jueves, abril 25, 2024

EL ERROR DE PEÑA

Por Norma Meraz

 

Bendito respiro el que disfrutamos hoy, con el fin de las campañas electorales y la definición, contundente, del ganador.

No más interrupciones de mis programas favoritos en la TV, ni en la radio  que  tanto nos informa y alegra.

Sin embargo, no podemos dejar en el tintero, temas que nos heredó este proceso electoral.

El candidato Andrés Manuel López Obrador, ganó la presidencia de la República con el 53.8% de los votos -cifra récord en la historia de México-.

Los más de 30 millones de votos, revelan la inquebrantable voluntad de los electores, de dar un NO al estatus quo.

Hay otro 47%

que no votaron por el ni por candidatos a gobernador en Guanajuato, Puebla y Yucatán .

La mitad del padrón que no votó por López Obrador, se convertiría en una oposición muy activa, dado que en las apuestas no pintaba el hoy candidato ganador, aparentemente. Las encuestadoras, con Roy Campos, a la cabeza, pronosticaron la verdad, pero por el bombardeo gubernamental contra López Obrador, no les dimos crédito. Los medios entregados se dedicaron a ocultar la realidad, el enojo muy profundo de muchos millones  de mexicanos.

Aunque el 37% sea minoría, en el Congreso son votos que pesarán a la hora de aprobar las iniciativas que envié el Ejecutivo. Esta oposición sumará a la llamada  “ sociedad civil” que estará muy activa y a otros poderes fácticos que  por ahora están agazapados.

Visto así, puede considerarse que si habrá contrapesos en el gobierno de López Obrador.

El triunfo del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) fue contundente. En estados como Hidalgo no le dejaron  nada al PRI. Casi todos los estados de la República votaron por Morena.

Si nos acercamos al Estado de México el panorama es desolador. MORENA le deja un solo distrito electoral local, de los 45 y al PAN le deja 2.

De los 125 municipios mexiquenses, el PRI gana solo 23.

Sin duda este proceso  electoral vino a sacudir el sistema de partidos en el pais. Marcará un antes y un después del actual partido en el poder, el PRI.

MORENA, con apenas 4 años de edad logró un éxito arrollador que lleva a la fractura en algunos partidos y la desaparición de otros. El partido Acción Nacional termina la jornada enfrentando divisiones profundas al interior de su organización; el PRD queda en los huesos, pues sus músculos emigraron hacia otros lares. Al Partido Nueva Alianza, le tocaran las golondrinas igual que al Partido Encuentro Social, aunque este último aún lucha por mantener su registro. Estos dos últimos a pesar de perder su registro, tendrán importante  representación en el Congreso.

El saldo que  quedó, se resume en un montón de hombres enfrentados entre sí y sin saber cuál será su nueva ruta. El gran perdedor, el Revolucionario Institucional.

Enrique  Peña  Nieto , impuso al PRI un candidato inexperto en la política y ajeno a los postulados del partido que lo postuló.

Peña Nieto se equivocó ! Y dejo hecho trizas al PRI.

Los clavos que crucificaron a José Antonio Meade, fueron: el descrédito del Presidente de la República que además arrastra una alta reprobación social; un

Partido político que no lo quiere y; la pésima campaña diseñada por un grupo de  bisoños.

La tribu “itamita” difícilmente encontrará espacio igual al que usufructuó en este sexenio.

Peña Nieto, el último heredero en funciones del llamado “Grupo Atlacomulco”, acabó con el legado de su paisano Isidro Fabela, fundador  de esa cofradía de la que también es sobreviviente

Arturo Montiel Rojas.

Don Isidro Fabela oriundo del pueblo de Atlacomulco, nació en 1891 en la Hacienda El Salto.

Abogado, periodista, diplomático y político, llegó a gobernar el Estado de México en 1942.

Sin cubrir los requisitos constitucionales , protesta como gobernador interino, a la muerte de Alfredo Zárate Albarrán, asesinado por un lio de faldas.

Isidro Fabela procedió rápidamente a corromper a los diputados locales , para que modificaran la constitución estatal y se pudiera quedar como  gobernador sustituto y además ejerciera su gobierno a distancia, desde Cuernavaca, Morelos, donde  realmente vivía.

Don Isidro se da a la tarea de reunirse con atlacomulquenses  que representaban intereses económicos y políticos en el Estado. Integra a su gabinete a Adolfo López Mateos -nacido en Atizapan de Zaragoza-, a Mario Colín y a Alfredo del Mazo Vélez, de Atlacomulco.

El gobernador abre así, la puerta mexiquense a la simulación democrática  y da paso a la formación de la cofradía llamada Atlacomulco , una clase que controlaría más tarde, parte de la política nacional.

A la muerte de  don Isidro, en 1964, asumió el liderazgo Carlos Hank González, a quien Fabela  había conocido en Atlacomulco, cuando había llegado como maestro de primaria ..

Los gobernadores subsecuentes se fueron sumando a esa élite política aún cuando no todos eran oriundos del mismo pueblo.

Hank González era de Santiago Tianguistenco, Alfredo del Mazo Vélez, abuelo del actual gobernador mexiquense y Salvador Sánchez Colín di habían nacido en el polvoso pueblo, como Montiel Rojas y Peña Nieto.

Alfredo del Mazo Gonzales nació en Toluca y el Dr Jorge Jiménez Cantú tampoco eran de Atlacomulco .

Todos  ellos además de Mario Ramón Beteta, Alfredo Baranda, Ignacio Pichardo, Emilio Chuayffet y César Camacho, se asieron a ese club político cuya divisa era -de unos más y otros menos- la conspiración para llegar al poder.

El Estado de México se distinguió en las últimas 5 décadas, por tener una clase política sólida y es que a partir de   Isidro Fabela- padre y tutor político del grupo- con todos los gobernantes mexiquenses se sucedieron las prácticas políticas que le dieron identidad al famoso “ Grupo Atlacomulco”.

Le tocó a Enrique  Peña  Nieto , único atlacomulquense en activo, cerrar la puerta de ese espacio de políticos- empresarios, a quien hoy llaman núcleo de “la mafia del poder”.

Hoy el actual gobernador, Alfredo del Mazo Masa, no entrega buenas cuentas a sus antecesores en estas elecciones para renovar alcaldías y congreso local. Es un tsunami que arrastró u casi no dejó vestigio del próximo mexiquense.

Su partido, el PRI- otrora poderoso y prepotente- gana una sola diputación local de las 45  que  confirman el

Congreso y de las 125 alcaldías , gana 23.

El torbellino Andrés Manuel López Obrador, cimbró al PRI y enterró al “Grupo Atlacomulco “. En broma se dijo: “Hablemos bajito, porque están velando al PRI”.

Así se escribe parte de la historia de un Partido octogenario y hegemónico  que gobernó México a placer y de una cofradía poderosa cuyos principios fueron siempre: el poder económico, de la mano del poder político! O también: corrupción e impunidad.

No hay de otra:

Digamos la verdad!

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