Rajak B. Kadjieff / Moscú, Rusia
*De mercado a eje político de la nación rusa.
*Está en Kitai-Gorod, corazón histórico del comunismo.
*Con el Kremlin, es Patrimonio de la Humanidad
*En la isla de Záyachy venera espiritualmente a las liebres
Uno de los lugares más emblemáticos de Rusia es la Krasnaya Ploshchad, la Plaza Roja, icono que se encuentra en Moscú y es una exhibición de belleza, ya que Krasnaya significa rojo y su objetivo era la de ser el mercado principal de la ciudad.
Quienes visitan Rusia creen que la Plaza Roja, que se encuentra entre el Kremlin y el histórico barrio de Kitai-Gorod, es un símbolo del comunismo, pero no es así: desde 1990, y debido a la UNESCO, la Plaza Roja y el Kremlin son patrimonio de la humanidad.
Otra de las características de Rusia es el frío, y no exclusivamente por las personas que pueden ser poco menos amigables que italianos o españoles o hasta latinoamericanos, pero en sí por el frío climático que se está presente por estar cerca de los polos y que le ha servido de protección a muchas invasiones en la historia.
El histórico ejército de Napoleón Bonaparte cayó allí y durante la Segunda Guerra Mundial ocurrió lo mismo con las tropas de Adolfo Hitler al intentar invadir Rusia en 1942, y el hielo es aún en la actualidad tan letal que lastima a la gente, a tal punto que en 2010 más de 150 personas resultaron muertas o heridas en San Petersburgo por la caída de estalactitas de hielo.
Al igual que en India se puede ser devoto a las vacas, o en Australia se protege al canguro por ser un animal que está ligado histórica y espiritualmente al país, en una parte de Rusia en la Isla Záyachy, se venera a las liebres.
En la isla que está a orillas del río Nevá solían vivir miles de liebres que sufrieron el azote de inundaciones en los siglos XVIII y XIX, y casi se extinguieron por completo, y la leyenda cuenta que una de ellas logró salvarse al esconderse en un bote, de allí nace el nombre de la isla -Záyachy = Liebre-, y una estatua con su semejanza física se alzó en uno de los puentes de la ciudad.
Cuando se construye una habitación que está adornada con paneles de ámbar, decorada con hojas de oro y que además era un símbolo de lo que antiguamente era el territorio ruso, Prusia y que formaba parte del Palacio de Catalina de Tsárskoye Seló en San Petersburgo, difícilmente se puede pensar que pueda desaparecer.
La idea era que este recinto o cámara no fueran tomados durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que se ordenó que se desmantelara, se lleva a la ciudad de Konigsberg en Alemania donde se reconstruyó y permaneció desde 1979 hasta 2003.
El cuarto que tenía más de 55 m2 y contaba con más de seis toneladas de ámbar es en la actualidad un misterio porque no se sabe donde yace.
Rusia es sinónimo de comunismo y eso sucedió porque en 1917, durante la noche del 25 de octubre, los grupos llamados bolcheviques propinaron un golpe al gobierno temporal de Rusia exactamente a las 2:10 am de la mañana.
Para honrar aquel episodio histórico que los marcó para la eternidad, existe un reloj especial en el comedor blanco del Palacio de Invierno que muestra aquella hora y que hace más de cien años que no se le da cuerda.