Pablo Cabañas Díaz.
Rubén Salazar Mallén (1905-1986), desengañado del comunismo y fatigado por el fascismo, forjó en la decepción la conciencia de que en nuestro país los espacios y canales de disidencia son una farsa. Lo conocí en la Facultad de Ciencias Política a mediados de los años 70. Era profesor de “Historia de las Ideas Políticas”. Me llamó la atención en esos años de que gustará llamarse anarquista: no por creer realizables los principios de esa doctrina, sino para aislarse lo más posible de la política organizada. Es el único nihilista mexicano: estaba contra cualquier ejercicio de poder, incluso, contra aquél que pretendía abrogarlo. Hombre de izquierda como de derecha, comunista y fascista a tiempo y destiempo, amigo de políticos como Miguel Alemán y de radicales como José Revueltas. Periodista demoledor y atento maestro de los jóvenes. Vivió y agotó el siglo XX mexicano en casi todas sus aristas Octavio Paz, nunca le perdonó haberlo acusado de oportunista.
En 1937, Rubén Salazar Mallén realizó una crítica en El Universal sobre el poema “No pasarán”, al cual denominó como “una caja de palabras completamente vacía, un aspaviento demagógico para ignorantes de poesía” Salazar Mallén, acusó a Paz de haber sido promovido más por su actividad política que por la poética. Tenía razón,en 1988, Paz publicó una serie de artículos denominados “Ante un presente incierto” que eran una extensa apología sobre las elecciones del 6 de julio de ese año, cuando Carlos Salinas de Gortari ganó la polémica elección para la Presidencia de la República.
El segundo enfrentamiento de ambos literatos fue ampliamente comentado por Emmanuel Carballo en “México en la Cultura“, en él se afirmó que Octavio Paz “había hecho suyas ideas de Samuel Ramos y Salazar Mallén” para El Laberinto de la Soledad. Lleno de ira Paz salió al paso con una frase demoledora: “Uno de los artículos de Salazar Mallén que nadie recuerda y un libro de Samuel Ramos que todo mundo conoce, son mis fuentes secretas. De paso, no estoy en contra del plagio cuando la víctima desaparece. “Ya se sabe que el león se alimenta de corderos” Salazar Mallén trató de defenderse con cierto humor y recordó que el propio Ramos le había dedicado “El perfil del hombre” y “La cultura en México”, así: “Para el amigo y compañero Rubén Salazar Mallén, descubridor del ¿complejo de La Malinche?”
Su libro más importante; Cariátide es la primera novela mexicana donde se incluye la lengua de la calle y las mentadas de madre se hacían explícitas. Por la publicación de Cariátide , Jorge Cuesta y Salazar Mallén fueron acusados y procesados por atentar contra el pudor y las buenas costumbres, pero fueron exonerados por el juez Jesús Zavala en 1932. A Cariátide la mala suerte la perseguiría, porque nunca fue publicada. En una borrachera, Salazar Mallén la quemó, porque, decía, esa noche hacía mucho frío y la usó para calentarse, aunque luego retomaría el tema en Camaradas. Desterrado de la República de las Letras por un dictatorial Octavio Paz ofendido por la acusación de oportunista, Salazar Mallén sufrió como un apestado agresiones y acusaciones de biempensantes y advenedizos. Escritor maldito, que arrojó a las llamas varios de sus manuscritos, dijo una vez. El suyo fue el de escribir sobre la miseria humana.