José Cruz Delgado
Dicen que nadie sabe dónde despacha el que funge como delegado de la Sedesol en Michoacán, Gerónimo Color Gasca y que es un fantasma porque nadie lo ve, además de que se niega a conceder entrevistas a los medios de comunicación porque según él lo quieren para pedirle dinero.
Se equivocó con él el secretario de Sedeseol, Luis Miranda Nava, quien en el pecado llevará la penitencia porque seguramente la va a traer muchos problemas.
Así de corta es la mentalidad de este funcionario que sigue los pasos de su padrino político, el nefasto exgobernador Víctor Manuel Tinoco Rubí, quien por cierto anda buscando una senaduría por el PRI pese a sus múltiples traiciones a su propio partido y que desde lo oscurito apoya otros candidatos para obtener dádivas políticas para sus consanguíneos.
Pues sí, nunca está en su oficina este nefasto frustrado funcionario de Sedesol que a toda costa quiere ser diputado local o federal y se la pasa haciendo grilla, dizque haciendo amarres para lograr la candidatura a costa de la dependencia, claro está por lo que hay que vigilarlo muy de cerca y amarrarle bien las manos para que dilapide los recursos de los programas sociales para satisfacer sus ambiciones políticas.
Pero no hay que ser mal pensados, a Color Gasca sí le puede localizar, ¡Pero en el faceboock!, pues a través de su perfil publica fotos todos los días con presidentes y funcionarios de la dependencia en reuniones. ¿De trabajo o políticas?
Esa es una práctica muy común de él pues de esa manera busca darse a conocer.
En la dependencia la secretaria únicamente expresa que no sabe en dónde se puede localizar al funcionario.
Ojalá que Luis Miranda Nava, quien es el titular de Sedesol federal vaya tomando cuentas en el asunto y le llame la atención a su subalterno y en lugar de andar haciendo política barata personal se ponga a trabajar para el bien de los michoacanos.
El propio Silvano Aureoles debe inconformarse con este funcionario ambicioso y enfermo de poder para que sea removido y llegue otra persona comprometida con los michoacanos.
Como tiene razón el presidente del PRI en Michoacán y diputado federal Víctor Silva Tejeda al señalar que el PRD es de corta memoria al recordarle el daño que los ex gobernadores perredistas, Leonel Godoy Rangel y Lázaro Cárdenas Batel ocasionaron a Michoacán, ya que en sus mandatos la inseguridad en el estado se acrecentó y se generó un desfalco financiero que a la fecha no tiene fin.
Por cierto que la Auditoría Superior de Michoacán, curiosamente no ha encontrado nada irregular en dichas administraciones porque están solapados por José Luis López Salgado, militante activo del PRD y esbirro de Godoy y Cárdenas Batel.
Silva Tejeda puso el dedo en la llaga al señalar que desde que Lázaro Cárdenas Batel estuvo al frente de la administración (2002-2008), Michoacán ocupó el primer lugar nacional en corrupción en sus instituciones de seguridad pública. Y en 2010, ya con Leonel Godoy como gobernador, el Sistema Nacional de Seguridad Pública Michoacán se mantenía como la entidad con los índices de corrupción más elevados en sus corporaciones de seguridad.
“Como ejemplo tenemos la Presa J. Múgica y el interminable Teatro Matamoros, por citar sólo algunos”.
Y sí, los perredistas en Michoacán encabezados por Carlos Torres Piña se dan baños de pureza y aplauden todo que hace el gobernador en turno, para ellos nada está mal y son ejemplo de perfeccionismo y se hacen de la vista gorda con los casos de corrupción en gobiernos perredistas anteriores.
Para ellos sólo los del PRI son los malosos y corruptos como si ellos fueran una “blancas palomitas”.
¡Hipócritas!
¡Otra más del gobierno estatal!
Ante las reiteradas denuncias ciudadanas y las violaciones continuas de los cuerpos policiacos contra los derechos humanos de la ciudadanía, el diputado Carlos Quintana Martínez, pidió a las corporaciones policíacas municipales y estatales, conducirse con la ley en mano y limitar su actuar a lo que establecen los reglamentos y las leyes vigentes.
Y es que de acuerdo al legislador local, parecería que se ha emprendido una “cacería de brujas” contra los automovilistas, puesto que más allá de una política de seguridad, los retenes y la detención ilegal de vehículos sólo han resultado en la imposición de multas a diestra y siniestra, respondiendo más a una medida recaudatoria que a una medida de vigilancia.
Hay que recordar que el propio gobierno estatal dio una prórroga a los automovilistas para que regularizaran la situación de las unidades pero les ha valido madre, dicen los usuarios. El gobierno de Michoacán tiene doble discurso pues mientras que habla de dar facilidades de pago realiza operativos para detener e infraccionar a quienes no han pagado.
“A partir de la instalación de supuestos “retenes de vigilancia”, numerosas denuncias ciudadanas se han levantado; las personas se sienten maltratadas, atropelladas por el actuar de los policías, quienes han asumido una actitud de acoso contra los automovilistas y reparten multas al por mayor”.
Aunque las autoridades aseguran que estos retenes responden a una política preventiva y de seguridad, “no estaría mal que informaran a los michoacanos y morelianos cuántos delincuentes han detenido; cuántos autos con denuncia de robo han recuperado; cuántos delitos han encontrado o cuántas armas han incautado”.
Todo es una trampa para castigar a la ciudadanía pues la inseguridad sigue adelante tanto en Michoacán como en Morelia.