jueves, marzo 28, 2024

Las plantas sagradas del Jardín Botánico de la UNAM

CIUDAD DE MÉXICO, 1 de diciembre (Almomento MX).- La idea de los Jardínes Botánicos en México, fue reproducida por los españoles que fueron mandados por la Corona española para encontrar las bondades de éstas y así utilizarlas con fines médicos. Europa había pasado por imbatibles pestes, por lo que su intención expansionista, iba de la mano de encontrar la cura de las enfermedades que los azotaban como civilización.

El papel de los Jardínes Botánicos, ya no tienen como antes un espectro de extraccionismo sino al contrario de conservación. Eloina Peláez, directora del Jardín Etnobotánico “Francisco Peláez” ubicado en San Andrés Cholula, reveló en 2007 para la red universitaria Universia, que  existen arriba de 25 mil especies de plantas, y que 208 de ellas, se encuentra en Cholula Puebla.

Desafortunadamente las especies se han visto perjudicadas debido a la expansión urbana, por lo que Peláez dijo para Universia que: “En la actualidad, el trabajo de la conservación de la flora es fundamental porque un tercio de las especies de plantas en el mundo están en peligro de extinción en su hábitat natural. Cabe mencionar que en México se pierden tres especies de plantas diarias, lo que significa un verdadero peligro de extinción”, según señaló la investigadora.

Los Jardínes de los antiguos mexicanos

Los mexicas destinaron algunos lugares que por sus características naturales, se utilizaron como jardínes, éstos se conformaban de las plantas locales, así como de otras que llevaban de las regiones dominadas por el Imperio Mexica. Moctezuma hacia 1438 ordenó la construcción en Oaxtepec de uno de estos jardínes, sitio que por su belleza natural, albergaría a plantas y flores sagradas y exóticas y medicinales.

También se tiene conocimiento de un antiguo lugar en donde se utilizó como reservorio prehispánico para el uso de plantas que mandó a construir Nezahualcóyotl en Texcoco, en donde hoy se conoce como el Parque Nacional, o de Ahuehuetes.

Los Jardínes Botánicos después de la conquista

Las plantas mexicanas fueron sujetas a estudio por parte de los españoles primero por parte de los  frailes mendicantes como el franciscano Fray Bernardino de Sahagún y el jesuita Juan de Esteyneffer. Posteriormente llegaron en diferentes momentos un grupo de “proto-médicos” que con conocimientos previos de una medicina galénica, tomaron muestras y escribieron sobre las plantas mexicanas y sus propiedades. Algunos de ellos fueron Juan Cárdenas, Francisco Hernández, Nicolás Monardes y Francisco Bravo entre otros.

En Europa los Jardínes Botánicos se reprodujeron en los siglos XVI y XVII primero en Italia y España, uno de ellos que causó mayor influencia en México fue el Jardín Botánico de la Real Botica de Madrid.

Jardín Botánico de Padua, foto tomada de Inernet

En Puebla hubo un intento por reproducir este tipo de jardines europeos para la clasificación y estudio de las plantas. La idea en México era crear los llamaos “escuelas-jardín”. Éstas fueron  impulsadas por dos personajes que brillaron por su trabajo que fueron Vicente Cervantes así como Antonio de la Cal y Bracho.

Los Jardínes Botánicos en la era moderna

Los descubrimientos europeos en torno a enfermedades como la viruela en Inglaterra, logró que la medicina experimental se posicionara frente a la medicina tradicional la cual nació como un híbrido entre los conocimientos europeos y mesoamericanos, a lo largo de los siglos de contacto entre europeos y mexicanos.

Posteriormente la era de la bactereología y asepsia encabezada por Luis Pasteur y Robert Koch ganaría la guerra contra las epidemias, esto pondría la medicina tradicional atrás y se posicionaría la medicina científica como una medicina hegemónica dentro del escenario mundial.

En el siglo XX las instituciones públicas se dieron a la tarea de continuar esta labor de estudiar, conservar y proteger a las plantas mexicanas, por medio de la creación d espacios destinados para su recolección y clasificación. Tal es el caso del Herbario Medicinal del IMSS ubicado en el Centro Médico Nacional Siglo XXI alberga alrededor de 14 mil ejemplares botánicos.

Foto tomada del portal del Jardín Botánico de la UNAM

El Jardín Botánico de la UNAM

Otro lugar que ha seguido esta tradición de estudiar las plantas endémicas de este país en el Jardín Botánico de la UNAM.

En este sitio se intenta preservar las especies endémicas, ahí tienen alrededor de 1600 especies catalogada para que en un recorrido se puedan observar. Tambén cuentan con 300 especies en extinción.

El Jardín Botánico de la UNAM se encuentra en el Instituto de Biología, y cuenta con 12.6 hectáreas. Tiene cuatro diferentes plantas consideradas como sagradas que son: el peyote, cempasúcitl, el nopal y el agave.

El peyote

El peyote es una cactácea que posee espinas pequeñas y finas. En otras cactáceas, las espinas sirven como un método de defensa para que los animales no puedan comerlas, pero en el caso del peyote ésta planta se protege con una sustancia tóxica llamada mescalina, que al ser consumida por el hombre produce efectos alucinógenos. Las culturas del centro de México, principalmente los huicholes, usan esta planta para sus rituales.

Foto tomada de Internet

La bióloga Itzel Rovira Álvarez, miembro del grupo de visitas guiadas del Jardín Botánico, recomendó que si en alguna ocasión se tiene la oportunidad de probar el peyote, lo mejor es pensarlo dos veces pues, además de incurrir en un delito, el consumo desmedido de esta cactácea ha originado que actualmente esté catalogada como una especie en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

“Hay que hacer una aclaración importante, los huicholes tienen acceso al consumo de esta planta de manera legal. Tienen permitido consumir cierta cantidad para sus rituales. Si nosotros consumiéramos esta planta y no pertenecemos a ese grupo étnico, estaríamos cometiendo un delito”, resaltó la bióloga Rovira Álvarez.

Foto tomada de Inernet

El nopal

El nopal es una de las plantas más importantes de México, aparece en nuestra bandera nacional representando al mito de la fundación de Tenochtitlán por los mexicas, quienes siguiendo las órdenes de Huitzilopochtli, caminaron hasta encontrar un águila posada en un nopal devorando a una serpiente. Para los mexicas el nopal era una planta sagrada, pues consideraban que era una conexión entre el cielo, la tierra y el inframundo.

Códice Techialoyan García Granados

En México existen aproximadamente 90 especies de nopales, todas ellas comestibles. Los tallos son la parte que ingerimos y llegan a los mercados para su venta con apenas unos 10 o 15 días de edad. Se dice que los frutos del nopal, muchas veces de color rojo, son una representación de la sangre y los corazones de las personas sacrificadas a los dioses mexicas.

El cempasúchitl

El nombre de estas plantas viene del náhuatl, donde cempoalli significa veinte y xóchitl, flor. En las celebraciones de día de muertos se coloca esta flor en los altares para guiar el camino de los difuntos seres queridos que vienen a visitarnos. El intenso color de la flor ayuda a las ánimas a guiarse en la oscura noche.

“Cada uno de los pétalos que nosotros vamos a encontrar en estas flores, en realidad no son pétalos, sino flores. Si nosotros lo abrimos vamos a encontrar muchas flores más. Esta es una familia conocida como Asteraceae, en la cual todas son flores que se conjuntan en una cabezuela”, puntualizó Rovira Álvarez.

Además de las festividades, el cempasúchil tiene otros usos, como teñir telas, como alimento para gallinas con el fin de que las yemas de sus huevos adopten un color más intenso y como remedio medicinal, pues al beber una infusión de la planta es posible aliviar algunas dolencias estomacales como infecciones, vómito o indigestión, afirmó la especialista.

Foto: David Somellera

El agave o Maguey

México cuenta con aproximadamente 160 especies de agaves, de las cuales 75 por ciento se encuentran en el Jardín Botánico. Una característica importante de este grupo botánico es que durante toda su vida recolectan agua y azúcar en el centro de su cuerpo para poder florecer y reproducirse. Dependiendo de la especie pueden tardar entre seis y 20 años.

Se consumía desde hace más de 6000 años, (Fuente: Arqueología Mexicana), y ha sido parte fundamental en la transición del hombre mesoamericano en la concreción de su cultura como sedentarios.

Agave proviene del griego ágavos, que significa magnífico o noble, mientras que aquí en México se le conoce comúnmente como maguey, que es una modificación del nombre Mayahuel, una deidad asociada al pulque, la fertilidad, suelo y la embriaguez. Mayahuel y Quetzalcóatl, perdidamente enamorados, deciden escapar juntos, y, para que no los encuentren los hermanos de Mayahuel, se transforman en la planta agave. Sin embargo, sus hermanos los encuentran y destruyen la planta, sobreviviendo solamente Quetzalcóatl, quien llora a su amada, por lo que se dice que el aguamiel que se encuentra dentro de la planta son las lágrimas de la “serpiente emplumada”.

Foto tomada de Internet

El Jardín Botánico de la UNAM resguarda todo tipo de especies con el objetivo de estudiarlas y protegerlas. “Imaginen que este espacio es como un arca de Noé moderna. Tenemos ejemplares de distintos tipos de plantas que en su lugar de origen ya desaparecieron o están a punto de desaparecer, y este lugar va a ser muy importante para resguardar esa biodiversidad”, afirmó la bióloga.

AM.MX/dss

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