viernes, diciembre 20, 2024

ÍNDICE POLÍTICO: Judicatura Federal, salarios de jeque y negocios en dólares

Francisco Rodríguez

 

 

De los diversos frentes de resistencia al cambio a que obliga el mandato popular del 1 de julio, hay uno paradigmático: el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), cerebro y espina dorsal del Poder Judicial. Se trata de un coto de poder VIP y cúpula dorada de la burocracia nacional. El CJF tiene sus propias leyes y éstas son los simples acuerdos de sus siete consejeros integrantes. Es todo un paraíso de felicidad, de privilegios sin límite y de impunidad total.

Allí, en ese territorio dorado, sus integrantes colocados en la punta de la pirámide del Poder Judicial se resisten a atemperar sus múltiples privilegios. Nada quieren saber de una política de honestidad, austeridad y racionalidad que fue el mandato en las urnas de más de 30 millones de mexicanos.

El CJF vive del erario (el Poder Judicial ejerce casi un 5 por ciento del presupuesto federal, el doble de lo que nos cuesta el Poder Legislativo), pero sus élites también generan para su beneficio ingresos extraordinarios vía cochupos de escándalo y que son un auténtico asalto a la nación.

Presidido de manera simultánea por el ministro presidente de la Suprema Corta ¿de Justicia?, Luis María Aguilar Morales (¿cobra en ambos lados?), en abierto desafío al plan de austeridad y anticorrupción anunciado por Andrés Manuel López Obrador, ahora prepara un golpe telefónico de dos mil 800 millones de pesos vía contratos con “dados cargados” a favor de la empresa estadounidense Cisco, o en su caso, tienen de reserva a la hindú Nokia.

 

Consejeros preparan un zarpazo típico del “año de Hidalgo”

 

Sin que pesen en su ánimo las críticas por la fiebre de compra de inmuebles y los altísimos sueldos que perciben ministros de la Corte y consejeros del CJF, la opulenta cúpula del Poder Judicial Federal ya prepara un zarpazo típico del “año de Hidalgo”, esa práctica institucionalizada de saquear las arcas públicas, sobre todo en el último año de gestión.

Al parecer, ganar los sueldos más altos del mundo en su ramo (4 millones 715 mil pesos anuales, 392 mil 965 pesos mensuales), un poco arriba de los propios ministros de la SCJN, a los siete consejeros del CJF no les parece suficiente y todo indica que se hacen de la vista gorda ante la escandalosa corrupción que se vive en la institución donde se encendieron los focos rojos y que los trabajadores “de abajo” comienzan a denunciar.

 

Van por “bisnes” de 140 millones de dólares hasta 2022

 

Ejemplo de lo anterior es la urgencia de contratar los servicios administrados multianuales telefónicos de la Red Privada Virtual del CJF y ejercer sin licitación, o con simulación de ésta, 70 millones de dólares de inicio los dos primeros años, pero de paso comprometer el doble de inversión a los dos años siguientes, lo que suma un total de 2 mil 800 millones de pesos.

Dichos servicios administrados son del tipo de arrendamiento financiero; el presupuesto de 140 millones de dólares se ejercerá año con año hasta el 2022, cuatro años completos dentro de la siguiente administración.

¿No sería lo correcto que sea la nueva administración del CJF la que ejerza ese presupuesto multimillonario? ¿Acaso temen que con AMLO vengan diques y frenos que les impidan hacer el negocio? Pareciera que sí.

 

El negocio no es con fabricantes, sino con intermediarios

 

A cinco meses que entregue la administración Luis María Aguilar, los actuales funcionarios del CJF tienen prisa por comprometer esa fortuna en telefonía ¿y en su propio beneficio? Su accionar los pone en entredicho.

Solo así se explica el “cochinero” técnico montado para la adquisición de los servicios administrados de telefonía donde no se invita a empresas fabricantes de equipo y software sino a simples intermediarios y distribuidores sin representación en México, pero que ya han sido seleccionados de antemano.

Las bases previas de licitación (estudio de mercado) están dirigidas a que gane una sola empresa que no paga impuestos en México, como Cisco, por lo que es muy difícil seguirle la pista. Pero, lo más grave es que vende tecnología desfasada y obliga a pagar precios altísimos por licencias obsoletas e innecesarias en la nueva era de las plataformas abiertas.

 

En la danza de millones, un personaje clave: El Maestro García

 

Se trata de una burda maquinación contra el interés de México. Mañosamente, el CJF solicita que se integre una solución SD-WAN para la creación automática de túneles IP-SEC, lo cual es innecesario. Esa tecnología es obsoleta en el primer mundo.

Dependencias como el IMSS, el ISSSTE o la SHCP usan componentes que ya no requieren de esos excesos técnicos amañados que pretende imponer el CJF solo para favorecer intereses creados, así se lo refirieron trabajadores del CJF a la reportera Magdalena González para la elaboración de una serie de reportajes de los que aquí se da cuenta.

En la danza de millones en servicios, como la telefonía, pero en casi todas las que realiza el CJF, está la mano de un personaje externo y misterioso que forma parte de un poderoso grupo empresarial que actúa en la sombra: Roberto García mejor conocido como El Maestro.

Y García, dice ser “los ojos y oídos” del propio ministro Luis María Aguilar Morales.

 

¿Sabe el ministro Aguilar de un cochinito para su retiro?

 

Bajo la tutela de El Maestro el CJF “licitará” en agosto próximo los contratos de servicios administrados de telefonía conforme a su particular estilo: en la total opacidad y probablemente en fin de semana, para evitar los reclamos de empresas burladas, a quienes sólo utilizan para simular legalidad.

Son muchos quienes en el CJF rinden pleitesía a García. Es quien reparte el producto de la rapiña. Él encarna el poder y quien se le atraviesa en su camino paga las consecuencias.

En ese proyecto de telefonía participan los directores de Tecnologías de la Información del CJF, Enrique Uribe Escamilla (general) y Eduardo César Mendoza Ramírez (de área), así como el secretario Ejecutivo de Administración, Miguel Francisco González Canudas.

Y a escasos cinco meses de que el presidente de la SCJN y del CJF, Luis María Aguilar Morales deje ambos argos, se urde a su nombre lo que pareciera ser un enorme cochinito para su retiro. ¿Él lo sabe?

 

Y los consejeros hacen “como que la Virgen les habla”

 

El gobierno de López Obrador, dicen los trabajadores, debe saber lo que ocurre al interior del CJF donde existe, desde varios años, esa danza multimillonaria que maneja un grupo bien focalizado que ha amasado inmensas fortunas al amparo de la corrupción, las componendas y las complicidades del poder.

Luis María Aguilar, Felipe Borrego Estrada, Rosa Elena Gonzáles Tirado, Martha María del Carmen Hernández Álvarez, Alfonso Pérez Daza, José Guadalupe Tafoya Hernández y Jorge Antonio Cruz Ramos, tienen en sus manos la solución ante la corrupción, los excesos y el dispendio en el gasto, pero hacen como que “la virgen habla” en su feudo.

 

Gastos lesivos para el contribuyente pues compran chatarra

 

Muy pronto ellos, los juzgadores, serán enjuiciados. Y lo que no se vale es que clasifiquen la información por cinco años bajo el manido argumento de que se trata de un tema de “seguridad nacional”.

Eso sería una burla, para nadie escapa que el fondo de todo es cubrir los complejos y muy redituables actos ilícitos al interior del Consejo.

La solución para frenar el ilícito que viene en telefonía es sencilla: que en la licitación se omita el tipo de tecnología que utilizará el proveedor de los servicios administrados. Eso es todo. Los candados que pretenden poner son parte del plan con maña de El Maestro García y sus cómplices.

De no hacerse así, y en abierta violación a la ley de adquisiciones, el CJF incurrirá en gastos lesivos para el contribuyente: comprará tecnología chatarra que no se utilizará y se pagará por ella un elevado sobre precio.

 

En manos de Aguilar Morales frenar este acto de corrupción

 

El CJF y su titular. el ministro presidente Aguilar Morales, están a tiempo de frenar el ilícito anunciado. De no hacerlo así, el mensaje será muy claro: van contra el mandato de las urnas del 1 de julio y seguirán medrando del presupuesto y la corrupción de escándalo que hoy carcome al Poder Judicial Federal.

¿López Obrador permitirá que perviva tamaño cochinero? Los casos de corrupción en el CJF son diversos. Pero eso se relatará en una segunda entrega.

 

 

Índice Flamígero: La Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México convocó a los policías judiciales, apenas en el mes de mayo, a presentar exámenes para conseguir un ascenso y, claro, mejores emolumentos. Hasta ahora, quienes se presentaron a la evaluación, no han recibido los resultados… pero los ascensos ya se están llevando a cabo. Se trata de quienes han sido escoltas de los últimos jefes de gobierno, quienes ya subieron al nivel de comandantes… sólo por la cercanía con los jefes, mandando al diablo la cacareada formación profesional. Un caso escandaloso es el del ex procurador Rodolfo Ríos Garza, a quien los contribuyentes le pagamos un cuerpo de seguridad integrado por 14 mandos, con sueldos cada uno de 28 mil pesos mensuales, y 10 agentes que perciben 12 mil pesos al mes, amén de vehículos, armas… Hay enojo, justificado, entre los agentes de la Policía Judicial de la CDMX. + + + El 8 de julio, el diario Reforma publicó: El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) gastará 117.6 millones de pesos para construir dos nuevas guarderías, exclusivas para hijos de sus empleados. El órgano de administración judicial adjudicó el 24 y 25 de mayo sendos contratos para los nuevos Centros de Desarrollo Infantil (Cendi) en la Ciudad de México y Puebla, que serán edificados por las empresas MC Suministros y MBG Constructora, respectivamente. El nuevo Cendi en la CDMX costará 51.2 millones de pesos, ello incluye el costo de demoler los más de 3 mil 700 metros cuadrados de un gimnasio y otras construcciones existentes en el terreno de la Colonia Tizapán San Angel que fue comprado el año pasado para este fin.”

 

 

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