Sergio Gómez Montero*
¿Cómo ver hoy el panorama mundial, cómo analizarlo; qué nos depara; cómo pinta la caja de pandora que él es? Determinado de manera anárquica por varios de los procesos electorales que durante este año se van a realizar a nivel mundial, no sólo ello, hoy, lo marca. Hay un proceso más radical y determinante que cada día se deja ver con más fuerza y que obliga a estar preparado para enfrentarlo desde ahora.
Pero hágase el análisis con más detenimiento. Así, al respecto es preciso no olvidar que un poco después de la primera mitad del XIX la Comuna de París marcó la presencia mundial de una nueva fuerza política, determinante a partir de entonces: la fuerza del trabajo, enfrentada al capital en muy diferentes frentes de batalla. Ya, poco después, a principios del XX las revoluciones en Rusia, Alemania y México dejaron bien establecido que el capital no la iba a tener fácil para dominar el sentido de la vida humana: desde entonces tiende a disminuir así la capitalización del mundo. Aunque, se reconoce que también desde entonces el trabajo ha tenido que luchar de manera ardua para frenar los embates del capital. Hoy, precisamente, se atraviesa a nivel mundial por una de las etapas más arduas de esa lucha, como lo estamos viendo aquí, en el país, ahora que las fuerzas más retrógradas del neoliberalismo están haciendo todo lo posible por volver a ocupar el poder.
Pero, ¿qué está pasando a nivel mundial que hoy mantiene en ascuas a la población del mundo entero? Un síntoma que agobia y aterroriza: la ofensiva ultraderechista que se registra en varios puntos del orbe. Preocupa, entre otras varias cosas, la expansión militarista de Israel y Ucrania con el abierto apoyo económico y militar de Estados Unidos y Europa. A contrapelo, los estudiantes y los intelectuales de nuestros vecinos del norte salen a las calles a reclamar sobre el por qué de ese apoyo. Preocupan, también, los aires libertarios que soplan en varios países del Cono Sur (en Argentina estudiantes y maestros colman las calles de Buenos Aires para oponerse a Milei y su política) y el ataque sucio y vejatorio que se está dando en España en contra de su dirigente socialista Pedro Sánchez. Es pues en ese derechizado panorama mundial en el que hoy se enmarcan, de manera conjunta, el fin de sexenio de AMLO (enfrentado a fondo en contra del Poder Judicial, encabezado por la SCJN) y la elección del nuevo Ejecutivo sexenal, ya definido electoralmente desde ahora, a un mes que se realicen las elecciones en el país: nadie duda, antes del segundo debate entre aspirantes presidenciales, que la próxima ganadora de esas elecciones (con una ventaja del cielo a la tierra) será Claudia Sheinbaum, candidata de Morena y que ella va a ser la que, dentro y fuera del país, tendrá que hacer frente a esa derechización creciente que hoy ensombrece al mundo y que sin duda va a requerir de una gran habilidad gubernamental para hacerle frente. Será sencillo gobernar si no se olvida, entre otras muchas cosas, la siguiente sentencia de doña Rosa Luxemburgo: “Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.
*Profesor jubilado de la UPN/Ensenada