Pablo Cabañas Díaz
Señalaba el poeta inglés Alexander Pope, que “el que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera” es el caso de Martí Batres, presidente de Morena en la Ciudad de México, quien aseguró que no tiene elementos para decir que Rigoberto Salgado, Jefe Delegacional en Tláhuac, tiene vínculos con el crimen organizado. En entrevista con Ciro Gómez Leyva, el dirigente dijo “si me preguntan si yo tengo elementos para suponer que existe ahí un vínculo, no, no tengo ningún elemento para suponerlo, no tengo ninguna información que me hiciera pensar en ello”. Cuestionado por los señalamientos de una presunta relación entre las autoridades delegacionales y las bandas delictivas en esa demarcación, Batres argumentó que el tema del narcotráfico es federal y el narcomenudeo local. Agregó que no hay una instancia de gobierno que haya formulado una imputación contra Rigoberto Salgado; es una especulación.
En Tláhuac las autoridades de Morena sabían que el hermano del jefe delegacional en Tláhuac, Rigoberto Salgado Vázquez, es quien, lleva el control de algunas áreas de la administración local, a pesar de no formar parte de la estructura gubernamental de esa demarcación. Fue el hermano del jefe delegacional quien el 6 de agosto de 2016 , rescató a Martí Batres de un grupo de 64 personas inconformes por haber sido cesados de sus cargos en la delegación. Rigoberto Salgado formó parte de tres administraciones delegacionales anteriores a su gestión como delegado en Tláhuac incluso con en la administración de Francisco Martínez Rojo fue director de Seguridad Pública, y en su propio partido, lo acusan de falta de atención por la inseguridad y por no demandar acciones con las autoridades judiciales para evitar las muertes que se han dado durante su gestión.
En Tláhuac era conocido el corrido cuya letra dice: “Soy un hombre respetado con mucha gente a mi mando, de respaldo están mis hijos… si tenemos problemas, armas hay para atacarlos, comandando bien las calles porque el territorio es nuestro. Comandando en cártel siempre voy al frente, mi nombre es noticia, El Ojos, el mal, soy Felipe Pérez. La canción es cantada por Javier Reyes, un joven que se dedica a componer narcocorridos, incluso en la feria de Zapotitlán del año2015 , la cantó para los asistentes, ésta tiene una duración de dos minutos en la que El Ojos, hace alusión al poder que posee.
El delegado estaba enterado que El Ojos, era la persona a la que un grupo de padres de familia el 8 de agosto de 2016 en audiencia pública responsabilizaron por la desaparición de 64 adolescentes en la delegación Tláhuac. El Ojos decía :“Aquí no se mueve nada, sin consultarme primero, tengo gente de confianza que se mueren en el ruedo. Mi trabajo me ha costado mantenerme en este puesto, no le busque y no le raje porque los mando al infierno… se los he dejado claro a contrarios y al gobierno, esta plaza se respeta y se los dice su dueño”.
El Ojos el capo que movía la droga en la delegación, por ello obliga a los adolescentes a moverla en los moto taxis y carritos de golf. Los padres de los adolecentes desaparecidos afirman que cuando los jóvenes se negaban a trabajar para él como El Ojos, daba la orden de “levantarlos situación que era común en el pueblo de la Quiahuatla, del Barrio de San Andrés, de San José, La Habana, San Pedro Tláhuac, San Juan Ixtayopan y Santa Cecilia. De nueva cuenta la impunidad se impone y ahora resulta que el delegado de Tláhuac nada sabía sobre la presencia de El Ojos en su demarcación .