martes, abril 23, 2024

RAFAGA: Barrales y Claudia con padrinos corruptos

Jorge Herrera Valenzuela

El ver las fotos de María Alejandra Barrales Magdaleno y de Claudia Sheinbaum Pardo, en la primera plana del diario Reforma, no provocarían mayor comentario porque sabemos que se encuentran en su falsa “precampaña”, pero que ambas aparezcan sonrientes, felices y con muestra de estrecha amistad, con dos individuos que carecen de escrúpulos y representan la corrupción, es preocupante para los electores.

Sí, María Alejandra es la candidata del Frente por México a la gubernatura de la Ciudad de México, mientras que la doctora Sheinbaum Pardo está abanderada por Andrés Manuel López Obrador. Ambas tienen no solo el derecho de aspirar a dirigir los destinos de millones de mexicanos que viven, trabajan, deambulan y duermen por las calles de la Capital de la República, también por méritos en la administración pública, en las tareas partidistas y comisiones sindicalistas, tienen la legitimación de sus deseos.

Claudia y María Alejandra son representantes de dos fuerzas políticas; tienen el  mismo origen, aunque la exdelegada política en Tlalpan dejó las filas del PRD y recibió la candidatura directamente del dueño de Morena. Barrales Magdaleno es senadora y dirigió nacionalmente al Partido de la Revolución Democrática, aliándolo  con el PAN y el MC; era la secretaria de Educación Pública en el gobierno local y llegó a la presidencia partidista con la encomienda de que su jefe, Miguel Ángel Mancera, fuera el candidato presidencial. Se impuso el panista queretano.

Pues bien, las dos damas en sus días de “precampaña” el mismo día tuvieron la ocurrencia de invitar, a sus respectivos actos de proselitismo, a dos personajes que en la vida pública no gozan de buena imagen y si están señalados como corruptos. Uno cuenta con el apoyo incondicional de Andrés Manuel López Obrador y el otro siempre ha tenido la protección de Miguel Ángel Mancera, por algún compromiso muy fuerte o porque ambos tienen su “guardadito”. Claudia apadrinada por Batres y Toledo haciendo los honores a María Alejandra, ¿qué les parece? Las fotos no mienten.

Martí Batres Guadarrama tiene un negro historial. Desde que tuvo la oportunidad de colarse en puestos administrativos, en las nóminas oficiales figuran todos sus familiares y de ello hay testimonio en la Asamblea Legislativa y en la secretaria de Desarrollo Social del gobierno del todavía Distrito Federal. En sus veinte años de perredista y “morenista”, Martí Batres acumuló fama de corrupto por los cuatro costados; desde 2011 no ha tenido empleo, ¿de qué vive?, ¿de sus ahorros?, ¿habrá cumplido con su declaración del tres por tres?

El otro sujeto, Mauricio Alonso Toledo Gutiérrez es otra “fichita”. Debe de tener personajes tras de él, porque cuando empezaba como delegado político en Coyoacán fue acusado, por los vecinos de varias colonias, de las raterías que cometía. La denuncia llegó hasta Miguel Ángel Mancera, quien simplonamente declaró que no podía hacer nada y “menos perdirle la renuncia, porque es autónomo”. A Toledo le han hecho cargos hasta por doble homicidio y uno de sus colaboradores se dice perseguido por Mauricio Alonso, al grado de que ya solicitó asilo político en Canadá y está en trámite.

Bueno, cualquiera de las dos que llegue al despacho principal del Antiguo Ayuntamiento de la Ciudad de México, ya tiene su carta marcada. A María del Rosario Robles Berlanga, que fue jefa del gobierno al salir Cuauhtémoc Cárdenas y la que le entregó la estafeta a Andrés Manuel, también tuvo su padrino: el argentino-mexicano Carlos Ahumada (Carlos Agustín Ahumada Kurtz), a quien extorsionaba René Bejarano, entonces secretario particular de López Obrador.

PREGUNTA PARA MEDITAR:

¿María Alejandra y Claudia, la Sheinbaum y la Barrales, no tendrán asesores políticos que procuren no se manche la imagen de ellas?

jherrerav@live.com.mx

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