Pablo Cabañas Díaz
Con el 39% de las preferencias electorales,Claudia Sheinbaum ganó la encuesta interna de Morena y se convirtió en la candidata presidencial que postulará Morena en las elecciones de 2024.El desánimo de Marcelo Ebrard al saberse el perdedor de esta contienda lo llevó a tachar de cobardes a Mario Delgado líder nacional de Morena y al gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, en su calidad de presidente de la Consejo Nacional de su partido.Desde días antes, el ex canciller denunció irregularidades y actos de corrupción de parte de Sheinbaum. Minutos antes del evento de quien encabezaría a los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, y en el que Claudia fue declarada ganadora, Ebrard anunció en entrevista en Radio Formula, que él quedaba fuera de la contienda y que convocaría a los suyos a una asamblea, para determinar si siguen o no en Morena y cual es la ruta que ellos deben de seguir para estar en la boleta en el 2024
Después de que las encuestas de Morena dieran por ganadora a Sheinbaum los gobernadores morenistas firmaron un documento en el que aseguran que “el proceso cumplió plenamente con las reglas y objetivos que el Consejo Nacional estableció en la convocatoria correspondiente, ya que fue un ejercicio transparente, democrático, unitario y sobre todo participativo”. Al igual lo hicieron la mayoría de los diputados de Morena.Este hecho nos hace recordar un libro escrito por Enrique Márquez :“¿Por qué perdió Camacho?” (1995), una de las personas más próximas al mentor político de Ebrard, Manuel Camacho. En el libro, Márquez narra con lujo de detalles el momento en que Camacho Solís se enteró de que no iba a ser el candidato a la Presidencia por boca del propio presidente Carlos Salinas de Gortari. Cuenta un hecho acontecido hace 29 años, cuya parte central es la pregunta que le hizo Manuel Camacho a Carlos Salinas:“ Carlos, por qué fue Colosio por qué no fui yo”. Salinas le respondió “Manuel, yo creo que cometiste algunos errores, cometiste errores de trato con el equipo y errores de posición política, eres un hombre sincero, dices lo que piensas, eres inteligente y estás bien informado. Cometiste el error de aliarte con mis enemigos y eso hizo que disminuyera la confianza en ti”. La desilución de Camacho ahora parece repetirse en la persona de su discípulo más cercano . En 1999 Camacho y Ebrard fundaron el Partido de Centro Democrático (PCD) que existió de 1999 al 2000 año en que perdió su registro. La pregunta que queda de estos hecjos es a quién beneficiaría una tercera candidatura presidencial. No parece una oferta ganadora, sino una aspiración minoritaria llamada, a quitarle votos a la oposición más que a Morena. Quien observó bien los arrebatos de Ebrad desde el 16 de agosto pasado fue Gerardo Fernández Noroña quien denunció que el ex canciller cometía actos de discriminación hacia los demás contendientes ya que estaba desesperado pues sabía que era el perdedor de la contienda en virtud de que todas las encuestas apuntaban a que Sheinbaum estaba adelante de Ebrard a quien siempre las encuestas lo colocaron en el segundo lugar en ese proceso.