jueves, abril 18, 2024

LA COSTUMBRE DEL PODER: El costo de vivir

Gregorio Ortega Molina

*Para amargar el agravio todavía más, según informe del Banco Mundial, durante este año los precios de los productos energéticos básicos (petróleo, gas natural y carbón) subirán un 4 por ciento, luego del incremento que experimentaron durante 2017, que en general fue del 28 por ciento, no del 16 como lo publicitan las autoridades mexicanas; es decir, otra vez la inflación será de dos dígitos, y quizá superior al 20 por ciento

 

En materia económica las estadísticas nunca tienen la última palabra, siempre son sustituidas por la voraz realidad. Los sueños de éxito de los políticos son destruidos por los agujeros en las bolsas de los monederos de las amas de casa, las mesas servidas con gran esfuerzo, aderezados los alimentos con el hambre que ha de aguantarse los proveedores del hogar.

Vivir cuesta, y el gasto siempre es incrementado por los gobiernos. Los pagos fijos sin salir de casa lo demuestran: predial o renta (según se sea propietario o arrendatario), agua, luz, teléfono, gas, televisión de paga, propinas a los de la basura y el cartero; si todavía eres de los afortunados que encontraron contrato a través del outsourcing, del precio del transporte no te escapas, aunque te muerdas uno y la mitad del otro (trátese de güevos u ovarios) con el hambre, y regreses al hogar desfalleciente, para comer con increíble fruición lo que dejaron tus hijos y tu mujer, o al revés, tu marido y tus hijos.

     Es en este contexto que los gobernantes no se cansan de mentir, creen que el hambre nos mantiene tontos y sin capacidad de respuesta, pero en julio de este año habrán de saldarse los agravios.

Insisten, a través del gasto de miles de millones de pesos en propaganda, en que les compremos la imagen de que la inflación está controlada, cuando la post verdad es que durante el año recién concluido, la inflación fue al menos del 26.2 por ciento, debido a los precios de la gasolina, el gas y la electricidad, considerados los más altos de los integrantes de la OCDE.

Para amargar el agravio todavía más, según informe del Banco Mundial, durante este año los precios de los productos energéticos básicos (petróleo, gas natural y carbón) subirán un 4 por ciento, luego del incremento que experimentaron durante 2017, que en general fue del 28 por ciento, no del 16 como lo publicitan las autoridades mexicanas; es decir, otra vez la inflación será de dos dígitos, y quizá superior al 20 por ciento.

     Y abunda el reporte del Banco Mundial, donde se nos indica que la chatarra ha observado un incremento constante; en las primeras dos semanas de diciembre último tuvo un incremento de hasta 50 dólares por tonelada, lo que implica un impacto directo al mercado mexicano, importador neto de chatarra proveniente de Estados Unidos.

“Por otra parte, los electrodos en los últimos meses del año registraron un incremento de 8 mil por ciento. Este sorpresivo aumento se debió a la demanda de este insumo, que en México ha sido usado en los arcos eléctricos de las acereras mexicanas. Otro de los factores que ha influido es la gran demanda que ha tenido en países como China, así como la escasez de materia prima en ciertas partes del mundo”.

Lo que se avecina, entonces, es la debacle de lo propuesto en el Pacto por México, y la nulidad de todas las promesas que, como en el más feo de los populismos, con las cuales vendieron la reforma energética. ¿Cómo resolverán el panorama electoral? Con más mentiras.

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