Por José Antonio Chávez
Xóchitl Gálvez es la retadora en este proceso electoral del 2024 y es la que necesita arriesgar más si quiere arrebatarle la corona a su adversaria, Claudia Sheinbaum.
La presidencial de la oposición sabe que necesita atacar y atacar como en una pelea de box, pues como retadora debe ofrecer más de la candidata oficial del partido en el Poder.
Si bien los números están parejos, Xóchitl necesita convencer un 10 por ciento más que su adversaria, pues para nadie es secreto que para que se pueda llevar el triunfo necesita una votación masiva que evite que se la puedan robar.
Tiene que repetir la votación de Vicente Fox o al menos apegarse lo más cercano que s epoda para poder evitar que le metan gol los morenos que, al estar en el Poder cuentan con las herramientas para mermarle, por no decirle embarazar urnas y más.
El tiempo es muy corto y Xóchitl tiene la tarea de buscar el voto de los indecisos, ese sector que puede cambiar la elección.
Tal vez por eso la Presidencial del PRI, PAN y PRD está trabajando con los líderes de esos partidos, Alejandro Moreno “Alito”, Marko Cortés y Jesús Zambrano en la construcción de lo que será su gobierno, si llegara a ganar.
De entrada, saben que los de enfrente, andan espantando a la gente que si gana Xóchitl desaparecerán los programas sociales. Los morenos tienen esos 20 millones de beneficiarios como su base de piso de arranque, una cifra extraordinaria y con ventaja sobre sus adversarios.
Bueno, Xóchitl Gálvez, como le adelante, anunció que esos programas sociales no desaparecerán y para ello firmó el compromiso cuya palabra quedó empeñada y para convencer dijo que tan es así, que se estarán reforzando para hacerlos, los programas más eficientes.
Hablar de los programas sociales, el líder del PRI, Alejandro Moreno sabe que estarán callando bocas a los morenos, pues los desarman con su estrategia de querer hacer a Xóchitl la villana que les quitaría ese beneficio.
Desde luego que si un partido sabe de esos programas sociales, pues es el propio PRI, es el partido que por años fue criticado por dar beneficios a los mexicanos en diferentes sectores, por ejemplo a los hombres del campo, las familias de las colonias vulnerables, los subsidios a alimentos, como la leche de la famosa Conasupo, etcétera.
Hoy son la base de este México que con este gobierno alcanzó una cifra oficial de unos 20 millones de beneficiarios y una bomba potencialmente electoral.
Los opositores saben que esa cifra también hay un 20 por ciento que no está de acuerdo con la forma de gobernar de AMLO y son votos que pueden estar a favor de Xóchitl, en consecuencia, saben que si se meten a fondo en ese resto de unos 16 millones, tal vez puedan lograr traerse uno o dos millones más.
Los programas sociales juegan un papel más que significativo en esta etapa electoral, los opositores lo saben y saben que es una de las preocupaciones de los que reciben el beneficio, por eso anunciaron que arrancaran una campaña de difusión para llegar a ese sector para que estén seguros que si llega Xóchitl, esos programas, no solo seguirán, sino se reforzarán. Que estarán mejor.
OJO POR OJO, AZUL VACIO, PUES AUDITORIO TAMBIÉN
Parece que Claudia Sheinbaum le regresó la pedrada a su compañera de partido, Clara Brugada en su evento del Auditorio Nacional que, a pesar de tener cupo para diez mil personas, quedaron largos huecos de por lo menos un 40 por ciento.
No se llegaba la gente y ya estaba a punto del arranque, la hora fatal que se acordó para iniciar, simplemente paso a segundo término. La candidata estaba que tronaba.
Porque le digo que parece que se la regreso Sheinbaum, bueno porque basta recordar el evento en el Estadio Azul que la Presidencial no pudo llenar, aquel 24 d octubre del año pasado en plena precampaña como la corcholata consentida.
Le atribuyó toda la responsabilidad a Martí Batres y Clara Brugada que se oponían que fuera el delfín de la ex jefa del gobierno de la CDMX, Omar García Harfuch el candidato. Por eso le hicieron el vacío. Les ayudó, también el líder de Morena en la Ciudad, Sebastián Ramírez, el mismo que también en el Auditorio recibió una paliza de rechiflas.
POR REELECCION PRESIDENTAS DEL CONGRESO
El viernes arrancaron las campañas rumbó al Congreso de la Unión, compiten por la reelección las presidentas del Senado, la morenista Ana Lilia Rivera y de la Cámara de Diputados, la priista Marcela Guerra. Sin duda lograran su objetivo.
Mientras que, en el resto del país, la pelea está divida entre los morenos de Mario Delgado y los opositores de Alejandro Moreno “Alito”, Marko Cortés y Jesús Zambrano.
Los opositores avanzaron terreno después de la desfondada que les atizó el actual Presidente López Obrador en las elecciones del 2018 que les ganó, no solo la Presidencia sino el Congreso y con mayoría calificada de los dos tercios en San Lázaro.
Llegó al PRI y al PAN, Alito y Marko para aliarse en las intermedias con el PRD en un Frente Opositor contra la marca AMLO de Morena.
Esa estrategia les dio oxigeno puro porque pudieron recuperar 50 diputaciones federales y eliminarle la mayoría calificada que le permitía al Presidente aprobar lo que le viniera en gana. En la Ciudad de México ganaron, a Sheinbaum 9 de las 16 alcaldías, un severo golpe que los tiene hoy en la lona y una gran oportunidad para que el candidato a la CDMX, el panista Santiago Taboada se pueda coronar.