jueves, marzo 28, 2024

TEMAS CENTRALES: La Intercampaña, un receso sui géneris

Miguel Tirado Rasso
mitirasso@yahoo.com.mx

El domingo pasado, se formalizaron las candidaturas presidenciales de los postulados por los tres principales partidos PRI, PAN y Morena, y sus coaliciones, Todos por México, Por México al Frente y Juntos haremos Historia, respectivamente.
Finalmente y, ahora sí, con todas las de la ley, José Antonio Meade, Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador son oficialmente los candidatos, ya sin ficciones, aunque sí con restricciones, porque ahora quedan sujetos a una especie de ley de la mordaza que les impide lo elemental que necesita cualquier aspirante a un cargo de elección popular en campaña, solicitar el voto de los electores.
De acuerdo a lo declarado por funcionarios del INE, a partir del 11 de febrero y hasta el 29 de marzo, los candidatos pueden dar entrevistas, asistir a reuniones (privadas) y formular declaraciones. No pueden: participar en mesas de debate, de análisis o redondas con más de un candidato, asistir a mítines, marchas o asambleas, hacer llamados al voto o en contra de otros candidatos y aparecer en spots.
La precisión es del INE, ante el receso de casi dos meses que impone la ley, que nadie se explica ni parece tener sentido práctico, y que sólo causa dudas y confusión, al interrumpir la actividad proselitista cuando los candidatos están entrando en calor. Una interpretación forzada de la autoridad que obliga a los candidatos a ser muy cuidadosos en sus actividades y pronunciamientos para no ser acusados de incurrir en actos anticipados de campaña, porque la sanción es mortal: la cancelación de su registro como candidatos. Aunque esta posibilidad resulte muy remota.
El período de intercampaña resulta conveniente para unos e inoportuno para otros. Para quienes llevan años de campaña, como el candidato de Morena, no preocupa un intervalo en su promoción. En las encuestas, es por mucho, el candidato más conocido, tras cerca de 15 años de campaña ininterrumpida. Así que, tranquilamente puede darse el lujo de suspender sus actividades proselitistas, lo que hasta podría beneficiarle, ante los riesgos que representan sus no siempre afortunados comentarios. De ahí que López Obrador haya sido el más convencido en respetar, hasta el extremo, estos tiempos de silencio, declarándose en “huelga de entrevistas”.
Igualmente, al candidato panista, este receso no le afecta mucho, pues está posicionado, después de más de dos años de recorrer el país, preparando su auto postulación al amparo de su cargo al frente de su partido. No es pues, una sorpresa que el queretano aparezca como la segunda figura más conocida en las encuestas.
A quien sí le resulta poco conveniente esta pausa, es al candidato del PRI, porque le interrumpe el ritmo de sus actividades de exposición y posicionamiento. Y es que, es el único de los candidatos, incluyendo a los tres independientes que estarán en las boletas electorales, que no aparecía como aspirante antes de su lanzamiento en diciembre pasado, por lo que es el que menos tiempo ha dedicado a su promoción. Con dos meses de precampaña, sin embargo, ha logrado que se le conozca en una alta proporción, aunque por encontrarse en una tercera posición, según las encuestas publicadas, le es indispensable aprovechar todo los tiempos y oportunidades para fijar su mensaje y posición.
Tampoco a los candidatos independientes les cae bien este intermedio, porque mientras ellos estaban buscando las firmas para cumplir con los requisitos para su registro, sus contrincantes partidistas gozaron de dos meses de precampaña que buena falta les hubieran hecho y ahora tendrán que esperar hasta el 30 de marzo para incorporarse a la campaña. No obstante, habría que reconocer que Margarita Zavala, Jaime Rodríguez y Armando Ríos Piter, los dos primeros, más que este último, han estado en los medios desde hace un buen tiempo, por lo que no son del todo desconocidos en esta competencia.
Habrá que ver cómo se las ingenian los equipos de campaña de los candidatos para sacarle provecho a estos 47 días, promoviendo a sus candidatos sin que los acusen de cometer actos anticipados de campaña. Porque el tiempo sigue corriendo y algunos necesitan más exposición que otros.

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