Teresa Gil
laislaquebrillaba@yahoo.com.mx
El mundo se estremece ante la muerte brutal del periodista saudí Jhamal Khashoggi, mientras en México otro periodista Gabriel Soriano Kuri, es atacado vilmente y su deceso solo refunde el caso a los expedientes de siempre. El propio gobierno del país de Khashoggi el príncipe heredero Bin Salman parece involucrado en el ataque, como ha sucedido aquí en muchos casos que tienen su origen en oscuras órdenes oficiales. La forma monstruosa como fue despedazado el periodista de Medio Oriente que tenía posiciones críticas ante su gobierno, no difiere de las espantables muertes de periodistas en México. Las diferencias ante el poder entre Khashoggi y Soriano son muchas por nuestras condiciones de país pobre, pero no en el fin de los comunicadores. La muerte los hace iguales. Mientras se discutía el asesinato de Soriano en México como un caso que puede perderse -como 65 más en este sexenio-, en la burocracia de los expedientes, se daba por coincidencia el comportamiento de empresas de medios que envían a sus reporteros a misiones poco éticas para el ejercicio del periodismo. Fue el caso del diario El Universal que aceptó haber enviado a un reportero -no dio su nombre-, a votar varias veces en la consulta para definir la situación del aeropuerto internacional. La cuestión se planteó en redes con la polarización de quienes sostienen que se trató de una exclusiva periodística y otros, que el comunicador fue enviado como un provocador, que tenía como propósito evidenciar la mencionada consulta como irregular, con el fin de servir a los intereses del proyecto que se construye en Texcoco.
¿HASTA DONDE DEBE LLEGAR LA ÉTICA EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN?
EL medio mencionado arriba fue expuesto públicamente hace una semanas, después de que expuso al oprobio a un niño de once años lo que dio origen a la campaña #Conlosniñosno. El medio trató de rescatar su imagen corriendo al autor del informe. ¿Puede la ambición por la noticia, violar todo tipo de ética en los medios? ¿Puede la defensa de capitales comprometidos vulnerar todo tipo de prudencia para penetrar en expresiones democráticas, aunque quien lo hace las considere fuera de formalismos? ¿puede una empresa periodística dar órdenes a un reportero de que vulnere un acto organizado pacíficamente para agredir con sus actos las formas de organización usadas? ¿puede el reportero sin cuestionar la orden, obedecer el cumplimiento ilegítimo de la empresa y vulnerar asimismo su propia ética? Todas estas preguntas y otras, surgieron tras de que El Universal reconoció el pasado 25 de octubre, que había enviado a un reportero a cubrir la elección de la consulta popular organizada por la presidencia electa para conocer el punto de vista de la población en 538 municipios del país e informó que su reportero había votado cuatro veces ¿Que interés impulsaba a ese medio a demostrar que en la mencionada consulta se podía votar fuera de control en varias casillas, cuando días antes buena parte de sus titulares impulsaban a votar por la opción Texcoco del aeropuerto? Al parecer los hechos provocadores en la consulta en la que participaban pacíficamente miles y miles de personas en el país, pudieron darse a partir de los argumentos que dieron algunos ex funcionarios como José Woldemberg de que no había formalismos en la consulta.
LENIN ANTE LA PRENSA DEL PODER POLÍTICO: “CALUMNIAN QUE ALGO QUEDA”
Nada cambia cuando la lucha por el poder está en juego y pocas veces se ha visto tanto encono en los capitales unidos en el caso del NAIM. Ningún capital fuerte que se precie, avalados por burócratas, se ha quedado callado. La campaña ha sido urdida, permanente, fuerte y agresiva. Los datos económicos son brutales, todo parece indicar que sin el aeropuerto de Texcoco, México se hundirá -más- para siempre. Hace 101 años, allá por el 14 abril de 1917, V. I. Lenin se refirió a esas campañas organizadas desde “la prensa burguesa”, en su artículo La alianza de la mentira, consecuente al del 12 de abril de ese año, Una mentira desvergonzada de los capitalistas. Leyendo esos artículos del líder de la Revolución de Octubre integrados en su libro Acerca de la prensa (editorial Progreso Moscú, 1980) vemos la similitud del poder sacando la espada para destruir y desacreditar movimientos democráticos a partir de publicaciones y editores que se prestan para ello. La campaña que se ha dado en contra de la decisión por Santa Lucía en la que se adelantan cuestiones catastróficas, se cae ante declaraciones de expertos –La UNAM señala que el aeropuerto de Texcoco se hunde, 26 de octubre, informes Televisa) Que tan desesperados estarán, que hasta el titular de la OCDE José Ángel Gurría se echó un viajecito para venir a votar, “por Texcoco”, dijo muy orondo. Lenin conocía muy bien a los poderosos y sus alianzas mediáticas. “Los periódicos capitalistas mienten y sostienen una furiosa campaña”, contra los que defienden los intereses del pueblo advierte en el primero de los artículos. “La prensa burguesa-dice en el segundo artículo-, recurre siempre y en todos los países al procedimiento más usual e ‘infalible’. Miente, alborota, grita, repite la mentira, calumnia que algo queda”. Como puede verse, desde aquellas sabias observaciones, nada ha cambiado.