Pablo Cabañas Díaz
En la Cámara de Diputados con gritos y acusaciones mutuas entre Gerardo Fernández Noroña y el presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo, se dio inicio a la primera sesión ordinaria. Desde los primeros minutos se buscó reventar la sesión cuando el legislador Santiago González Soto, del Partido del Trabajo (PT), preguntó desde su curul a Muñoz Ledo en calidad de qué había acudió al “informe de gobierno” de Enrique Peña Nieto. “Lo hice en calidad de diputado, de presidente de la Cámara de Diputados, y este tema lo vamos a tocar más tarde”, respondió Muñoz Ledo, cuando un violento Gerardo Fernández Noroña, exigía la palabra.
Horas antes Fernández Noroña, en su cuenta de Twitter, había anunciado que realizaría señalamientos al Presidente de la Mesa Directiva: “Les pido que no se pierdan mi intervención en este pleno la Cámara de Diputados. @PMunozLedo piensa que con sus formas autoritarias evitará que le reclame su cultura cortesana y su violación al marco constitucional. Llego a la cobardía decir que yo lo agredí ayer…”
Fernández Noroña acusó al presidente de la Mesa Directiva de faltarle al respeto. Muñoz Ledo respondió y lo exhibió: “No le falto al respeto. Usted nos faltó ayer al respeto y tuvo agresión física”. Apenas iniciaba el intercambio de palabras que luego llegó a las acusaciones. “Insolente”, llamó Fernández Noroña; “golpeador”, respondió Muñoz Ledo. Noroña seguía despotricando desde la parte baja de la tribuna, mientras Muñoz Ledo respondía: “No le voy a escuchar. No le voy a escuchar. No le voy a escuchar”, pero Fernández Noroña no paraba.
Muñoz Ledo hizo mal al expresar : “No le voy a escuchar. No le voy a escuchar”, los actos realizados por los parlamentarios solo deben ser reconvenidos con respuestas fundadas en argumentos. El fundamento de las facultades disciplinarias del presidente de la Cámara de Diputados no se puede sustentar en una relación de jerarquía, sino en la solidez de sus argumentos. La LXIV legislatura tendrá su primera evaluación de desempeño dentro de tres meses cuando termine el primer periodo ordinario de sesiones.
Muñoz Ledo hizo bien cuando sometió a votación el conceder el uso de la palabra a Fernández Noroña, el cual le fue negado por una “abrumadora mayoría”. Fernández Noroña, es diputado federal de mayoría por el distrito IV de Iztapalapa por el Partido Encuentro Social pero forma parte del grupo del Partido del Trabajo. El pasado 4 de septiembre, Fernández Noroña abonó a la imagen de una izquierda “rijosa”, “conflictiva” y estéril, que “boicotea” jornadas legislativas. Lo que permite preguntarse, ¿para quién trabaja en realidad este legislador?