jueves, abril 18, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Salinas de Gortari: Entre Busch y Clinton

Pablo Cabañas Díaz

 

Carlos Salinas de Gortari y GeorgeBush padre se encontraron, como presidentes electos, en noviembre de 1988, en Houston, Texas. La atmósfera de la reunión fue tan amigable y positiva que se le bautizó como el “espíritu de Houston”. Después de cuatro años como embajador de México en Estados Unidos, Gustavo  Petricioli fue la primera víctima de la muerte del  llamado “espíritu de Houston”, que él ayudó a forjar, y de las incipientes relaciones que el gobierno de Salinas de Gortari trataba de establecer con el presidente Bill Clinton, haciendo, entre otras cosas, el cambio de embajador. Salinas y Bush padre cambiaron el tono y la sustancia de la relación bilateral y acercaron a los dos países a la mayor integración económica y política de las últimas décadas.

 

Petricioli fue amigo de Salinas de Gortari, y su aliado incondicional en el gobierno de Miguel de la Madrid, cuando sustituyó a Jesús Silva Herzog en la Secretaría de Hacienda, pues este consideró que las políticas de Carlos Salinas eran incompatibles con sus ideas, Petricioli, en opinión de muchos, “entregó” Hacienda al entonces secretario de Programación, paso fundamental en su búsqueda de la Presidencia.

 

El premio para Petricioli fue la embajada en Washington, a la que llegó con instrucciones concretas de “transformar a fondo” En cuatro años, Petricioli expresó “haber cumplido la misión que se le encomendó” . Lo sustituyó Jorge Montaño, de 1993 a 1995,  quien en su libro “Misión en Washington” menciona que Bill Richardson, cuando observó que el gobierno salinista apostaba por la reelección de George Bush, se reunió con el propio Salinas, quien tras haberle preguntado sobre cómo romper el cerco de los clintonitas, remató: —¿Qué otra sugerencia, Bill? —Ninguna, presidente, sólo que ya no hagan más pendejadas con Bush, porque vamos a ganar.

 

La transformación de la relación bilateral se produjo después de que vivió una de sus mayores crisis, a partir de 1985, con el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena, y la presencia del embajador John Gavin en México, quien causó más de una molestia al gobierno mexicano. Los últimos años de Ronald Reagan y de Miguel de la Madrid estuvieron marcados por la tensión Congreso y gobierno estadunidenses denunciaron públicamente la corrupción en México y las ligas entre los narcotraficantes y los políticos .

 

El 3 de noviembre de 1992,  Clinton resultó presidente electo de Estados Unidos, y durante la transición hacia la Casa Blanca con el primer líder internacional que se encontró fue con el mandatario mexicano. Clinton se estrenó a nivel internacional con Salinas de Gortari en Austin, Texas, el 8 de enero de 1993.  Jorge Montaño relata esa reunión como significativa: “Por primera vez vi de cerca los ojos del futuro líder del mundo. Me impresionó no sentirme como me ocurrió siempre con Bush, a una distancia galáctica (…) Antes de pasar a lo público, Salinas le obsequió un cuadro de Rufino Tamayo, con una sandías que Clinton celebró por ser un producto típico de su estado. Era obvio que ni el presidente electo ni su esposa tenían mucha idea de la importancia de este pintor mexicano de estatura mundial, así que Ann Richards se encargó de dar las explicaciones de forma comedida”.    Con lapresidencia de Clinton  el Congreso y el  gobierno estadunidense denunciaron públicamente la corrupción en México y las ligas entre los narcotraficantes y los políticos y como hasta hoy día las presiones

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