miércoles, abril 24, 2024

Harry Kane igualó en Rusia la marca goleadora de Gary Lineker

Luis Alberto García / Moscú

 

 *Marcó seis tantos en el XXI Campeonato Mundial de futbol.

*Ganó la “Bota de Oro” como máximo artillero mundialista.

*El delantero inglés fue rechazado en el Arsenal por su físico.

*Ocupó el lugar de Wayne Rooney en el equipo de los tres leones.

 

 

Millones de súbditos de la reina Isabel II de Inglaterra se quedaron mudos, mostrando su inseguridad cuando, por un motivo casi trágico, los fantasmas del pasado aparecieron de nuevo entre esa devota fanaticada del cuadro de los tres leones azules.

 

El episodio ocurrió luego de que el referente de la selección nacional en el ataque, Harry Kane, alias “Hurricane” (Huracán en inglés), fue golpeado por el portero Asmir Begovic en un partido de la Premier League entre el Bournemouth y el Tottenham.

Esa ha sido una pesadilla frecuente para aficionados, medios de comunicación, directivos, anunciantes, patrocinadores y entrenadores de cualquier país en vísperas de cualquier Copa del Mundo, cuando alguna de las figuras nacionales son lesionadas, cuando los grandes jugadores se ven obligados a entrar en la enfermería o en el hospital, sobre todo cuando la lesión es grave.

Ya había pasado con Wayne Rooney antes del torneo de Alemania en 2006, y también con David Beckham, previamente al inicio de la Copa del Mundo de Corea/ Japón de 2002, cuando ambos delanteros llegaron lesionados; pero Kane alegró rápidamente a sus seguidores: “Voy a llegar perfecto al Mundial, que nadie se preocupe porque no estoy tan mal”.

No mentía y, a las tres semanas, ya estaba de regreso en el clásico londinense contra el Chelsea, confirmando su buen estado físico ocho días más tarde, al volver a anotar un golazo y su nombre en el tablero de los artilleros.

Entonces, los tan poco emocionales aficionados ingleses pudieron respirar: Harry Kane llegaba a Rusia en plena forma, no como Rooney -cero goles en Alemania- y Beckham -uno en Corea / Japón-, el “Spice Boy” que, en cualquier caso, lo alcanzó para vengarse de Argentina, sobre todo de Diego Pablo Simeone.

En Francia 98, Inglaterra había caído eliminada por la albiceleste, en un partido en el que “Beck” fue expulsado por una simulación de quien sería director técnico del Atlético de Madrid; pero su gol de penal selló el triunfo de los británicos.

“Aquel partido es uno de los grandes recuerdos de mi infancia”, afirmó Kane, que pasó de mirarlo por la televisión, a pedirle fotos junto a su esposa Victoria, sin que tampoco pueda olvidar que después, adolescente, el Arsenal le cerraría las puertas de su fuerzas básicas por su sobrepeso y su figura nada atlética”.

De ello se arrepiente Liam Brady -entonces responsable de la escuelita de los pistoleros, los amados “gunners” capitalinos-, quien años atrás había pasado por la escuela secundaria de Beckham en el barrio de Greenwich, antes de probarse en el Tottenham.

Parecía que el destino favorecería finalmente a Kane, porque conoció a su ídolo y a Katie, su condiscípula, hoy su señora esposa; sin embargo, se acabó el parecido entre David y Harry, pues mientras el medio campista del Manchester United se entregó al glamour y a la dolce vita, al delantero difícilmente se le ha podido ver en pasarelas y en revistas de modas.

Es reservadísimo, se sabe poco de su vida, apenas de su gusto por el golf y el futbol americano, en lo que se identifica con Gareth Southgate y, fue viendo un documental sobre la vida de Tom Brady, el popular quarterback -marido de la modelo brasileña Giselle Bundchen-, cuando, a la tercera prueba de admisión, encontró un lugar en el Tottenham.

“Tom fue a la sexta selección de su draft y no lo podía creer porque dudaron de él, incluso cuando llegó a la universidad porque un cazatalentos decía que era alto y desgarbado, que parecía que nunca había visto una sala de pesas”, cuenta Harry Kane; pero Brady ha ganado cuatro Super Bowls con los Patriotas de Nueva Inglaterra y calló a todo el mundo.

Después de su paso por el Leyton Orient (2010-2011), Millwall (2011-2012), Norwich City (2012-2013) y Leicester City (2013-2014), Kane se plantó en el Tottenham: “Me quiero quedar. Quiero una oportunidad”. Se la dieron. Definitivamente, la suerte ya estaba de su lado.

“Antes de mi llegada, el estilo de Kane consistía en jugar de espaldas a la portería, mantener el balón, esperar que llegaran las oportunidades y meterse en el área; pero ahora muerde, siempre está corriendo, va a presionar, nunca deja de estar alerta, vivo en cada instante del partido”, lo elogió Mauricio Pochettino en su libro “Brave”.

Desde que el argentino se sentó en el banquillo del campo de White Hart Lane, el atacante anotó 105 goles y 16 asistencias en 139 partidos en la Premier, atando a su estrella con un contrato que vence hasta 2024.

“Lo ha querido adquirir el Real Madrid, el mundo ha cambiado y los equipos evolucionan. Es difícil estar en lo más alto. Aparecen nuevos equipos, nuevos jugadores. Hay nuevos futbolistas en el escaparate en que se anuncian, y no hay mejor manera de hacerlo que en un Campeonato Mundial, como ha pasado con Harry”, asegura Gareth Southgate.

Con Lionel Messi y Cristiano Ronaldo lejanos de su mejor forma, el inglés de la isla, nacido el 28 de julio de 1993 en Londres, buscó el cielo en Rusia a partir de las derrotas que le infligieron a Panamá (6-1) y a Túnez (2-1), aunque con una desafortunada caída  (1-0) ante Bélgica.

“Pero pudimos seguir adelante y, para los jóvenes, los goles fueron una inspiración y por eso quisimos empujar”, dijo Kane, anotador de seis goles en la Copa de Rusia, quien para sus compañeros es un gran profesional, un líder increíble, con toda la capacidad para hacer daño a los rivales: “No hay palabras para describir lo bien que lo hizo”, refirió el lateral derecho Kieran Trippier.

“Los leones tuvimos hambre”, dijo Kane al refrendar su fiero prestigio con el “BotÍn de Oro”, compartiendo premios con Luka Modric, Thibaut Courtois y Kylian Mbappé, sin que nadie se atreviera a recordar al rollizo jovencito que alguna vez quiso ingresar en las fuerzas inferiores del Arsenal

En Rusia, en poco más de diez años y con una meteórica trayectoria firmada con goles, Harry Kane logró  colocar a Inglaterra entre los mejores equipos del planeta, hecho que no se daba desde Italia, cuando la Nazionale la dejó con el cuarto lugar –como en 2018-, con un gol triunfal de Salvatore “Totó” Schillachi, casi al concluir el encuentro, el 7 de julio del ya lejano 1990.

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