viernes, marzo 29, 2024

Se hacen agua 500 mdp y ganancias millonarias para piperos con la contingencia del agua

CIUDAD DE MÉXICO, 8 de noviembre (AlmomentoMX).- Un completo negocio redondo resultaron los trabajos de mantenimiento del Sistema Cutzamala en donde se hicieron agua 500 millones de pesos en tubo en forma de “K invertida” que no sirvió de nada y en el jugoso negocio de los piperos que se embolsaron más de 60 millones de pesos al comercializar el suministro de agua, para los 7.8 millones de personas afectadas.

El propósito de esta K invertida era asegurar que el servicio de agua no fuera interrumpido en futuras reparaciones del Sistema Cutzamala. Sin embargo, todo quedó igual que como estaba desde hace 36 años.

Cinco años de estudios técnicos terminaron en fracaso. La pieza de ingeniería llamada “K invertida” falló y provocó el retraso de las obras de reparación del sistema que abastece de agua a Ciudad de México, ampliando el corte de suministro a casi una semana. Todavía no se sabe qué causó el fallo, pero con este incidente se viene abajo uno de los dos objetivos de los trabajos: la interconexión entre la antigua línea de alta presión que llevaba agua a la capital con la nueva que se acaba de construir.

Su principal función era canalizar agua a una presión similar a la obtenida si se virtiera el líquido a 180 metros de altura, parecido a un edificio de 60 pisos. El palo largo de la K formaba parte de una de las dos líneas de alta presión, mientras los cortos se unían a la segunda. Una especie de lazo que iba a permitir que los motores de bombeo asignados a cada línea pudieran impulsar el agua a través de cualquiera de las dos tuberías. De esta manera, el suministro se mantendría al mismo nivel aunque se tuvieran que hacer trabajos de mantenimiento en una de ellas.

Las opciones que se manejan para explicar el fallo son: un error en el diseño o en el montaje. Para el ingeniero hidráulico Humberto Marengo, expresidente de la Academia de Ingeniería, se trató de una “maniobra mal planeada y peor ejecutada”. La empresa canadiense-mexicana CISI, una de las dos compañías contratadas por CONAGUA para llevar a cabo la instalación, ha rechazado dar explicaciones. “Todavía se tienen que hacer los estudios y no tenemos autorización”, ha dicho una portavoz de la compañía. Tampoco se ha hecho público quién fabricó la pieza ni cuál es su coste, aunque una fuente conocedora de la obra asegura que podría rondar los 15 millones de dólares, es decir, más de la mitad del presupuesto total.

Pese al imprevisto, Ramírez intentó minimizar el fallo: “Nuestro objetivo era tener redundancia a través de la línea dos y eso ya lo hicimos.” Pero eso es ver el vaso medio lleno. El ex director general de la CONAGUA durante el Gobierno de Felipe Calderón, José Luis Luege, califica de “muy grave” el contratiempo y apunta a las ventajas que ofrecía la interconexión: “La redundancia verdadera habría sido poder utilizar todos los equipos de bombeo en cualquiera de las dos líneas”.

El futuro de la ‘K invertida’ todavía está en el aire. La decisión dependerá del nuevo gobierno que toma posesión el 1 de diciembre. Se podría arreglar la pieza, diseñar una nueva o, directamente, renunciar a hacer la interconexión. El lunes el director general de CONAGUA pareció decantarse por alguna de las dos últimas vías: “Hay que hacer el análisis correspondiente, pero me parece que la pieza va a quedar inhabilitada”, aseguró Ramírez.

Marengo opina que la pieza aún podría salvarse si se añaden dos nuevas válvulas para facilitar la soldadura entre la K invertida y las líneas de alta presión, algo de lo que carecía la pieza y que el ingeniero atribuye a un error de diseño. Pero si se opta por rediseñar o arreglar la tubería, se tendría que hacer un nuevo corte de suministro, algo que las autoridades de la capital no ven con buenos ojos.

Hasta el momento, Consultoría de Ingeniería para Soluciones Integrales (CISI) y Consultoría en Obras Estructurales de Tubería (COET), las empresas canadiense-mexicanas a cargo del mantenimiento del Sistema Cutzamala, no han dicho nada al respecto.

De acuerdo con las autoridades, dos empresas fueron encargadas de la magna reparación que no cumplió con el calendario establecido. La primera fue Consultoría de Ingeniería para Soluciones Integradas, una empresa fundada en marzo de 2010, en Toluca.

El socio mayoritario de esta compañía es otra empresa llamada Mario Hasbum Enterprises, propiedad de Mario Rubén Hasbum, quien se registró en México como un ingeniero civil, ciudadano canadiense, nacido en Tegucigalpa, Honduras, en 1960. Como parte de su registro consultado en la Secretaría de Economía, Hasbum tenía domicilio en Polanco. Su socio en la compañía es el abogado mexicano José Vargas, nacido en 1981, con dirección en la colonia Atlamaya, de la capital mexicana. Antes de que comenzara el sexenio actual, esta empresa había tenido tres contratos federales. Desde 2012, acumuló al menos otros contratos con Conagua por más de 290 millones de pesos. El más reciente, el mantenimiento del Cutzamala.

La segunda compañía fue Consultoría en Obras Estructurales de Tuberías, también creada en 2011 y con dirección fiscal en una zona popular en Villa Victoria, un poblado del Estado de México. Esta segunda empresa ganó un contrato por 189 millones de pesos, además de la sociedad con la empresa propiedad de Hasbum, todos en el actual sexenio. Ahora que las autoridades han anunciado peritajes a estas dos empresas –para conocer los detalles de cómo se realizaron las reparaciones– podremos esperar que la información sobre ellos en registros públicos, aún muy escasa, arroje mayores pistas sobre quiénes son y por qué fueron seleccionados para este proyecto.

Por otra parte, la construcción de la tercera línea del sistema Cutzamala, que será alterna en caso de reparación de los dos acueductos que conducen el agua al Valle de México, no ha terminado. Además se ejercieron 56 millones de pesos sin justificación de cuatro contratos y no hay comprobantes, señaló la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Al 30 de junio pasado, esta línea llevaba un avance de 92 por ciento, con 72 kilómetros de 77.6, de acuerdo con el sexto Informe de gobierno, y falta por construirse un tramo, sostuvo el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Roberto Ramírez de la Parra.

Sin embargo, no hay documentos que avalen el avance físico ni financiero de la tercera línea, pensada para ser usada como alterna, con un presupuesto original de 4 mil millones de pesos en 2013, pero el costo total ya se elevó a 5 mil 818 millones de pesos, sostuvo Miguel Ángel Montoya, asesor parlamentario sobre el tema del agua.

En la auditoría de inversiones físicas de la ASF a la construcción de la tercera línea del sistema Cutzamala del 2017, se revisaron contratos por 317 millones de pesos de la obra de Conagua, la cual opera esa red para entregar el líquido en bloque tanto a Toluca como a Ciudad de México y su zona metropolitana.

La auditoría, tras analizar cuatro contratos, determinó recuperaciones probables de 56 millones 702 mil pesos y señaló que la Conagua no cumplió las disposiciones legales y normativas, ya que se autorizaron gastos adicionales sin justificación en el rubro de auxiliares por 13.6 millones de pesos del contrato de la empresa Peninsular, de Carlos Hank, además del pago a otras empresas por 14 millones y 28 millones de pesos, sin que a octubre pasado entregara la documentación.

El reporte explica que el sistema tiene en total 155 kilómetros de tubería de concreto reforzado en dos líneas de conducción paralelas, las líneas 1 y 2, que tienen aproximadamente 31 y 21 años de operación y cuya vida útil esperada es del orden de 50 años.

“En la práctica se han detectado tramos donde los tubos colocados fallan estructuralmente en pocos años de operación, por lo que se monitoreanfrecuentemente las líneas en operación y se programan cortes de mantenimiento para sustituir la tubería en mal estado, con el consiguiente desabasto por varios días en la Ciudad de México y su zona metropolitana.”

Ante ello, se construye la tercera línea de conducción de agua del sistema, entre la torre de oscilación número 5, cerca de la planta potabilizadora Los Berros, Villa de Allende, y el portal de entrada del túnel Analco-San José, en el estado de México, con una longitud de 72 kilómetros. La fecha de entrega de la obra aún no se determina.

Jugoso negocio para los piperos

Durante la contingencia del abasto de agua en la Ciudad de México y parte del Valle de México, las empresas distribuidoras de agua potable, mejor conocidos como “piperos”, han hechosu agosto en noviembre pues se estima que obtendrán ganancias por arriba de los 60 millones de pesos.

El precio del agua en pipas oscila de los mil 600 a los tres mil pesos, dependiendo del volumen de agua, es decir, que en promedio una pipa de cinco mil litros, lo que equivale a cinco tinacos de mil litros, cuesta entre mil 600 a dos mil pesos. En tanto, una pipa de 25 mil litros puede costar alrededor de dos mil 500 y una de 30 mil litros cuesta tres mil pesos, explicó Felipe Labra Ávila, microempresario de pipas de agua particulares.

Algunos abastecedores de agua particulares en plena calle, quienes accedieron a otorgar el servicio de inmediato, por mil 700 pesos más propina para los choferes.

“Sí está un poco apretado por la contingencia y sí aumentó el trabajo, pero sin ningún problema puedo ir a llenar la cisterna que pidan”, comentó Irving, un operador que estaba otorgando el servicio a un cine de la Colonia Xoco.

De acuerdo con los piperos, 10 mil litros de agua es suficiente para abastecer a una residencia de dos plantas o un restaurante durante una semana.

La situación de acuífero del valle de Texcoco presenta extracción por arriba de la recarga. Solo en el municipio de Texcoco hay 312 pozos profundos, de los cuales 196 (62.82%) se dedican a usos agropecuarios; 10 pozos (3.2%) a usos industriales y 74 pozos (24%) se destinan a usos urbanos en general. De los 74 pozos destinados para uso urbano, 9 están en la Cabecera Municipal y son administrados directamente por el H. Ayuntamiento. El volumen de extracción de estos pozos asciende a 244,944 m3 por día. (Comisión del Agua del Estado de México, 2010).
De estos destacan permisos a particulares como José Ramón Riestra Rubín, poseedor de tres permisos, dos agrícolas y uno de usos varios con un total de tres millones 809 mil 458 metros cúbicos por año.

Los dueños de las pipas que llevan el agua, pagan un aproximado de 5 pesos con 18 centavos por metro cubico transportado en los pozos que hay en el Valle de México, mientras que ellos lo venden a 68 pesos con 63 centavos el metro cubico, señala el estudio que hizo la Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas.

AM.MX/fm

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