Por José Cruz Delgado
La antorcha de la libertad sigue encendida, y quien asegure que la oposición fue desaparecida por el partido oficial se equivoca, millones de ciudadanos y ciudadanas no están de acuerdo con Andrés Manuel López Obrador y seguirán luchando por echar a Morena de Palacio Nacional.
Si bien es cierto que arrasó en los comicios del 2 de junio, no quiere decir que las y los mexicanos estén conformes con el desempeño del presidente, votaron para asegurar la pensión no por convicción, pues el oficialismo emprendió una campaña negra de difusión asegurando que de votar por los opositores se les iban a quitar los programas sociales.
La oposición está viva y dispuesta a seguir luchando contra el oficialismo que pretende perpetuarse en el poder a como de lugar.
Ya lo dijo Claudia Sheinbaum, va a continuar con el legado de quien la puso en el poder porque sabe que de contrariarlo hasta puede echarla de la presidencia, pues el bastón de mando lo tiene López Obrador, se lo prestó para la campaña y nada más.
Será López Obrador quien tenga los hilos del poder, quien tome las decisiones e imponga su agenda y Claudia será, como se ha venido diciendo, la gerente presidencial.
Como dije, son millones los inconformes que seguirán en la lucha a través de uno o más partidos que pudieran surgir, incluso con lo que queda de los tradicionales. La más visible para encabezar un nuevo partido opositor sigue siendo Xóchitl Gálvez.
Vienen las elecciones intermedias y puede haber muchas sorpresas, la oposición no está muerta, está en receso y en período de reorganización.
Está comprobado que la oposición se levanta de los golpes, cae pero no la noquean. El que haya perdido los dos poderes (Ejecutivo y Legislativo) no quiere decir que esté muerta.
Son embargo no hay que perder de vista que el Poder Judicial está a punto de sufrir una reforma y con ello, el oficialismo tendrá el control absoluto que con el paso del tiempo se convertirá en una dictadura como en Venezuela, de acuerdo al Plan C pero siempre habrá patriotas que se opongan a vivir bajo la bota de gobiernos gorilescos. Al tiempo.
Ya tiene prácticamente el control del Tribunal Electoral y prácticamente del INE y en próximas fechas será controlado por el gobierno federal, como en antaño.
El descontento popular existe pero no es evidente, para eso son los programas sociales, para acallar cualquier intento de insurrección política, pero llegará el momento en que no serán suficientes para acallar los brotes de inconformidad. En los pasados comicios la mayoría de los electores dijeron que votaron por el dinero que les daba López Obrador, porque esa idea se las regaló el ejército electoral al servicio del régimen a los que pomposamente llaman “Servidores de la Nación”.
La candidata electa Claudia Sheinbaum no ofrece nada nuevo,es más de los mismo, obedece a ciegas lo que indica su hacedor, será vicepresidenta, el bastón de mando lo tendrá Andrés Manuel López Obrador hasta que el partido oficial sea echado de Palacio Nacional por la oposición, mientras tanto seguirá la corrupción y el desmantelamiento de las instituciones (las pocas que quedan) para mantener el control absoluto y al igual que el PRI lo hizo, perpetuarse en el poder hasta que el cuerpo aguante hasta lograr la tan anhelada dictadura.
El ofrecimiento de Claudia Sheinbaum a los mexicanos es un Estado ligado a la sospecha de sus ligas del crimen organizado. La candidata electa seguirá haciéndose de la vista gorda y mostrando respeto a los señores del crimen como lo hace López Obrador y continuarán los abrazos y los balazos para las y los mexicanos que se han visto inmersos en una guerra letal entre carteles y prueba de ello son los casi 200 mil muertos que dejara como herencia el presidente a su sucesora, mientras que sus lacayos legisladores (as) que dicen defender al pueblo sin complices por su silencio.