Por Rodolfo González Sarrelangue
Tomás Mojarro, analista político y hombre sabio, fue maestro de muchas generaciones, entre las cuales me incluyo. Una de sus frases favoritas era: “La realidad es intransigente; estés o no de acuerdo con ella, ¡así es!
Esta frase puede ser aplicable al inquilino de Palacio, quien descalificó la marcha del pasado domingo 13 de noviembre, aunque aceptó de manera benevolente que habían sido 50 o 60 mil los asistentes, mientras que sus corifeos, como el secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama se atrevió a reconocer 12 mil y su jefa, Claudia Sheinbaum Pardo, quien andaba de Conferencia Magistral en Tuxpan, Veracruz, reconoció, sin precisar, que habían sido varios miles.
“Fíjense ustedes nada más. Hoy hubo una marcha, allá en la Ciudad y en otras ciudades del país, no juntaron más que unos cuantos miles de personas: marchaban según esto para defender al INE. ¿Saben quién marchó? Fíjense nada más, aquí los maestros me van a entender: Elba Esther Gordillo, Roberto Madrazo -¿Si saben quién fue? El primero que le hizo fraude electoral al presidente, Andrés Manuel López Obrador, en Tabasco”
La guerra de cifras es de acuerdo al mejor postor y van de las 12 mil de Batres, a las 50 o 60 mil del Presidente, a 810 mil estimados por los organizadores y 810, 378 de la empresa Kurtzbefehle, que estimó vía satelital una superficie cubierta de 270 mil 126 metros cuadrados del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución.
El afán de minimizar las cifras o que, por lo menos, fueran 100 mil obedece a una promesa del inquilino de Palacio, el 29 de septiembre de 2020, en la cual ofreció que con una manifestación de 100 mil mexicanos en contra renunciaba y se iba a La Chingada, su rancho en Palenque, Chiapas.
“En mi caso, a la primera manifestación de cien mil y que yo vea que en las encuestas, ya no tengo apoyo, a Palenque, Chiapas. Ni siquiera espero…este…la revocación de mandato. Ahí nos vemos”
Entre quienes vieron con prudencia la marcha pro INE, está el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, quien destacó la importancia de escuchar a la población y no incursionar en regresiones.
“Hacer las cosas bien es, precisamente, hacerlas bien, escuchando, no imponiendo y no incursionar en regresiones o conquistas ciudadanas. Lo que sea para bien del país, de la transparencia y de la democracia es lo que haremos. Por eso les garantizo que vamos a hacer bien las cosas”
En torno a la Reforma Electoral, Monreal Ávila precisó que el Senado hará un estudio minucioso, serio y una revisión puntual de lo que la Cámara de Diputados, como cámara de origen, apruebe.
Esta postura del senador morenista implica casi su adiós al partido que ayudó a formar, junto con el inquilino de Palacio. La definición y favoritismo presidencial hacia tres corcholatas conocidas, casi en plena pre campaña, orillará a Monreal Ávila a dejar las filas de Morena y manejarse abiertamente a tender puentes con las voces disidentes, lograr la reconciliación nacional y plantear la corrección de los errores del inquilino de Palacio.
El saldo preliminar de la marcha fue el siguiente: se realizó en más de 63 ciudades, 4 países, con una asistencia estimada de 810 mil personas vidrios, inmuebles vandalizados, lesionados y acarreados: CERO. Tampoco hubo entrega de Frutsis o tortas; emoción y convicción por México, A TOPE y amor por nuestro país, de todas las clases sociales que se reunieron: TODO.
Llamó la atención una gran presencia de jóvenes, quienes iban organizados con sus pancartas y son los que llegaron al monumento a la Revolución para fijar su deseo de que no se les regrese a un pasado que no vivieron, sino a un mundo democrático y de oportunidades para ellos; iban también jóvenes -hombres y mujeres- acompañados de sus padres, quienes al ser entrevistados mostraron una forma de expresarse que envidiaría el inquilino de Palacio, cuya pobreza de lenguaje y lentitud para dar a conocer sus ideas es evidente cotidianamente.
Dentro de las propuestas de la Ley Electoral , aunque no habla de desaparición, sí se emplea el término sustitución. Ya no sería INE, sino Instituto Nacional de Consultas y Elecciones (INEC) (Art. 35) Asimismo, ¿a qué obedece la desaparición de los Institutos Electorales Locales, para concentrarlos en el INEC, con la participación de los tres poderes de la Unión.
Nuevamente volveríamos a un centralismo que, en aras del ahorro de recursos, pasaría por alto que los estados son libres y soberanos. Igual pasaría con los Tribunales Electorales Estatales.
Hubo detractores de la marcha, encabezados por el inquilino de Palacio, quienes dijeron que ésta fue solo de “gente bonita” y no se percataron que hubo de todas las clases sociales y del pueblo, incluso dos señoras portaban un cartel que decía: “Ya fui a misa y estoy defendiendo a México” y otro con la siguiente leyenda: Estoy aquí por el futuro de mis hijos y mis nietos” Alguien dijo que uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Es obvio que el signo de clasismo, racismo y discriminación que tanto critica es del Presidente, quien debería desde el principio serlo de todos los mexicanos y no solo de lo que él llama “el pueblo bueno”
Esta marcha constituye la primera llamada de muchas que vienen, con tal de impedir el viaje al pasado que pretende el inquilino de Palacio, quien si quiere hacerlo, como dice la colega Adela Micha lo haga solo.
El malestar físico del Presidente es más que obvio, pues aunque él dijo que no había nota y que solo con los 60 mil participantes que estimó en la marcha no hubieran llenado el Zócalo, lanzó el reto para que lo hagan, en vez del “striptease conservador” del domingo 13 de noviembre pasado. Ojo señor presidente, estar en desacuerdo no significa ser enemigos y en una democracia se vale disentir y es la oportunidad de sentarse con opositores para lograr consensos. Sus dichos lo desnudan.
Ahora, si la marcha fue intrascendente, ¿por qué darle tanta importancia? Si los manifestantes se hubieran dirigido al Zócalo, el lleno estaba garantizado, no solo la plancha, sino las calles aledañas. Desafortunadamente decidieron no hacerle el juego, porque de lo contrario estaríamos en espera de que usted cambiara su residencia a La Chingada, su rancho en Chiapas.
Suponiendo que no fueron los 810 mil que plantean los organizadores y que solo marcharon 200 mil, de acuerdo a Google Earth, la superficie del Zócalo es de 192 por 240 metros. Eso da una capacidad para 3 habitantes por metro cuadrado, lo cual significaría un total de 138 mil 240 personas y si tomamos las calles aledañas como Madero, 5 de Mayo y 16 de Septiembre, hasta el Eje Lázaro Cárdenas, más 20 de Noviembre y Pino Suárez, la cifra aumenta a 168 mil 826 personas.
Es un hecho que la impotencia y frustración por no haber logrado regresar al Ejército a los cuarteles, acabar con la corrupción, instaurar un auténtico estado de Derecho, bajar el precio de las gasolinas, no robar y no permitir que nadie se aproveche de su cargo, acabar con fraudes electorales, no endeudar al país, garantizar la seguridad a las inversiones, construcción del Tren maya, medicinas gratuitas, creación de 100 universidades públicas en todo el país, venta del avión presidencial, crecimiento del 4 por ciento en el sexenio, erradicar la violencia y garantizar la seguridad, entre otras promesas, lo tienen en crisis y se le nota. Cuide su salud, no insulte, discrimine y no haga corajes. Reflexione, admita errores y corrija el rumbo.
Como siempre tiene otros datos o cambia de opinión, hay bienestar por decreto, puede que no se tenga crecimiento, pero hay bienestar y casi un 70 por ciento de popularidad. Pero señor presidente, ser reconocido no implica éxito en sus proyectos y ya le quedan 683 días para cumplir con sus promesas, siempre y cuando el Creador, como usted dice, no opine lo contrario.
