viernes, abril 19, 2024

Red Sumas: un sistema mexicano que impulsa el desarrollo de las energías renovables

 

Miembros de la Red Sumas

En junio de 2016 nació la Red de Sustentabilidad Energética, Medio Ambiente y Sociedad (Red Sumas), se creó con el fin de evaluar el impacto económico, medio ambiental y social de los recursos energéticos limpios en México para generar propuestas para el desarrollo de las energías renovables.

Esta red forma parte del programa Redes Temáticas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y está conformada por instituciones académicas y científicas nacionales e internacionales.

Desde su creación, uno de los principales objetivos de la Red Sumas es el análisis de las implicaciones de las políticas públicas y prospectivas del sistema energético mexicano hacia un desarrollo sustentable.

Un elemento considerable de la red son las evaluaciones sociales en proyectos energéticos para el desarrollo e implementación de tecnología mexicana en comunidades.

Antonio Rodríguez Martínez profesor investigador en el Centro de Investigación de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad Autónoma del Estado Morelos (Ciicap-UAEM) y responsable técnico de la Red Sumas, compartió para la Agencia Informativa Conacyt (AIC) su quehacer científico de esta iniciativa.

Antonio Rodríguez Martínez (ARM): La Red Sumas nace en 2016 a partir de colaboraciones previas y contactos con investigadores de distintos centros de investigación e instituciones de educación superior, nacionales y extranjeras, con la preocupación común de definir un sistema energético mexicano sustentable y apoyar las políticas medioambientales que lleven a ese objetivo. Es muy importante el intercambio de información sobre metodologías y resultados para así aprender de los aciertos y también de los errores.

La idea inicial fue tomar como referencia el Sistema Energético Mexicano y la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC) y a partir de ahí propusimos integrar el tema de sociedad a proyectos de energía y medio ambiente.

AIC: ¿Cuáles son las estrategias para involucrar a la sociedad en los proyectos de la Red Sumas?

ARM: Hasta ahora se han seguido distintas estrategias con el fin de involucrar y dar a conocer a la sociedad la actividad de la red Sumas. Se ha demostrado que la aceptabilidad social es fundamental para la implantación y desarrollo de cualquier tecnología y la red tiene en cuenta este factor en todas las propuestas de proyectos que presenta. Para ello cuenta con una serie de especialistas con gran experiencia en estudios sociales y socioeconómicos, tanto en México como en otros países. Es el caso de El Colegio de Chihuahua con experiencia en estudios sociales de la frontera norte, el sector agrícola y consumo de agua, así como la integración de energías renovables para la extracción del agua.

En 2017 logramos integrar a la Red Sumas cuatro asociaciones civiles involucradas en los temas de medio ambiente y energía; el papel de estas es la integración de los proyectos a comunidades. Un ejemplo de estos proyectos en marcha se lleva a cabo en el desierto de Samalayuca, en donde se tiene el problema de altas concentraciones de sales (calcio, sodio y potasio) en agua.

Una estrategia que se sigue para involucrar a la sociedad en la red es la organización de ciclos de conferencias sobre energía, medio ambiente y sociedad abiertos al público en general y a los estudiantes universitarios y preuniversitarios en concreto. En cada ciclo se han celebrado mesas redondas y debates donde cualquier asistente ha podido expresar sus opiniones y hacer aportaciones a los temas de discusión.

Otra estrategia ha sido la difusión de la red en los medios de comunicación como la radio y la televisión. También se han editado libros de carácter divulgativo abordando temas muy diferentes y asequibles al público.

AIC: ¿Qué propone la red para resolver el problema que enfrentan las comunidades cercanas a Samalayuca?

ARM: Hoy en día, en Samalayuca el agua se extrae con energía de la red eléctrica y se utiliza para actividades domésticas, pero no es útil para consumo humano y tampoco para riego agrícola.

Para atender esta problemática, estamos desarrollando un prototipo con Ulises Dehesa, del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), y Jonathan Ibarra, del Instituto de Energías Renovables (IER) de la UNAM, para poder extraer y tratar el agua para consumo humano y riego agrícola con energías limpias.

En este proyecto proponemos diseñar y desarrollar sistemas fotovoltaicos que suministren la energía al sistema de bombeo para poder extraer agua, así como un sistema para el tratamiento del recurso líquido que cumpla con la norma NOM-127-SSA1-1994.

AIC: ¿Cómo ha reaccionado la comunidad a esta propuesta?

ARM: Estamos en la fase de poder realizar la introducción de estos desarrollos en las comunidades. En agosto de 2017 hicimos una visita a la comunidad del desierto de Samalayuca, ubicada a 40 kilómetros al sur de Ciudad Juárez.

La parte social no es sencilla, requiere el involucramiento con las comunidades y esto conlleva más tiempo en comparación con la parte técnica en la que una vez que tiene especificado el problema te pones a trabajar sobre él y en un periodo relativamente corto lo puedes resolver.

Visita a la comunidad de Samalayuca

AIC: La investigación social de la red también busca conocer las implicaciones que hay en el uso de las energías limpias. ¿Por ejemplo?

ARM: En el tema de energías renovables hay que estudiar mucho cuál es el impacto que tendremos en nuestro estilo de vida. Sabemos que en algún momento los combustibles fósiles se terminarán.

Cuando hablamos de implicaciones sociales nos referimos a los impactos que cualquier actividad tiene en la sociedad. Por ejemplo, el Programa de Naciones Unidas para el Ambiente (United Nations Environment Programme, UNEP) propone el análisis de los impactos en función de distintos actores, entre ellos, las comunidades locales, los consumidores, los trabajadores, la sociedad en general, y para cada actor identifica unos impactos como la migración, el respeto a los derechos de los indígenas, el empleo local, las condiciones de vida y la salud, la seguridad, el trabajo infantil, la igualdad de género, las horas de trabajo, la discriminación, el salario justo, etcétera. Todos estos son implicaciones sociales que tiene cada proyecto tecnológico y que también afecta a las tecnologías limpias.

Por impacto entendemos tanto los impactos negativos como los positivos. El mismo nombre de “energías limpias” ya nos está diciendo que los impactos ambientales son positivos pero no hay que dejar de lado los impactos sociales que estas tecnologías nos pueden originar como, por ejemplo, el aumento del bienestar que viene asociado al acceso a la electricidad en comunidades aisladas.

AIC: ¿Quiénes forman parte de Red Sumas?

ARM: Actualmente somos 163 miembros y participan instituciones de educación superior y centros de investigación de México y el extranjero.

En la parte nacional participan la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), El Colegio de Chihuahua (Colech), el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), el Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat), el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL) y el Instituto de Energía Renovables (IER UNAM), por mencionar algunos.

En el extranjero colaboran colegas del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) de España, la Universidad Nueva de Lisboa de Portugal, la Universidad del Colegio de Londres y el Instituto de Estudios Sociales de Reino Unido, el Centro de Energías Renovables de Grecia, por mencionar algunas instituciones.

AIC: ¿Qué hay de la participación de la comunidad científica latinoamericana?

ARM: Aunque la red ha crecido en los últimos años, hemos encontrado una debilidad: no tenemos vinculación con centros de investigación y universidades del centro y sur de América. Esta es una región del mundo con la que compartimos objetivos en materia de energía y clima, desarrollo, potencial renovable, recursos convencionales, entre otros. Esperamos que en este año podamos integrar a colegas de Centro y Sudamérica para enriquecer el intercambio de experiencias y conocimiento en la Red Sumas.

AM.MX/dss

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