Por Pedro Camacho
Es sorprendente la cantidad de personas que escriben con “Z” en lugar de “s” sustantivos femeninos terminados en “esa”, como baronesa, danesa, tigresa, portuguesa y muchos más, derivados de sustantivos masculinos Ello ocurre, quizá, porque relacionan esos sustantivos con otros, como ligereza, belleza, tristeza, tibieza, etcétera. Solo los sustantivos abstractos, como estos últimos, se escriben con “z”. Los gentilicios, como leonesa; los cargos, como condesa, y otros sustantivos concretos, no abstractos, como alcaldesa, se escriben con “s”.