CIUDAD DE MÉXICO, 27 de febrero (AlMomentoMX).- El presidente Donald Trump nombró a Brad Parscale, ex asesor y experto en diseño de páginas web y márketing digital, como jefe de la campaña con la que buscará la reelección en noviembre de 2020, un objetivo para el que ya lleva más de un año recaudando fondos.
Con dos años y medios de antelación, la campaña del presidente dio un paso más al anunciar que colocaba al frente de la operación a Brad Parscale, que trabajó en el equipo electoral de Trump en 2016 como director de la estrategia digital.
Lejos de los habituales hombres de partido o expertos en recaudación, el mandatario apostó por el brujo digital que hizo de Facebook, la geolocalización y la selección de audiencias uno de los motores del sorprendente triunfo de Trump en 2016.
Parscale no solo se dedicará a “construir una infraestructura” para la carrera electoral de 2020, sino que también proporcionará apoyo a candidatos republicanos en las elecciones legislativas de noviembre de este año, en las que se renovará la Cámara Baja y parte del Senado.
Brad Parscale, de 42 años, es un empresario especializado en diseño de páginas web y marketing digital que no se implicó en política hasta 2015, cuando fue contratado para crear un portal de internet para la incipiente campaña de Trump.
Aunque su cargo era el de director de operaciones digitales, Parscale desarrolló una relación cercana con el yerno de Trump, Jared Kushner, y tomó las riendas del gasto de la campaña en anuncios televisivos y redes sociales, además de trabajar con el secretariado del partido republicano para movilizar a votantes.
Según la cadena CNN, Parscale contrató a empleados de Facebook para aprovechar esa red social con el objetivo de promocionar a Trump y perjudicar a la candidata demócrata, Hillary Clinton.
Uno de los grandes golpes de Parscale fue advertir en el tramo final de campaña que estados como Virginia u Ohio ya no iban a cambiar su voto, y redirigir los recursos hacia Michigan y Wisconsin, donde las posibilidades de victoria eran mayores. Esta decisión no sólo implicó un aumento de la propaganda electoral en dichos territorios, sino que llevó al propio Trump a combatir ahí en persona.
“Tomé hasta el último centavo y lo invertí en anuncios en esos estados”, ha dicho el estratega. El resultado fue que el republicano, pese a obtener en el cómputo nacional 2.8 millones de votos menos que Clinton, ganó las elecciones por los 77 mil votos de diferencia cosechados en Michigan, Wisconsin y Pensilvania.
El nuevo jefe de campaña de Trump ha insistido en que no estaba al tanto de ningún esfuerzo de Rusia para influir en la campaña de 2016 a favor de Trump, y el año pasado testificó sobre el tema en los comités del Congreso que investigan esa presunta injerencia.
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