CIUDAD DE MÉXICO, 12 de junio (AlmomentoMX)- En el periodo enero-marzo de este año México captó 7 mil 945.6 millones de dólares, en donde las empresas estadunidenses aportaron 3 mil 975.9 millones de dólares, posicionándose como la principal entrada de capitales foráneos y dejando muy lejos al segundo lugar, España, que aportó el 14.4%; seguido de Alemania, 6.4%; Canadá, 5.2%; y Japón, 3.8%; otros 45 países aportaron el 20.2% restante.
Lo anterior, a pesar de la enemistad del presidente estadunidense, Donald Trump, contra México, las empresas de ese país siguen viendo a nuestra nación como un destino importante para ejercer sus capitales, ya que aportaron el 50 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED) en el primer trimestre de este año, liderados por el sector de manufacturas e impulsado principalmente por la reinversión de utilidades.
Dentro de las principales operaciones se encuentran la transacción entre Aeroméxico y Delta Airlines. Durante el primer trimestre la empresa estadunidense compró el 32 por ciento de las acciones de la aerolínea mexicana por un monto de 620 millones de dólares, que representan el 8 por ciento del total de la IED trimestral.
El Registro Nacional de Inversiones Extranjeras (RNIE) de la Secretaría de Economía (SE) no es público, por lo que no se pueden conocer a detalle todos los proyectos y las empresas que generaron los flujos de entrada de IED, por tener un carácter de confidencial.
Sin embargo, en la clasificación de la IED por sector, los datos disponibles señalan que las manufacturas fueron la principal fuente de inversiones, ya que representaron el 43.4 por ciento del total de la inversión foránea, con 3 mil 452.2 millones de dólares.
Dentro de este rubro, el subsector de fabricación de equipo de transporte fue el que generó mayores inversiones, con mil 224.1 millones de dólares, representando el 35 por ciento del total de la inversión en manufacturas.
En segundo lugar se ubicaron las inversiones de la industria de bebidas y de tabaco, con 633.7 millones de dólares que equivalieron al 18 por ciento de la IED en manufacturas. El tercer lugar dentro de este sector fue para la industria química con 378.5 millones de dólares, que representan el 11 por ciento de este sector.
El sector de servicios financieros fue la segunda fuente generadora de inversión extranjera, con el 21.6 por ciento del total de la IED captada en el trimestre, que representan mil 719.6 millones de dólares. El 93 por ciento de la inversión generada en este sector, mil 611.3 millones de dólares, provino de instituciones de intermediación financiera y no bursátil.
Sin nuevas inversiones. Datos de la SE detallan que el 63 por ciento de la IED captada por México en el primer trimestre, no se debió a nuevas inversiones, pues estos flujos de capital foráneo se originaron a partir de reinversiones de utilidades que ascendieron a 5 mil 20 millones de dólares, observando un crecimiento de 33.9 por ciento, respecto al primer trimestre de 2016.
Una reinversión de utilidades se suscita cuando una parte de las ganancias netas de las empresas que no se distribuyen como dividendos entre sus inversionistas, se ejercen como inversión en diferentes rubros para ampliar o mejorar las operaciones de las compañías. Se les considera IED por representar un aumento de los recursos de capital propiedad del inversionista extranjero.
A su vez, el rubro de nuevas inversiones se desaceleró en 34 por ciento para sumar 2 mil 14.9 millones de dólares, respecto al primer trimestre de 2016, lo que se tradujo en una disminución de mil 57.4 millones.
Las cuentas entre compañías, otra forma de clasificación de la IED, también se desaceleraron con una caída de 15.2 por ciento a 910.7 millones de dólares, lo que se tradujo en una disminución de 163.3 millones de dólares.
Cómo se contabiliza la IED. De acuerdo con la metodología usada por la SE, la IED es una categoría de inversión transfronteriza que realiza un residente en el extranjero (inversionista directo) en una empresa mexicana o en activos ubicados en territorio nacional (empresa de inversión directa), con el objetivo de establecer un interés duradero.
Mediante esta inversión, el inversionista directo busca ejercer un grado significativo de influencia sobre la empresa de inversión directa. Hay tres fuentes principales de inversión: Inversiones iniciales, que se suscitan cuando una empresa llega para establecerse en México; Reinversión de utilidades; y Cuentas entre compañías, este último rubor corresponde a las transacciones originadas por deudas entre sociedades mexicanas con IED en su capital social y otras empresas residentes en el exterior.
La inversión se toma en cuenta cuando las empresas hacen efectiva esa aportación de capital y la operación queda registrada en el RNIE. Aunque también hay otras formas de registrar la IED, por ejemplo, con la transmisión de acciones por parte de inversionistas mexicanos a inversionistas directos, como sucedió en el caso de Aeroméxico y Delta.
Los movimientos que no se consideran IED corresponden a aquellas ocasiones en que las empresas se hacen de recursos a través de otras fuentes de financiamiento como préstamos de instituciones de crédito, ya sean nacionales o extranjeras, y en general por cualquier tipo de recursos que provenga nde sujetos diferentes a los inversionistas directos; por este motivo, a este tipo de recursos no se les considera IED.
Otro tipo de inversión que no se considera IED es la compra de activos físicos como inmuebles, maquinaria y equipo de transporte. Estas adquisiciones responden a la definición económica de inversión que se refiere a la aplicación de recursos y no a su origen y no se les puede considerar IED debido a que es complejo determinar si los recursos utilizados provienen del inversionista directo.
Como ejemplo de lo anterior, el valor total de una fábrica construida por una sociedad que tiene inversión extranjera no debe contabilizarse completamente como un flujo de IED, a menos que su construcción se haya financiado enteramente con recursos provenientes de los inversionistas directos.
AM.MX/fm
