
Pablo Cabañas Díaz
El presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció el inició de la segunda etapa del combate al robo de combustible con el reforzamiento de la vigilancia en los mil 600 kilómetros de los seis principales ductos de distribución, y fue enfático en precisar que habrá de seguir con esta medida . Expresó el presidente que será un duro combate y cuya consigna es : “!Ni un paso atrás!”.
Horas después, Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México (Banxico), advirtió que de prolongarse la situación de desabasto de combustible en varias partes del país, se podrían generar afectaciones importantes tanto en el desempeño económico como en la inflación. Durante su participación en el Seminario de Perspectivas Económicas 2019 del ITAM, con un tono que invitaba a una lectura crítica de la medida adoptada por López Obrador, el funcionario del banco central advirtió que “el traslado de bienes y productos puede estar resintiendo afectaciones en el suministro como por el lado de la inflación“. Con palabras más inteligibles Díaz de León matizó su discurso y afirmó que el desabasto de gasolina está ligado a la inseguridad y la corrupción. Esta exposición del gobernador del Banxico se dio luego de una semana de problemas para el Gobierno Federal derivados del abasto de gasolinas, como consecuencia del combate al robo de combustible.
Llamó la atención que en el mismo foro del ITAM, el representante del Fondo Monetario Internacional (FMI) diera su respaldo a la cruzada contra el huachicoleo al mencionar que “el objetivo es el adecuado”. Además el organismo internacional expresó que con esta iniciativa se mejorarían las finanzas públicas de Petróleos Mexicanos (Pemex) lo cual repercutirá en las finanzas del país. La cúpula empresarial a través de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Copamex) también respaldó la lucha contra el huachicol, pero consideró que la implementación de la estrategia ha resultado dañina para la población y las empresas. Incluso la Coparmex habla de pérdidas que llegan a los mil 250 millones de pesos como es el caso Guanajuato. El enfrentamiento del gobierno contra los huachicoleros empezó bien cuando el propio presidente López Obrador reconoció algo que ya era un secreto a voces: que en el robo de gasolinas y combustibles que sufría Pemex estaban involucrados agentes dentro de la entidad y era tolerado desde la presidencia de la República como fue le caso de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto .