Pablo Cabañas Díaz
“Se ha fallado en proteger a los periodistas, garantizar la libertad de expresión y sancionar a los agresores, y se ha permitido que las condiciones para ejercer el periodismo se vulneren aún más. Su inacción deja que la impunidad prevalezca en 99.7% de los casos”. Estas palabras fueron expresadas por la directora de Articulo 19, Ana Cristina Ruelas en la presentación de “Libertades en Resistencia”, informe correspondiente al año 2016, sobre la libertad de expresión en México en el que se indica que en ese año ocurrieron 11 asesinatos de periodistas, lo que lo conviertía en el más mortífero para el gremio, pues durante el periodo de la Guerra contra el narco, en el 2006, 2008 y 2010, la organización contabilizó 10 casos. os periodistas mexicanos han visto en este 2017 a siete del gremio asesinados el antepenúltimo el caso de Javier Valdez, fundador del semanario RíoDoce, en Sinaloa y del periodista michoacano Salvador Adame.
La impunidad en los asesinatos de periodistas prevalece en el 99.75% de los casos, destacó el Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado, en un estudio sobre la libertad de expresión en el país. A pesar de ello, la impunidad no es el único dato sombrío para el gremio, pues México ocupa el tercer puesto en el ránking de los países más peligrosos para la prensa, sólo por debajo de Siria y Afganistán, según datos de Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Es en este contexto de violencia contra periodistas que el ex alcalde priísta de Silao (2012-2015), Enrique Benjamín Solís Arsola fue sentenciado la semana pasada, a dos años de prisión, al confesar que ordenó al ex director de Policía, Nicasio Aguirre Guerrero, que mandará golpear a la periodista, Karla Silva Guerrero. El ex presidente fue declarado culpable de lesiones calificadas y amenazas contra la periodista del diario El Heraldo, sin embargo no permanecerá en la cárcel, porque tiene el beneficio de la libertad condicional.
El 13 de marzo del 2016, la juez Gloria Hernández Valtierra vinculó a proceso penal al ex alcalde por ser el instigador para que el director de Policía, Nicasio Aguirre Guerrero, ordenará al subdirector de la corporación, Jorge Alejandro Fonseca Durán, contratar a personas que golpearán a la periodista. “¡Bájale de huevos a tus pinches notas o te a cargar la chingada!”, fue la amenaza que recibió Karla Silva, cuando era golpeada por José Samuel Ornelas Martínez, con el apoyo de Luis Gerardo Hernández Valdenegro y de Joaquín Osvaldo Valero Garnica.
El caso de la reportera Karla Silva es un caso único a nivel nacional que ha sentado un precedente irrefutable: sí se puede llegar a la verdad y las victimas sí pueden tener justicia si insisten en hacerse escuchar. Finalmente pero también importante, Verónica Cruz defensora de los derechos humanos, al hacer uso de la palabra destacó que este caso “manda un mensaje muy claro a las autoridades, en principio de nuestro estado, que este caso, me parece que es el significado de la prevención de otros casos iguales… no queremos que se repita el caso de Karla”.