martes, abril 23, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Empleo: Las argucias de Peña Nieto

Pablo Cabañas Díaz
Según Enrique Peña Nieto, en su sexenio,  se logró duplicar el crecimiento en el empleo formal con respecto al Felipe Calderón, y se disminuyó el empleo informal y el poder adquisitivo del salario fue el más alto en 42 años, de acuerdo a lo expuestos en su Sexto Informe de Gobierno. La propaganda gubernamental presume la creación de más de tres millones de empleos formales.  Sin embargo, permaneció la precariedad del empleo en México. Así lo muestran  las tasas de informalidad, el nivel de ingresos por el trabajo y las condiciones de ocupación. En ese sentido, el sexenio de Peña Nieto no constituye una excepción.
Al margen de la cifras ofrecidas por el presidente , la realidad es que el empleo informal, aporta el 24% al PIB nacional con más de 300 mil millones de dólares anuales, cifra que equivale a la economía de 16 países de América Latina. Dado el tamaño, lo ubicarían como la sexta mayor economía de la región. De acuerdo a Benjamín Temkin Yedwab  catedrático en la Universidad de Columbia,  la disminución en el porcentaje de trabajadores informales en la población económicamente activa (PEA) en el último sexenio es sólo de un 1.3%,mientras que para todo el período considerado (1995-2017) es apenas del 5%.2
En Oaxaca por cada empleo formal había en el primer trimestre de 2016 casi cinco personas laborando en actividades informales (82% del total de la entidad), en Guerrero la relación fue de cuatro por cada formal (80% del total) y en Chiapas hubo 3.6 informales por cada puesto de trabajo formal. Es decir, para este último significó que el 78% de los puestos de trabajo estuvieran en la informalidad. En la Ciudad de México, la principal economía del país, por cada 100 puestos de trabajo en la formalidad se reportaron 48 informales. En la segunda mayor economía, el Estado de México, la informalidad supera 31% a los empleos informales.
Según el INEGI, la informalidad (desde el punto de vista ocupacional) son las empresas sin registrado ante la autoridad tributaria, hasta puestos de trabajo en unidades económicas formales sin acceso a la seguridad social. También se ubican ahí la agricultura de subsistencia, el servicio doméstico remunerado de los hogares, entre otras actividades. Así en el primer trimestre del año, la tasa de informalidad laboral en México fue de 57.4%. Esto al registrar 29.1 millones de personas frente a los 21.6 millones de ocupados en el sector formal.
Del total de informales, sólo la mitad son asalariados (14.3 millones de personas o 49.2% del total),una tercera parte (9.7 millones) son trabajadores por cuenta propia y 2.4 millones de personas no son remuneradas. Casi 20 millones de personas reciben como máximo alrededor de 150 pesos diarios (7.8 dólares, al tipo de cambio actual). Según el INEGI, 3.2 millones de personas que laboran en la informalidad no reciben ingreso alguno, mientras que 7.3 millones reciben hasta 73 pesos (3.9 dólares) diarios y poco más de 9.0 millones de trabajadores reciben una remuneración superior a los 73 pesos pero menos de 150 pesos (7.8 dólares) diarios. ¿Qué esperaba el PRI con este escenario producto de las reformas estructurales del 2012-2014?

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