Por José Antonio Chávez
El gobernador con licencia de Nuevo León, Samuel García estaba muy atento en lo que acontecía en el Congreso del estado porque sería la toma de protesta del su sucesor interino.
Desde luego que estaba más que planeado reventar la ceremonia de la toma de protesta del nuevo sucesor de Samuel, toda vez que no sería su secretario de gobierno que impulsó hasta el último minuto.
Los diputados del PRI y del PAN que mantienen mayoría, decidieron cerrar el recinto, pero los agitadores contrarios y seguidores o pagados por don Samuel, dieron el portazo para ingresar al salón de plenos e impedir, momentáneamente rindiera protesta el vicefiscal, Luis Enrique Orozco.
Al final del día, la mayoría de diputados se impuso para que se declarara gobernador interino a Luis Enrique, eso si después del zafarrancho que protagonizaron los enviados de Movimiento Ciudadano que incluso lanzaron nubes de gas lacrimógeno.
Por ley o por reglamento constitucional, en Nuevo león, los responsables de poner al gobernador interino, es el Congreso del estado, en consecuencia, Samuel García quería violentar las leyes al querer imponer a su secretario de Gobierno, Javier Navarro.
El sábado es el plazo para que el nuevo gobernador interino tome las riendas del estado, sin embargo, Javier Navarro adelantó que no reconocerán ese gobierno y culpa, como argumento que hay impugnaciones ante el Poder Judicial que no quieren atender.
Lo llamó espurio y que no están de acuerdo con los diputados que le hayan tomado protesta, obviamente es el pleito casado del gobernador con licencia que quiere ser Presidente con los diputados del PRI y del PAN que mantienen la mayoría y lo tienen amarrado de las manos.
Para nadie es secreto que los actos de rebelión de ingresar la muchedumbre para reventar la sesión y lanzar insultos contra los diputados en el pleno que abarrotaron después de dar el portazo, le puede salir muy pero muy caro al partido naranja y su joven gobernador.
Fue un acto, sin duda orquestado por la propia autoridad que puso en riesgo la integridad física de los legisladores, pues los rijosos se apostaron cara a cara contra los diputados con las agresiones verbales que un poco más pudo desatar en agresiones físicas.
El interino estará en el cargo, al menos los seis meses que necesita Samuel García para hacer su campaña como Presidencial del propietario de Movimiento naranja, Dante Delgado.
Es un cargo que difícilmente podrá aspirar ganar, aunque la tarea, para nadie es secreto que es la de quitarle o tratar de quitarle votos a la candidata del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez y de paso lograr entre el 10 y 12 por ciento para alcanzar millonarias prerrogativas, que es el verdadero interés y, claro, quedar bien con el que manda en Palacio Nacional.
Por lo pronto, los actos violentos que se registraron en Nuevo León, provocaron un estado de ingobernabilidad que le puede costar muy pero muy caro a don Samuel, toda vez que la entidad hoy por hoy está más que dividida y no gozas, el partido naranja de la gran mayoría de simpatías con las que ganó la gubernatura. El pleito entró en su segunda etapa, gobierno estatal contra diputados locales opositores y sus familiares.
Que tan grave está ese encontronazo y la persecución a los diputados locales que tuvieron que ser respaldados por los dirigentes del Frente Amplio por México, Alejandro Moreno del PRI, Marko Cortés del PAN, y Jesús Zambrano del PRD, incluso hasta la presidenta de la Cámara de Diputados, de extracción priista y representante por Nuevo león, Marcela Guerra, eso si en su carácter de legisladora.
DESECHAN TERNA A LA CORTE Y ESPERAR UNA NUEVA
La terna de aspirantes para ocupar la plaza que dejó el ministro Arturo Zaldívar, fue rechazada por el Senado que preside la morenista, Ana Lilia Rivera.
Esa terna fue calificada por los opositores como amigas del Presidente, anote a Bertha María Alcalde, hermana de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde; Lenia Batres, hermana del actual jefe de gobierno de la CDMX, Martí Batres; y la Consejera Jurídica de la Presidencia, Estela Ríos González.
Una de las aspirantes con mayor fuerza para ser votada o aprobada, era precisamente la hermana de la secretaria de Gobernación, Bertha Alcalde. Los coordinadores de las bancadas opositoras, del PAN, Julén Rementería, del PRI, Manuel Añorve y del PRD, Miguel Angel Mancera la veían con bueno ojos, no al 100 por ciento, pero si pasó la prueba.
Sin embargo, en la votación a pesar de haber alcanzado el mayor número de las tres con 44 de los 112 presentes, no les alcanzó al partido del Presidente y sus aliados, pues por ley se necesitan los dos tercios del pleno.
Los rechazados, fueron Lenia Batres con solo cinco votos y Estela Ríos con tres votos, una cifra de vergüenza para ambas.
El Senado se compone de 128 legisladores, Morena 58, Verde 7, PT 6 y Encuentro Social 4, en total y aliados alcanzan 75, mientras que el PAN, 19, MC, 13, PRI, 10 y PRD 3, un total de 45. El resto es sin partido.
Ahora con el rechazo por no alcanzar Morena los dos tercios de la votación, el Presidente por reglamento tendrá que mandar otra terna, si es rechazada y no alcanza la votación para aprobar una de esa nueva terna en los próximos 30 días que se tiene como plazo para su votación, López Obrador podrá designar una de esas tres y punto.
Por eso los opositores la pensaron con la terna pasada, pues veían con buenos ojos a Bertha Alcalde, pero no le depositaron los votos. Vamos a ver que sorpresa les manda, ahora el Presidente con la nueva terna de nombres que pueden ser más complicados en la aceptación de la pasada.