jueves, marzo 28, 2024

El TLC ha dejado solo pobreza y miseria al campo mexicano

Francisco Medina

Marginados y sin acceso a los servicios básicos de agua, luz y drenaje, con más de 70 años de atraso en tecnología y bienestar social, 27 millones de campesinos carecen de ingresos para adquirir una canasta básica de alimentos. Con ello, el campo mexicano del siglo XXI, luego de 23 años de TLCAN, el campo mexicano se encuentra “tan deteriorado” como en 1933, afirma un estudio de la UNAM.

De acuerdo con el estudio “Situación del campo en México; pobreza, marginación, explotación y exclusión”, realizado por investigadores del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), apenas 3 millones 954 mil personas del sector rural pueden llevar alimento a sus hogares; otras 27 millones 480 mil personas, no tienen acceso a una canasta básica.

El informe académico puntualiza que de los 30 millones 185 mil campesinos que habitan el sector, sólo 8 millones 500 mil tienen empleo en actividades agrícolas y ganaderas.

Indica que del total de la población rural, 10 millones 262 mil 900 personas no reciben ingreso; 8 millones 796 mil, sólo un salario mínimo; 8 millones 421 mil alcanzan de uno a dos salarios mínimos; 2 millones 112 mil obtienen de dos hasta cinco salarios mínimos, y sólo 1 millón 841 mil  trabajadores agrícolas tiene un ingreso superior a cinco salarios mínimos.

Según cálculos de los especialistas las familias rurales “tienen una pérdida del 44 por ciento de su ya deteriorado nivel de vida”, consecuencia de los incrementos en los costos de alimentos y bienes de consumo.

 

Menos gasto público para el campo

 

Menor gasto público para el campo no logrará abatir el nivel de miseria en el abandonado del campo mexicano (no confundir con los poderosos consorcios agroindustriales, como suele hacerlo el gobierno federal) y hacerlo más productivo, según la asombrosa propuesta gubernamental, en el entendido de que allí está el Programa Oportunidades, Cruzada contra el hambre y el Seguro Popular (léase clientelismo electorero) que mantienen improductiva a la gran masa depauperada, es decir, sin salida alguna.

El presupuesto para el campo mexicano para este 2017 será 16.7 por ciento menor al de 2016, pues pasó de 84 mil 827 millones de pesos a 70 mil 597 millones, de acuerdo con lo aprobado por los diputados, informó la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

A pesar de significar una caída, los diputados rescataron 8 mil 4 millones de pesos extras, toda vez que Hacienda había propuesto un presupuesto de 62 mil 158 millones de pesos, lo que representaba un recorte de 26 por ciento.

El recorte propuesto por Hacienda suponía la desaparición de 11 rubros o proyectos de la dependencia como el Programa Nacional de Agroparques, el de Modernización de Maquinaria y Equipos, Tecnificación del Riego y el Programa de Concurrencia con las Entidades Federativas, de acuerdo con un análisis llevado a cabo por el Grupo Consultor en Mercados Agrícolas (GCMA).

Sin embargo, dicho paquete también planteaba la creación de 13 nuevos rubros o programas de gasto de la dependencia como el de Capitalización Productiva Pecuaria, Campañas Fitozoosanitarias y, además, plantea la agrupación de varios rubros.

Al respecto, Rafael Galindo Jaime, dirigente de la Central Campesina Independiente, asegura que esta inequidad económica se debe a la falta de oportunidades de empleo y al aumento “desmesurado” de los precios.

“En los últimos 10 años, los precios de los productos que conforman la canasta básica se han incrementado en 400 por ciento; mientras que el salario mínimo apenas aumentó 40 por ciento en el mismo periodo. Con estas cifras, lo único que podemos hacer es exportar mano de obra barata”, dice el dirigente de la central que aglutina más de 1 millón de campesinos.

 

Beneficios para trasnacionales

 

A 23 años de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sólo se favorecieron las empresas trasnacionales, y el país apenas exporta hidrocarburos, asegura Arturo Ortiz Wadgymar, coordinador de la Unidad de Economía Mundial de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Llevamos 23 años de TLCAN y los resultados están a la vista. Los hechos hablan por si mismos: Dependencia alimentaria: 42%.

Déficit comercial agroalimentario; 4,000 millones de dólares más 1,000 millones de dólares del déficit comercial de fertilizantes: 5,500 millones de dólares. (50% del déficit comercial total en 2007; igual al presupuesto 2008 de la Sagarpa o dos veces el presupuesto de Oportunidades).

Déficit comercial agroalimentario en 2008: 4 MMD + 1 MMD de fertilizantes, etcétera.

Valor de las importaciones de alimentos provenientes de Estados Unidos de 1994 a 2012: 150,000 millones de dólares.

Valor de las importaciones agroalimentarias en 2012: 27,000 millones de dólares.

2 millones de empleos agropecuarios perdidos en México entre 1994 y 2008.

Caída de los precios reales de los productores entre 40 y 70%.

No hubo transición ni programa de inversiones para el sector de productores de maíz y frijol ni para las regiones rurales marginadas de 1994 a 2012.

Ínfimo crecimiento anual del PIB agropecuario en el período TLCAN: 1.4%.

Aumento de las agroexportaciones (en menor medida que las agroimportaciones) a costa de su concentración en el 5% del total de las unidades de producción, de la violación de los derechos humanos y laborales de cientos de miles de jornaleros agrícolas y de la superexplotación de los mantos freáticos y la contaminación con agroquímicos de hombres, mujeres y niños así como de los suelos y aguas. Por sí esto fuera poco, el 80% de la agroexportación (jitomate, aguacate, fresa, frambuesa, melón, mango, tequila, cerveza, etc.) está en manos de empresas extranjeras.

Deforestación y erosión de bosques y suelos en la mayor parte del territorio nacional. Agotamiento de los mantos freáticos.

70% de la población rural en condiciones de pobreza.

Incremento sistemático de los precios de los alimentos básicos y malnutrición de los mexicanos: 20 millones con desnutrición y anemia; 35 millones con obesidad.

Migración anual de pobladores rurales a los Estados Unidos: 300,000 personas.

Número de migrantes mexicanos muertos al intentar cruzar la frontera con Estados Unidos: Promedio anual TLCAN: 400 por año. Más de 6,000 en el periodo TLCAN. Muertos en los ataques terroristas del 11/09 en Nueva York, Washington y Pennsylvania: 2,973 personas.

Concentración anticompetitiva (prácticas monopólicas) en el mercado agroalimentario mexicano por 20 grandes corporaciones mexicanas y trasnacionales: Maseca, Bimbo, Cargill, Bachoco, Pilgrims Pride, Tysson, Nestlé, Lala, Sigma, Monsanto, ADM, General Foods, Pepsico, Coca Cola, Grupo Viz, Grupo Modelo, Grupo Cuauhtémoc, Wall Mart, Kansas City, etcétera.

 

Caída del crecimiento económico

 

El sistema económico mexicano ha experimentado durante treinta años un crecimiento económico por arriba del 5.8 por ciento anual, esos treinta años fueron a partir de la década de los años 40’s, 50’s y 60’s.

Posteriormente, en el período de fines de los años 60’s y hasta el año de 1970 el crecimiento económico anual de México se ubicó en el 7.1 por ciento.

Estos crecimientos sostenidos se basaban en un modelo económico de corte nacionalista, impulsado por un desarrollo de la industria que tenía un peso muy significativo el estado mexicano, según datos de Omar Jiménez Sandoval en su artículo la importancia del mercado interno y el salario en el desarrollo, el sector industrial creció en 6.4 por ciento en promedio anual de 1939 a 1958 y siguió aumentando hasta el 8.6 por ciento anual en el período de 1959 a 1970.

En la década actual (2006-2016), vivimos de manera puntual las consecuencias del cambio de modelo económico, una reorientación hacia el comercio exterior, siendo los pilares del neoliberalismo que padecemos las exportaciones por un lado y le llegada en masa de la inversión extranjera directa.

Se ha seguido de manera puntual los dictados del denominado consenso de Washington en base a reformas disque estructurales que se sintetizan en los siguientes aspectos:

Liberalización comercial, desregulación económica, eliminación de restricciones a la inversión extranjera directa, apertura total del mercado de capitales, desmantelamiento de la política social del estado, reducción del gasto público, eliminación de subsidios y sobre todo una constante y deliberada contensión de aumentos al salario mínimo.

Las consecuencias de seguir al pie de la letra los dictados de organismos internacionales principalmente de USA, se notan de manera clara y puntual en el devenir económico de México, los ejemplos sobran, entre los que podemos destacar los siguientes:

1.- Apertura comercial indiscriminada que se está viendo afectada por la llegada de Trump al gobierno norteamericano y ha manifestado una y otra vez que dará marcha atrás al TLC y al TPP.

2.- La eliminación de restricciones a la inversión extranjera directa la tenemos en la llegada en masa de capitales en la principal empresa mexicana de exportación como lo es PEMEX, la cual ahora será compartida con extranjeros.

3.- Desmantelar la política social, teniendo más carga para la población en lo referente sobre todo de la educación y salud que no abastecen las necesidades de las personas y éstas deben cooperar para sostener las instituciones públicas.

4.- Eliminar subsidios por parte del gobierno federal que afecta de sobremanera a los que menos tienen y a numerosas personas de la tercera edad.

5.- Contener lo más que se pueda el salario de los trabajadores, sobre todo los más de 8 millones que ganan el mínimo en México.

El crecimiento económico promedio desde la implantación del neoliberalismo en México no ha superado el 3% anual, lo que contrasta de inmediato con los resultados por arriba del 5 por ciento con el modelo nacionalista de antaño.

Todo lo anterior es resultado de un abandono al proyecto que funcionó PARA TODOS y se sigue implementando un modelo neoliberal que deja miseria y pobreza cada día.

AM.MX/fm

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