viernes, abril 19, 2024

Revisiones del VAR cambiaron el rumbo de la Copa FIFA / Rusia 2018

Luis Alberto García / Moscú

 

*Hubo decisiones arbitrales influidas en los primeros once juegos.

*Antoine Griezmann convirtió un penal señalado por el video-arbitraje.

*Australia, primer castigado por la tecnología en la historia mundialista.

*Diego Maradona y la “mano de Dios” eliminaron a Inglaterra en México 86.

 

 

El sistema de video-arbitraje en una competición internacional de alto nivel, utilizado por primera vez en el partido Rusia-Arabia Saudita el 14 de junio de 2018, ha repercutido en las decisiones arbitrales en los primeros once partidos que se disputaron.

Para quienes no lo sepan, el Campeonato Mundial de Futbol de Rusia es el primero que ha implantado la tecnología arbitral conocida en inglés como Video Assistant Referee (VAR), para ayudar al juez a tomar las decisiones correctas durante los partidos y evitar errores que perjudiquen el resultado final de los encuentros.

Desde que comenzó el evento deportivo, entre el sábado 14 y el lunes 26 de junio de 2018, se celebraron 36 partidos, y en once de ellos se requirieron los servicios del video-arbitraje; pero, hay que decirlo, con las revisiones del VAR se han logrado modificar las decisiones de los árbitros.

Aunque existen dudas acerca de su funcionamiento y su eficacia, la nueva tecnología pareció imponerse definitivamente, contrastando con las ideas tradicionalistas que la rechazan, después de que en Brasil se implantó el “Ojo de Halcón” –ya utilizado en la Liga Premier de Inglaterra- para evitar “goles fantasmas”.

Y “gol fantasma” fue el que marcó Geoffrey Hurst en la final de Inglaterra 66 a la República Federal Alemana, cuando, en el minuto 101, en tiempo extra, el árbitro suizo Gottfried Dienst validó lo que hizo el súbdito de la reina Isabel II, al romper el empate y enfilar, justa o injustamente, al llamado equipo de la rosa a su primer y único campeonato mundial.

Así, el video-arbitraje se volvió protagonista y, entre algunas dudas existentes, estaba la que se refería a su uso constante, deteniendo de pronto los partidos, haciendo perder ritmo y continuidad a los mismos, para disgusto de directores técnicos y jugadores, presuponiendo que hay cuatro situaciones en las cuales el juez central puede pedir una revisión.

Ésta se hace con un conjunto de cámaras con el que la Federación Internacional (FIFA) transmite el juego, con el único fin de ayudar al arbitraje, buscando crear una competencia más justa y evitar errores que decidan positiva o negativamente el destino uno de los dos rivales, como ha ocurrido cientos de veces sin necesidad de tanta tecnología.

Mijail Antonovich Sergeiev, árbitro de la Liga Interuniversitaria de Rusia con sede en Moscú, explica que, entre las ventajas de su uso, está el hacer del arbitraje un deporte más limpio, sin trampas ni engaños, para tomar buenas y mejores decisiones y, por supuesto, terminar con las especulaciones sobre decisiones que favorezcan o perjudiquen a los contendientes.

¿Desventajas? Se cree que, al parar el juego, se puede perder la naturaleza del futbol, su dinamismo, y que detenerlo para las revisiones implique un perjuicio para alguno de los dos bandos, suscitando cambios hasta en el ánimo de ciertos participantes, enojándolos, deprimiéndolos o mortificándolos.

En 64 partidos –entre el 14 de junio y el 15 de julio de 2018-, en jornadas maratónicas, con partidos de alarido, sensacionales y otros malísimos; pero sin gritos ni sombrerazos como dicen los mexicanos, traducidos en reclamos, insultos y manotazos a los árbitros, se ha desarrollado la mega cita futbolística universal.

Las situaciones en las que ya se utiliza –y se utilizará- el novedoso mecanismo que algunos aficionados, seleccionadores y juglares del balón todavía no alcanzan a comprender –los premodernos, pues- será cuando haya duda sobre los goles.

Y claro, fundamentalmente y muy en serio, para definir si hubo o no penal, para decidir si se muestra tarjeta roja de expulsión o por confusión de identidad en el número que porta el jugador en la espalda.

El VAR se sometió a la prueba de fuego, con el francés Antoine Griezmann -estrella del Atlético de Madrid, delantero indispensable en la selección francesa que dirige Didier Deschamps- como el primer futbolista en verse favorecido por una decisión arbitral al marcar de tiro penal y hacer un gol decisivo para los “bleus” en contra de Australia, el 16 de junio de 2018.

Al referirse al destino, un antiguo refrán árabe dice: “Estaba escrito”, y habría que preguntarse si el gol de la “mano de Dios” de Diego Armando Maradona cambió la historia de la Copa del Mundo de México 86 cuando, en una jugada rara, Argentina pasó a semifinales, cuando el llamado “Pelusa” modificó el vuelo del balón, anotó y, para mal, mudó la suerte de Inglaterra.

En Italia, el árbitro mexicano-uruguayo Edgardo Codesal formó parte de una sonada controversia cuando, en la final contra Argentina, el 8 de julio de 1990, marcó un penal favorable a Alemania, el cual, anotado por Andreas Brehme, otorgó la corona mundialista a los europeos.

En otras palabras, de Rusia 2018 en adelante, el Video Assistant Referee también juega, bien o mal, y una pantalla  trazada imaginariamente con los brazos del árbitro, decide el asunto, como en la Bolsa de Valores de Moscú, Londres o Nueva York: se va de la euforia a la depresión o viceversa…y nada más.

 

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