viernes, abril 19, 2024

ESCARAMUZAS POLÍTICAS: En solitario estará AMLO en el debate

Gloria Analco

Para el primer debate, los candidatos presidenciales están considerando a Andrés Manuel López Obrador una presa de caza. No tienen otra cosa más en mente.

La competencia electoral no es “nada reñida”, pues AMLO les lleva mucha ventaja en las encuestas, al grado de que sus adversarios políticos están dispuestos a convertirse en Pitbull, Rottweiler o Bull Terrier –depredadores- para literalmente desgarrar a su “enemigo”, un reconocido pacifista.

Los aspirantes presidenciales lo ven tan inalcanzable en el proceso electoral que participaran con el más fiero ataque en su contra, buscando ponerse en una posición más fuerte que con la que llegarán al debate del próximo domingo.

Sus equipos trabajan intensamente para encontrar los puntos más débiles que pudieran hacerle fuerte mella al candidato estrella y destrozarlo a placer, como perros de pelea.

Buscan y escarban en la forma suya de actuar o reaccionar frente a ciertos estímulos, algo que se les ha dificultado ahora que para AMLO -en campaña- todo es “amor y paz”.

La manera en que se ha organizado el debate da la ventaja a los adversarios de López Obrador, ya que “jugarán en su propio campo”, con moderadores de tendencia derechista, que darán y quitarán la palabra “a modo”, a la hora de las preguntas.

El debate está planeado para hacer resaltar las fortalezas de unos y las debilidades del otro, papel que corresponderá desempeñar precisamente a los moderadores, que al dar la palabra y hacer las preguntas –a que tendrán derecho- resaltarán seguramente las dudas que supuestamente dejan las propuestas de AMLO, el punto que han tratado de hacer ver como “el más débil” del candidato de MORENA, mediante el uso de los medios masivos de comunicación.

Como dice el dicho, “si su adversario le da limones, haga limonada”, y aun cuando sus propuestas estén bien sustentadas, las convertirán -todos al unísono- en elementos negativos por supuestamente ser inviables, apoyándose unos a otros en esta tendencia, al tiempo que dirán que las suyas sí están bien respaldadas. Esa será la estrategia a seguir.

El público espectador seguramente estará muy atento en los gestos faciales y corporales para identificar cuando alguno de ellos falte a la verdad, y poder así descubrir a los mentirosos.

En este manejo, sus contrincantes intentarán ridiculizar al candidato de MORENA, sacarlo de paso, hacerlo desesperar, confundirlo, que pierda el hilo de su propia estrategia, hasta el punto de que se sienta obligado a dar explicaciones, cosa que, de lograrlo, su candidatura quedaría en entredicho, consideran.

López Obrador se ha ganado la simpatía y el respeto de mucha gente, porque ha tenido el valor de enfrentar con gran inteligencia a los poderes corporativos de la nación que se niegan a ser los grandes perdedores en los futuros comicios presidenciales, en contra de la voluntad del pueblo.

Es una suerte de “David contra Goliat”, con todas las posibilidades para AMLO de hacer avanzar las causas del pueblo, que ha sido masacrado por las clases dominantes que mantienen una alianza para ampliar más su poder y su alcance.

El debate del próximo domingo proyectará esto en todo su esplendor cuando el primero en tomar la palabra sea Jaime Rodríguez Calderón, alias “El Bronco”, y luego le seguirá López Obrador, que estará en solitario como legítimo representante del pueblo.

Estará entonces servida la “cena de negros”, pues al ex gobernador de Nuevo León le han asignado la tarea de fustigar muy duramente –de entrada- a AMLO.

Su misión es faltarle al respeto -algo que a nadie le gusta que le hagan y menos teniendo los reflectores de toda la nación encima-, tal vez hasta intente humillarlo, calificándolo de inepto, vividor, y quién sabe cuántas cosas más, a su muy especial manera.

A cualquiera eso le puede exaltar los ánimos, pues El Bronco, como perro bulldog, estará de muy bravucón, centrando la atención sobre las propuestas de AMLO, las que considerará descabelladas, improcedentes y fuera de lugar, ya que, de ser aplicadas, conducirían a México a un seguro desastre, según dirá él.

Por el escaso tiempo de que dispondrá –dos minutos y medio-, seguramente El Bronco estará memorizando lo que dirá buscando que tenga fuerte impacto en la opinión pública, pero sobre todo en el ánimo de López Obrador. Tendrá que economizar palabras para poder insultar a AMLO “muy brevemente”.

¿Cómo puede defenderse AMLO de este inicio? Es de presumirse que el resto de los candidatos estará parapetado en este mismo propósito, y seguramente sus equipos habrán hablado entre ellos para ponerse de acuerdo en la manera en que van a liquidar al “candidato del pueblo”.

Entre todos los candidatos ha quedado bien perfilado, por tanto, que actuarán en función de debilitar la figura política de López Obrador con el mensaje central de que “dan miedo” sus propuestas y que las suyas son “decisiones equivocadas”, frases que se vienen repitiendo de manera sistemática en los medios de comunicación, y que fueron las que empleo –casualmente- el acaudalado empresario Carlos Slim, al momento de refutar a AMLO sobre la inviabilidad del nuevo aeropuerto.

“No hay forma de que López Obrador pueda salir de eso. ¡Lo tenemos!, se estarán diciendo los aspirantes presidenciales, que consideran que “AMLO es una enfermedad y nosotros la cura”.

Falta ver quién llevará al debate las mayores sorpresas.

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