sábado, septiembre 28, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Dr. Atl: “El agitador”

Pablo Cabañas Díaz.
Gerardo Murillo, (1875-1964),  mejor conocido como Dr. Atl, fue un personaje excentrico sobre su biografía se han tejido gran cantidad de historias que lo convierten casi en mito. Pintor, escritor, geólogo, vulcanólogo, filósofo, crítico de arte y activista político. Inició estudios de pintura en Guadalajara, a los 19 años de edad; a los 21 se trasladó a la Ciudad de México para ingresar en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Un año después el gobierno de Porfirio Díaz le otorgó una beca para estudiar en Europa.
En la Universidad de Roma estudió filosofía y en La Sorbona de París, derecho penal. A su regreso a México impartió clase en la Academia de San Carlos, donde lo llamaban “El agitador,” por persuadir a profesores y alumnos a pensar diferente, a ser irreverentes y subversivos. Diego Rivera, su alumno y amigo cercano, escribió en el texto “La increíble historia del Dr. Atl”, que “enseñó a ser insolentes a todos los jóvenes”. Otros de sus discípulos fueron David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.
En 1910 realizó una protesta frente a la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, ya que con motivo de las fiestas del Centenario de la Independencia organizaron una exposición con piezas de artistas españoles. El gobierno le otorgó tres mil pesos para que le diera fin, los cuales invirtió para montar una exposición con obra de artistas mexicanos, entre ellos Francisco de la Torre y Diego Rivera.
A la muerte de Carranza se autoexilió en Francia, donde publicó un periódico sobre la Revolución Mexicana e impidió un préstamo por parte de bancos franceses a Victoriano Huerta. Regresó a México bajo el seudónimo de Giorgio Stello, capitán aviador de la Real Fuerza Aérea Italiana.
Su mítica vida empieza cuando  se embarcó en el puerto de Veracruz con rumbo a Europa, pero en Nueva York una fuerte tormenta azotó el barco en que viajaba por lo que llegó a pensar en su muerte, pero tras salir ileso del percance le pusieron el sobrenombre de Atl, agua en náhuatl. Se ha dicho quesu  título de doctor se lo otorgó Leopoldo Lugones, por haberse doctorado en filosofía, sugiriéndole que como Atl es muy simple, debía llamarse Dr. Atl.
Otra de las incógnitas que no se han resuelto, es su supuesta autoría del diseño del telón de cristal elaborado por la casa Tiffany de Nueva York para la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, que mencionó como propia en alguna ocasión.
El Iztaccíhuatl y el Popocatépetl quedaron plasmados en sus lienzos y literatura. Sus paisajes dedicados al origen del Pedregal de San Ángel y la zona aurífera de Oaxaca, entre otras regiones, lo colocan al mismo nivel que  los excelsos pintores José María Velasco y Joaquín Clausell.En 1956 recibió la Medalla Belisario Domínguez que otorga el Senado de la República y dos años después se hizo acreedor al Premio Nacional de Bellas Artes.
Realizó una vasta obra de caballete, retratos, autorretratos, paisajes, algunos de gran formato. El Museo Nacional de Arte del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura resguarda una colección de dibujos que donó a México.

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