Ahogado en votos AMLO es víctima del éxito de su propia lucha
Por Siegfried Hitz
Ironías del destino. En escasos meses habrá una nueva mafia en el poder incubada en la autoridad absoluta que le dio el enorme número de votos a AMLO. El poder desproporcionado que recibió, y que nunca pidió de esa magnitud.
El gran impulso electoral para AMLO provino de su máximo enemigo. Al igual que Hitler o Mandela, recibieron su fuerza del mal contra el que lucharon, el primero contra las desequilibradas condiciones del armisticio de la primera Guerra Mundial, y Mandela contra el sistema discriminatorio de la segregación.
¿Cómo podrá evitar caer en lo mismo contra lo que luchó, si él concentrará una autoridad casi absoluta? La historia está llena de ejemplos de cómo el poder ciega al gobernante y el poder absoluto puede cegarlo absolutamente. El “inhundible” Titanic se hundió en su viaje inaugural.
Bastarán unos cuantos meses de esa destructiva droga. El fantasma de la mafia del poder impregnará al ejercicio del puesto e intoxicará al ser humano que hay en él. Y más aún si tiene la potestad de ordenar cambios a la Constitución.
En sus primeros actos y declaraciones como ganador surgió un perfil opuesto al candidato en campaña. Fue conciliador y aún esperanzador. No ha aparecido el candidato rijoso y ofensivo que descalificó y agravió. Dos perfiles diferentes lo preceden. La incógnita hoy es cuál será como Presidente.
Sus portavoces y futuros secretarios de estado dan versiones encontradas sobre los proyectos radicales de campaña que a muchos asustaron, están en la mente de todos y la amenaza sigue latente. Entrarán en colisión dos congruencias, la de cumplir lo prometido o ejecutar lo adecuado para el despegue del país.
¿Tendrá la entereza para esto último? De ello depende su objetivo de, como es su meta, pasar a la historia como un buen Presidente y compararse con Juárez, Madero y Cárdenas. Con éxito sería en efecto la figura histórica que concluiría la transición iniciada con Fox en la presidencia. Sin embargo, sus seguidores de izquierda se desilusionarían y reclamarían haber sido defraudados.
PROPUESTAS POLÉMICAS
El 12 de Julio publicó sus 50 lineamientos sobre anticorrupción y austeridad que contienen acciones innovadoras y un tanto radicales. Si bien muchas son particularmente positivas varias de ellas pueden ser altamente contraproducentes o al menos, riesgosas. No incluye aquí temas económicos, políticos o sociales.
Su oferta central de campaña fue combatir a la corrupción y en su documento propone severas penas a quienes la cometan. Veamos ejemplos en que la decisión será contraproducente.
A la vez planea reducir salarios de los altos funcionarios en 50%, pero además obligará a los trabajadores de confianza a laborar también los sábados y “cuando menos, 8 horas diarias”. Les cancelará prestaciones que él califica de privilegios como auto, chofer, guardaespaldas y gastos médicos privados. Por consecuencia el personal más calificado migrará a la iniciativa privada y sólo conservarán los menos capaces o de poca iniciativa para moverse, pero sí, ávido de compensar la larga jornada laboral y los escasos ingresos, con otras fuentes, entre ellos la corrupción.
Si el objetivo es reducir el obeso aparato de gobierno, el camino es inverso. Hay que reducir personal, pero más capaz y ágiles estructuras con base en sistemas y equipos más eficientes.
Al cancelar las pensiones a los expresidentes de la República, presiona a los siguientes presidentes a hacer negocios que les aseguren su futuro. De hecho, promueve la corrupción pues los presionará a hacerlo desde el puesto.
Los ministros de la SCJN tienen un sueldo y retiro exageradamente alto, cierto. Pero su razón de ser, es hacerlos incorruptibles. No son subordinados del Poder Ejecutivo y pretender reducirlos puede ser fuente de un profundo conflicto entre poderes.
Minimizará 70% el uso y gasto en asesores externos en los tres poderes de la Unión, pero no contempla que en numerosos casos son indispensables. Ejemplo: la elaboración de estudios para proyectos de ley. Más que reducir 70% sería óptimo poner candados que garanticen que sólo sean contratados por su alto grado de conveniencia y en todo caso, reportar cuando se exceda de determinada cifra convenida.
Ordena la sana eliminación de fideicomisos que ocultan fondos públicos y evaden legalidad y transparencia. Esperemos que ahora abra los archivos, cerrados por 25 años, a la obra del segundo piso durante su Jefatura en el DF.
Elimina también toda partida para vestuario o protocolo para la presidencia. Buen intento de austeridad, pero ¿no bastaría con reducirlo o limitarlo?
CENTRALIZACIÓN AUTORITARIA
Ejercer el poder dominando el Congreso y Legislaturas estatales y sin partidos fuertes como contrapeso a su autoridad, hace esperar que su liderazgo, como ha demostrado en su trayectoria, concentrará el poder sin aceptar opiniones contrarias (“estas conmigo o contra mí”).
En sus lineamientos incluye claros conceptos de centralización de decisiones federales incluyendo compras consolidadas, publicidad, contralorías internas, cito: “Todos los programas y estructuras publicados se centralizarán en una sola unidad de coordinación”.
Parte del combate a la corrupción es el nombramiento de 32 Coordinadores estatales de la federación que substituirán a un numeroso grupo de representaciones de las dependencias federales en cada estado que sin duda hacían frecuentemente un juego perverso de corrupción de complicidad con los Gobernadores.
Una buena medicina, pero poco funcional, pues no existe una persona que entienda la materia de todas las dependencias federales. Podría ser más eficiente si varias dependencias federales tuviesen un Coordinador estatal o bien cada dependencia comprendiera una región con varios estados.
El riesgo de aplicar esta fórmula, original de Porfirio Díaz, será la debilitación del pacto federal en favor del centro controlador que concentrará más aún las decisiones. Políticamente será la formación de los nuevos candidatos de Morena para futuras gubernaturas.
Mover las Secretarías de Estado a otras ciudades es una muy loable idea para descentralizar el país y promover el desarrollo de otras zonas, pero debe responder a un cauteloso plan que atenúe los impactos de todo orden en las ciudades destino, ya que podría generar un caos que llevara a abandonar el proyecto.
En cambio, ha revivido la idea del corredor transístmico, que ya desde Juárez fue descartado porque era un riesgo geopolítico en un conflicto internacional. Superada la guerra fría, puede ser su momento, particularmente como polo de desarrollo económico en una región hoy marginada y que capitalice la abundancia de terrenos disponibles, mano de obra, agua y energía eléctrica.
Como Presidente, López Obrador tendrá un enorme reto, mayor que en su peor sueño guajiro. No es un lecho de rosas. Históricamente el apellido López ha sido poco afortunado, no podemos olvidar a Santana o a Portillo. Caso especial sería el popularísimo Mateos.
Esta incertidumbre amenaza con un potencial escenario de caos económico y político como el que nos heredaron Echeverría y López Portillo, cuando la “docena trágica”. No queremos ver como en Cuba, Venezuela o Chile la formación de una dictadura. Y menos aún el tema ya superado de la reelección.
Pero también presenta la oportunidad de dibujar desde cero un perfil de país más alentador, si AMLO atiende los consejos de sus buenos asesores y construye un cambio de fondo que reestructure aspectos relevantes de nuestra vida política, económica, social y cultural.
Hagámonos oír y crucemos los dedos para que nuestro próximo Presidente alcance su objetivo de trascendencia, todos preferimos que salga como héroe.
¡Es por México!
