viernes, octubre 18, 2024

OTRAS INQUISICIONES: La herencia neoliberal

Pablo Cabañas Díaz

Durante 35 años, el neoliberalismo ha fracasado en términos de generación de empleo y bienestar a la población, como lo evidencia la emigración de 11 millones de mexicanos a Estados Unidos de 1980 a 2016, la existencia de 63 millones de pobres, 58% de la población económicamente activa (PEA) en la informalidad, 7.7 millones de desempleados y 7.8 millones de jóvenes “ninis”, que ni estudian ni trabajan. Se desmantelaron las instituciones promotoras del desarrollo y bienestar del país, se desreguló y pasó a particulares el patrimonio nacional, la minería, el petróleo, los recursos naturales en general y todo el territorio nacional bajo esquemas de corrupción corporativa y gubernamental sancionados por la privatización de la Constitución misma.

De Miguel de la Madrid (1982) a Enrique Peña Nieto (2018)  se legitimó la depredación del patrimonio nacional, la entrega de los hidrocarburos y de Pemex a las transnacionales y la práctica de gobernar por desposesión que priva en todo el país. Así, se abandonó el mercado interno, se desmantelaron las instituciones y las políticas de desarrollo regional y sectorial, anteriormente, promotoras de las cadenas productivas regionales y el empleo.  El legado es el crimen y la militarización del país asesinatos y  miles de desaparecidos.

Urge el establecimiento de una política de Estado de empleo como prioridad de fortalecimiento del mercado interno, desarrollo regional y sectorial, reducción de la pobreza y gobernabilidad. Esto significa entre otras cosas el diseño de una verdadera “Economía de Guerra” para generar por lo menos 1.5 millones de nuevos empleos anuales, reorientando los presupuestos federales hacia este fin y reconstruyendo la institucionalidad de las políticas públicas de desarrollo regional y sectorial.

La herencia neoliberal también nos deja  la emigración masiva a Estados Unidos  motivada por el desempleo y ausencia de bienestar para la población.  La generación masiva de empleo debe ser la prioridad y política de Estado más importante mediante la recuperación del manejo soberano de la política económica del país, el fortalecimiento del mercado interno, la reconstrucción de la institucionalidad del desarrollo regional, sectorial, de la banca de desarrollo y la realización de una reforma fiscal integral. La reorientación del modelo económico actual, desde la perspectiva de la mayoría del país y la construcción de una propuesta alternativa de desarrollo nacional depende de una amplia movilización de la ciudadanía capaz de obligar al gobierno y a toda la clase política a anteponer el bienestar y la seguridad humana de todos los mexicanos por encima del lucro y la rapiña corporativa actual. La ideología extrema del mercado como organizador de la economía y vida de México

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