a la mañana y contó que fue gracias a los contratos que le dieron sus íntimos amigos, los hijos de López Obrador; en Segalmex se robaron 15 mil millones de pesos y el director general sigue trabajando en el gobierno. Y muchas más.”
Sí. Muchas más. Pero, por fortuna, ahora que se vaya a “La Chingada” van a descansar sus pies.
Y nosotros ¡de tantas metidas de pata”
* * *
Los experredistas Araceli Saucedo y José Sabino Herrera, a quienes ayer Claudia Sheinbaum diera la bienvenida a las filas guinda de Morena son unos auténticos marxistas.
Y no crea usted que ese marxismo obedezca a las teorías que don Karl plasmó en “El Capital”.
No, tampoco porque crean en las bondades de la Revolución de Octubre –que en realidad fue en noviembre– que hizo surgir a la ya desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Menos porque sostengan que los medios de producción deben estar en manos de sus trabajadores.
Son marxistas de la corriente Groucho.
Sí aquel personaje que aquí conocimos como uno de “Los Tres Chiflados” que acuñó la célebre frase que siguen fielmente los trapecistas y chaqueteros de la política a la mexicana:
“Estos son mis principios. Si no les gustan, tengo otros”.
Para desternillarse de risa, ¿verdad?
@AndySKBrown1