miércoles, octubre 9, 2024

ISEGORÍA: De la realidad a la administración pública

Sergio Gómez Montero*
Cómo, antes, los gobernantes llegaban a reunirse de amigos sabios que se atrevían, igual que él, a darle orden y sentido a lo que en aquel entonces era la ciudad. El salto a la realidad, para el gobernante, siempre ha sido por lo común una especie de sorpresa, pues aún no existe la formación académica que, al menos aquí en México, extienda el título profesional sobre la materia. Habría que platicar largamente con Sócrates y Pitágoras (con Aristóteles en especial) para tener algunas ideas sobre el cómo gobernar en general, para luego conocer, en concretito, los problemas que afectan al país, para entonces comenzar a dar los primeros pasos, con mucho cuidado, a fin de gobernar este país.
Así, o más menos así, va a estar la conformación del gabinete de trabajo de Claudia Sheinbaum, con una consigna en común desde el inicio: trabajo en serio, pues son muchísimas las tareas que esperan a quienes conformen ese primer grupo de arranque desde ya, no para mañana, lo mismo al interior del país, que se encuentra en particular agitado por la presencia de las reformas que formuló pero no terminó de concretar el gobierno actual, pero que también, en el exterior se encuentra en la actualidad de cabeza: por la realización de procesos electores duros y complejos en Estados Unidos y Francia y con una vida migratoria que se incrementa a nivel mundial, ejerciendo ello presión suficiente desde afuera.
Pero no sólo eso, hoy la administración publica va a estar sometida a una visión y supervisión como nunca antes, pues el peso del voto eso implicó y eso va a conllevar: se quiere, sí, que el voto se transforme en obras, pero en obras que en efecto favorezcan a las mayorías y no se conviertan sólo en relumbrón para los que gobiernan. En otras palabras, que la administración pública sea democrática: del pueblo y para el pueblo, tal y como fueron las elecciones.
A diferencia de otras administraciones públicas, pues, la que viene con el gobierno próximo, con el entrenamiento de la transición sus habilidades administrativas las irá adquiriendo en la medida que el tiempo pase, para lo que no habrá tiempo de entrenarse es con entrarle de lleno a las demandas populares, con el cómo darle respuesta a ellas que están allí, en la calle, en el campo, con los árboles frutales, con los animales, con las máquina, y sobre todo con los hombres que allí trabajan, unos quebrándose el lomo de a diario, mientras que otros son quienes le meten capital a las empresas,
Quizá nuevo sea, es que de una u otra manera habrá nuevas formas de arbitrar las relaciones entre los actores de la producción, aunque aún sin modificar ni con el pétalo de una rosa las cuestiones tributarias: Estado y capital están de acuerdo en la materia.
Mas de una u otra manera habría que ver (a quien corresponda verlo) seguridad, tráfico de drogas y de hombres, atención de migrantes, educación, cultura, salud y una lista de problemas más larga que las teclas que tiene el teclado de la computadorcita en la que tecleo.
*Profesor jubilado de la UPN/Ensenada

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