viernes, abril 26, 2024

ISEGORÍA: La pelea verdadera

Sergio Gómez Montero*

pensad que solamente

fijando en la memoria su desazón y escombros,

serés mañana el claro fulgor de su conciencia

E. Romero: “Exiliados”

 

Desde el inicio de la contienda eso no se prestó a dudas: no eran nombres ni hombres y mujeres los que se enfrentarían en el cotejo electoral de este año; eran dos proyectos de nación los que estaban en lucha: el de los pobres (según CONEVAL 80 millones de mexicanos) en contra del de los ricos (una cifra variable entre 30 empresarios que deciden y 10 millones de ricos que acumulan). Nadie más se iba a meter a esa contienda; al menos no ahora, pues por el lado de los pobres sólo un nombre (AMLO) se registró, mientras que por el lado de los ricos de los cuatro que quedaban ahora sólo quedan tres (y algunos quisieran que ya sólo uno). Por eso pues, para el debate del domingo habrá pocos cambios: todos los ricos contra AMLO echándole montón y defendiendo a morir al injusto y desigual sistema social actual. Mientras que López Obrador cabeceando y tirando algunos volados de izquierda, con la esperanza de que alguno de ellos pegue en el blanco.

No habrá debate de ideas, pues las ideas de hoy, por parte de los ricos (Anaya, Meade  y El Bronco, convergen sólo en una: pegarle a López Obrador con todo, como sea (el que más mentira utilice, gana) y con quien sea (lleno estará el auditorio de porristas), como si ése fuera el único objetivo de la contienda, allí, Tijuana, territorio panista y tierra en la cual los sicarios del narcotráfico han subido los índices delincuenciales a cifras inverosímiles (poco falta para llegar a los 10 asesinatos dolosos al día). Tierra aquí, Tijuana, en donde como en ninguna parte del territorio nacional se siente con tanta intensidad la furia y los insultos del presidente gringo al que todos, aquí, no quieren saber nada de él.

Más allá de la cuestión regional, en que el debate próximo deberá de poner énfasis nada nuevo se espera pues se impondrá el esquema del ataque sumario y unitario en contra de AMLO quien sigue siendo y seguirá siendo el enemigo a vencer. Él por sobre todas las cosas. El fraude venga de donde venga, se ejecute como se ejecute, así se tenga que pasar por encima de la voluntad de la mayoría de la población del país. Se juega, pues, a que se mantenga pasiva la conciencia de las mayorías, sin despertar violentamente como en otras épocas ha pasado. No, no han llegado aún esas épocas.

Darle tiempo al tiempo y darle espacios a la palabra es conveniente aún para que los pobres sigamos intentando, a través de las elecciones, alcanzar el poder. Es válido. Es una forma de irse organizando, abajo y a la izquierda, en la medida en que, sin perder la esperanza, confiamos en que un día, finalmente, nos va a tocar, a las mayorías, gobernar más tarde que temprano.

Todos creemos que el primero de julio de este año en ese sentido será clave. Eso sí

*Profesor jubilado

gomeboka@yahoo.com.mx

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