Por Pedro Camacho
Los cronistas deportivos son, salvo tan honrosas como contadas excepciones, ejemplos vivos del mal hablar y del mal expresarse. Entre las muchas tonterías y frases hechas que suelen decir están aseveraciones como la supuesta disyuntiva que un equipo tiene para ganar, “sí o sí”. También insisten en que tal o cual deportista está “mal y de malas” o que alguien envió un pase “preciso y precioso”. Pero el colmo es el caso de quienes, al hablar de tiempo añadido a los encuentros, dice que “se agregarán cinco minutos más”, como si pudieran agregarse cinco minutos menos…