LA COSTUMBRE DEL PODER: El trabajo como valor añadido

Fecha:

*Es inútil pensar en quiénes ganan más, o menos: lo justo es determinar en qué medida y cómo retribuyen a la sociedad debido a sus salarios

Gregorio Ortega Molina

La diversidad de opiniones sobre la reducción, o no, de los salarios motivada por una decisión presidencial, se da bajo falsos supuestos, porque olvidaron lo esencial: el trabajo.

     El tema es bíblico: ganarás el pan con el sudor de tu frente, pero también se hace con riesgo de perder la vida. Mientras los humanos llegaban al sedentarismo, para alimentarse salieron a cazar, a jugarse la vida, con los animales a los que perseguían y con las otras tribus que también buscaban saciar su hambre.

     La división del trabajo fue automática, pero se profundizó con la agricultura. Pablo de Tarso lo expresa con puntualidad en su carta a los corintios: “Hay diferentes dones pero el Espíritu es el mismo, hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios que hace todo en todos, es el mismo. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común”.

     El trabajo, así, adquiere la dimensión de un valor añadido a la idea, la percepción de la vida, porque a chuecas y derechas, terminamos por modificar nuestra conducta y comprensión del mundo debido a lo que hacemos, y esta observación es válida lo mismo para asesinos seriales que para desarrolladores de medicina genómica, alta tecnología, o nuevas aportaciones a la procuración y administración de justicia, que han de evolucionar conforme propiciamos, nosotros mismos, el desarrollo de nuestro entorno, o su involución… es un riesgo siempre presente.

     ¿Qué es, entonces, lo que define el salario? ¿Voracidad? ¿Prestigio? Creo que la remuneración justa, equilibrada, favorece las posibilidades de que todos contribuyamos a “enriquecer” ética, moral, cívica y socialmente nuestro entorno, pues con recursos idóneos tendremos acceso a la cultura y al ocio recreativo. ¿Define la paga la medida de tu aportación a la sociedad? Es posible, aunque en el trayecto se den equivocaciones fatales, como los de esos pintores, escritores, científicos… que vivieron y murieron en la miseria, mientras creaban esas obras y desarrollaban esos adelantos que hoy hacen más grata nuestra estancia en el mundo.

     Todo trabajo ha de ser remunerado. Hoy existen algunos que no se pagan y debieran retribuirse, por ese significado que tienen como valor añadido para el desarrollo de la personalidad, que contribuye a construir un mundo en el que viviremos un poquito mejor.

     Es inútil pensar en quiénes ganan más, o menos; lo justo es determinar en qué medida y cómo retribuyen a la sociedad debido a sus salarios.

www.gregorioortega.blog   @OrtegaGregorio

Compartir

Popular

Artículos relacionados
Related

Llega a Yucatán lo mejor de la escena contemporánea mundial

El programa incluye presentaciones abiertas al público, con piezas en proceso o terminadas, así como laboratorios escénicos.

Vuelve José José al escenario con homenaje sinfónico en CDMX

En esta ocasión, la Orquesta Sinfónica de México, bajo la batuta del compositor Rodrigo Macías, dará vida a un concierto en el que los grandes éxitos del intérprete resonarán nuevamente en uno de los recintos más importantes del país.

Truecaller transforma la identificación de llamadas con IA

Con una comunidad global de más de 450...

Yucatán, en el catálogo de experiencias de turismo comunitario

México es el primer país en contar con un catálogo de experiencias turísticas avalado por la Unesco, que reúne 42 propuestas.