martes, abril 23, 2024

ISEGORÍA: Cambios: nuevas elecciones

Sergio Gómez Montero*

Amo la serenidad de ciertas horas,
polvo de eternidad

A. Aliberti: “Serenidad”

 

¿Todo tiempo pasado fue mejor? Todo depende, por ejemplo, primero, de haber vivido antes que nada el tiempo pasado. Si uno no lo vivió, no puede hablar de él. Así, por ejemplo, poco pueden los políticos actuales referirse al tiempo de los “jilgueros” de antes, a los tiempos de Augusto Gómez Villanueva, quien, a lo mejor, no maneja los aparatos electrónicos actuales pero se mantiene activo en la política y en sus épocas de gloria fue un “jilguero” esplendente. Todos, en la política, actúan de acuerdo a los tiempos que les toca vivir. Quienes hoy la practican saben bien que si no dominan Instagram, Twiter, YouTube y Facebook están fuera de juego y que más les vale dominarlos. Bueno, eso hasta Trump y Kushner lo saben y que fue así como, en complicidad con Putin, le dieron en la madre a la Hillary en la última elección de Estados Unidos.

Pero tampoco es verdad infalible que actualmente con el sólo dominio electrónico de las artes políticas le basta a uno para triunfar. Hay muchos hilos muy finos que saber tejer para salir adelante, lo cual hace de lo electoral un juego complejo y que requiere de equipos altamente especializados (en eso de hacer trampas, sobre todo) que garanticen que el cúmulo de acciones a desarrollar se llevarán a cabo con gran efectividad. Así, lo repito, en lo electoral el control del Estado garantiza virtualmente el triunfo vía fraude. Si la ley fuera fácilmente aplicable al respecto, otros fueran definitivamente los resultados y desde luego otras las formas de jugar. Como sea, en cuestiones electorales muchos son los factores que intervienen y determinan el fin y el sentido de esos procesos y requieren que los equipos de los candidatos estén particularmente especializados y capacitados para enfrentar la infinidad de argucias que los atraviesan.

Como sea, respecto a las próximas elecciones de julio en nuestro país, en lo inmediato hay una pregunta que inquieta: no, no se refiere a cuestión de “jilgueros”, obvio, sino a una que ronda hoy al ambiente electoral ominosamente: ¿qué finalidades reales tiene el convenio INE-Facebook que hace poco se acaba de firmar? ¿Lo podrán contestar acaso Edmundo Jacobo y Gabriel Mendoza Elvira que firmaron a nombre del INE ese convenio? ¿Todos tenemos certeza de que nada se esconde atrás de ese convenio?

Si de por sí éramos muchos y la abuela vino a parir, con la incorporación de Facebook a nuestro próximo proceso electoral el ambiente legal se torna más turbio y oscuro de lo que ya de por sí era y augura que el clima de fraude que gravita en torno a ese proceso se torne ominoso y alevoso (molesta la cantidad de calificativos, pero no hay de otra) y que nada bueno augura en términos de resultados para la madrugada del día primero.

Habría pues que pensar que dejar fuera del proceso electoral a Facebook, hará menos moderna a la elección, pero la cargará de limpidez.

  1. D. Vacaciones de verano. Una semana más o menos. Tómenlo en cuenta.

*Profesor jubilado

gomeboka@yahoo.com.mx

 

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